短編: 空白

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—Estamos muy felices de que pueda colaborar con nosotros, señor Im —decía la mujer que caminaba a toda prisa a mi lado. Creo que ella se esforzaba por caminar a mi ritmo—. Por ello le adaptamos una oficina de bienvenida para que se sienta incluido con nuestra estructura organizacional.

—Se lo agradezco.

—Al contrario, señor Im.

Me mostró la oficina, era bastante agradable el ventanal detrás del escritorio. Una computadora bastante moderna para mi gusto, una gran silla de cuero y muchas plantas.

—Parece la oficina del CEO —le dije a la chica.

Ella rió muy disimuladamente.

—Estamos totalmente comprometidos en que usted tenga todas las herramientas necesarias para el desarrollo de su trabajo. Un plan estratégico no se hará con una sola libreta y un bolígrafo —respondió—. Su secretario llegará aquí a las nueve en punto, diez minutos para ser exacta, él le dará las instrucciones de la semana y las reuniones que tendrá a lo largo de esta para su inclusión. Por el momento, es todo de mi parte. Me retiro.

Le agradecí una vez más y se fue. 
Me senté en la silla y comencé a sentirme como un chiquillo extrañando a su familia. No hacía mucho que terminé la maestría y debía trasladarme para cumplir mi trabajo. 
Me sentía solo.

Jinyoung me había llamado para saber cómo iban las cosas y propuso reunirnos el fin de semana.

—No jodas, Jinyoung, estoy a punto de tomar un vuelo.

Él rió a carcajadas y me deseó la mejor de las suertes junto a su prometido.

Yugyeom también llamó, dijo que esperaba que ganara mucho dinero para mantenerlo. Bambam dijo que lo ignorara.

Jackson estaba en su país con su familia, haciendo un doctorado y viviendo con Mark. No son pareja, sólo viven juntos. O eso dicen. Quizá la codependencia ya había llegado a un nivel demasiado elevado para retornar a un punto más sano.

Recordarlos me hacía extrañarlos aún más y no quería llorar en mi primer día de trabajo.
Giré mi silla hacia el ventanal en cuánto vi que la puerta se abría. ¿Qué dirán de mí en los corredores? "El auditor organizacional estaba llorando en su oficina el primer día, ¿puedes creerlo?".

—Señor Im —dijo una voz alegre y entusiasta en ese idioma que aún no domino al cien por ciento—. Buenos días, un gusto. Mi nombre es Sato Yasu, seré su secretario durante la prestación de sus servicios.

—Un gusto, Yasu-san —repliqué girándome y colocándome de pie para reverenciarme igual que él.

—Permítame entregarle su credencial de trabajador y... —comenzó a rebuscarse en los bolsillos del saco y de los pantalones color azul marino. Sonreía con culpabilidad mientras -como si fuera una caricatura- rebuscaba en todo su cuerpo—. Creo qué la dejé en recursos humanos.

Me reí. Me daba ternura.

Sonrió moviendo sus manos lentamente indicando hacia fuera. Como pidiendo el permiso para salir a buscar la credencial.

Asentí.
Justo cuando él iba a salir, la puerta se abrió con un chico asomándose de ella.

—Yasu-kun, olvidaste la credencial de tu jefe en mi oficina —dijo agitando la cuerda que sostenía la identificación—. ¿No dijiste que no querías cometer errores en tu primer día?

—¡Sí, sí, sí! Lo siento —se reverenció otra vez. Se giró a verme y dirigió sus manos al recién llegado—. Señor Im, él es el encargado del área de recursos humanos.

El chico castaño entró sonriente mientras acomodaba su larga gabardina café y sus gafas redondas.

—Un gusto, señor Im. Será un placer trabajar con usted. Mi nombre es Choi Youngjae, estoy a sus órdenes.

Negar mi emoción sería mentir, todos sabemos eso.

—Un placer. Soy Im Jaebeom, seré el auditor del plan estratégico que llevará a cabo la empresa.

Y aquí íbamos de nuevo. Creo que esta vez mejor.

¿Destino o karma?

Cuento corto: Espacio en blanco, FIN.

I guess this is Karma.

FIN.

FIN

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I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now