二十六

53 14 4
                                    

Después de un bombardeo de mensajes, tuve que salir del edificio de maestría y postgrado para volver a mi salón de clases para la revisión de nuestro avance de proyecto. Y sí, todo el equipo debía presentarse. 
Ahí estaba yo, sentado frente al escritorio de la profesora en una silla que algún tonto desocupó al reunirse en equipos. Mis piernas abiertas extendidas lo más posible al igual que mi cuerpo. Me causaba gracia la mirada de reojo en desaprobación de Choi Youngjae hacia mi persona. 

—¿Qué? —musité hacia él, retándole.

—Muestre algo de interés por el trabajo —susurró a mi lado—. Faltó a las primeras clases y resulta que estaba aquí en la universidad. Si no fuera porque Yongsun noona le llamó por mensaje, usted ni la cara mostraría. 

—Puedo saltarme las clases que quiero, cuando quiera. Si estoy aquí es porque me importa el proyecto. No es mi culpa que adelantaran nuestra revisión del viernes a hoy, si no hubiera sido así ni me hubieras visto en todo el día. Pero no tienes tanta suerte, Choi.

Wheein nos veía molesta entre las chicas que se encontraban junto a Shinpachi rodeando a la profesora para atender observaciones e indicaciones. Por cuestiones de espacio, yo me senté frente al escritorio. Además, seguía molesto con todos.
Quizá ella estaba enojada porque estábamos discutiendo en lugar de prestar atención a lo que nos decían respecto a nuestro -literalmente- proyecto final, bueno, el avance de este.

—¿En serio va a seguir ese jueguillo de estar ofendido? —añadió aún sin verme.

—Dímelo tú. Según recuerdo, fuiste tú quién se ofendió porque accedí a hablar con una compañera interesada en mí porque, de acuerdo a tu basto conocimiento en mí, soy un imbécil con las mujeres. Les dije en ese momento que si querían jugar a ser inmaduros, yo también puedo jugar.

Wheein me reprendió con la mirada. Sin embargo, yo ya no tenía más qué decir. Choi Youngjae no respondió a mi último comentario. 

—Las únicas correcciones son de formato. Únicamente ajusten los márgenes y vayan integrando los temas al índice, recuerden que este debe ser automático y estar enlazado con el contenido.

—Gracias, profesora —dijimos. 

—Empezaremos con el segundo avance a partir de la próxima semana una vez que acabe las revisiones de las disposiciones generales —continuó—. Su primer avance ya está listo para cargarlo a la plataforma de entrega para su registro. Sólo atiendan lo que les pedí.

Al volver a nuestros asientos, las chicas me miraron como si esperaran algo de mí. 

—Sí, sigo molesto —dije—. Y aprovechando a que la profesora no tomará asistencia por ser día de revisiones, me largo. Shinpachi envió el reparto para comenzar el segundo avance, trabajaré en mi parte y se las haré llegar.

—Debemos trabajar juntos. Es un trabajo en equipo —dijo Wheein con voz impostada.

—¿Ahora sí somos un equipo?

—Chicas, Jaebeom senpai —intervino Shinpachi antes de que Yongsun abriera la boca para alegar—. Creo que por el bien de nuestra calificación lo mejor será dejar de lado cualquier discusión que no sea de relevancia o afecte directamente nuestro trabajo. Si no podemos separar lo académico de lo social o personal no avanzaremos en nada —me miró, como si yo ya hubiera sido regañado por él con anterioridad—. Vamos bien, este primer avance salió casi perfecto. No dobleguemos el esfuerzo por inconvenientes sociales.

—Tengo eso bastante claro, Shinpachi —contesté—. Sólo te recuerdo que yo no busqué ningún problema, fueron ellas.

—Bueno, ¿cómo te sentirías si un amigo decide comenzar a salir con una chica que no nos ha hecho más que daño? —inquirió Yongsun.

—¿Y cómo te sentirías tú si tus "amigas" te juzgan por una decisión que a ellas no les parece pero no te explican el porqué? Creo que no están tomando en cuenta la otra parte.

—¡Está bien, está bien! —exclamó la castaña—. Lo sentimos. No tienes ningún contexto de cómo esa perra apoyó a quién nos difamó y sacó provecho de eso para obtener un pene.

Abrí bastante los ojos en sorpresa. 

—Por ahí hubiéramos empezado y las cosas habrían sido distintas —dije—. Ya habrá tiempo de saber toda la historia, pero sigo molesto por ello. No he recibido todas las disculpas que creo merecer.

Las otras tres chicas se miraron entre sí y se disculparon de una por una. Sabía que gané, pero realmente no me sentía satisfecho de ello. Sinceramente, me daba igual si se disculpaban o no, sólo quería largarme.

—Ahora tú discúlpate con Youngjae.

—¿¡QUÉ!? —exclamé mientras me ponía de pie al escuchar las sandeces de Wheein—. Disculpa pero la única víctima aquí soy yo.

—El día en qué nos peleamos lo llamaste "venenoso" y le has tratado bastante de una forma bastante despectiva últimamente.

—¿Estás de broma, verdad?

Las cuatro chicas negaron con la cabeza. Shinpachi sólo alzó los hombros en señal de ignorancia.
Mi hoobae me miraba con una amplia sonrisa de victoria. Me daba indicios de que quizá sí era un venenoso y empezó a llenarles la cabeza de ideas a las demás. Pensar en que ellas supieran lo que pasó entre nosotros dos me daba escalofríos, pero al prometerme dejar ir el amor que siento por él, lo que menos quería era mostrar sentimientos hacia él. 
Evitarlo era lo que más funcionaba, aún así no podía permitirme faltar tanto a clases y en algún punto tendría que tenerlo nuevamente frente a mí, peleando probablemente.

—Lo lamento, Choi —dije—. Lamento que seas tan llorón y te escudes detrás de mujeres. Anda a pedirle humillaciones a tu novio. Yo no estoy de humor.

—¡Jaebeom!

—¡Silencio allá atrás! —gritó la profesora ante el grito de mi equipo.

—No dije nada que no sea cierto —respondí a las demás.

—No se preocupen chicas —dijo el susodicho—, Jaebeom sunbaenim es igual o más llorón que yo, por eso no entra a clases y se esconde en el edificio de maestría para evitar verme.

«¿¡CÓMO SABES QUE ALLÁ ESTABA!?».

—No es cómo que te tenga miedo, Choi —respondí mirándolo severamente, él no me fue indiferente.

—Nunca dije que fuera miedo —añadió—. Pero si así lo quiere llamar, sunbaenim.

—Yo le llamaría "evitar los problemas".

—¿Ahora soy un problema?

—Nunca dije quefueras un problema, sólo que los traes.

—Jaebeom senpai, Kawauso-kun, por favor, no es el momento —intervino Shinpachi.

—¿Yo le traigo problemas a usted? —Choi Youngjae se puso de pie haciendo caso omiso de lo que Shinpachi dijo.

—Vayan a pelear afuera antes de que la profesora nos reprenda —agregó el japonés serenamente aunque también parecía que estaba apunto de perder los estribos.

—No, no vale la pena —respondí—. No es como si una discusión con él vaya a llegar a alguna parte.

—¿Cómo es que no se muerde la lengua?

—Muérdemela tú.

—Muérdemela tú

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now