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¿¡Dónde estás oppa!? —exclamó la líder de mi equipo del otro lado de la llamada—. La profesora acaba de entrar al salón y sabes que ella ni termina de sentarse en su escritorio cuando ya está tomando asistencia.

—Salí tarde de mi casa y me recibió el tráfico, ya sabes cómo se vuelven las calles los lunes. De cualquier forma ya estoy llegando a la universidad —respondí bajándome del auto—. ¡Gracias, mamá! Nos vemos en la tarde —le dije a mi madre que me extendió mi almuerzo por estar a punto de olvidarlo.

—¡Ten un lindo día, Beommie! —clamó—. ¡Te amo! 

—¡Yo también! —respondí tomando mi mage-wappa y corriendo hacia mi facultad.

Era gracioso que cuando mi padre nos llevaba a la universidad a mi hermano y a mí, nos deseaba un buen día, realmente era un buen día. Pero cuando mi madre lo hacía pasaba algo fuera de lo normal, no necesariamente malo ya que en una ocasión en la que ella lo hizo me cancelaron todas las clases. 
Ahora esperaba que sucediera lo mismo.

¡Qué lindo eres con tu madre! —dijo emocionada—. Mi madre sólo me lanza a cuatro cuadras de la universidad y me da un yogurt de almuerzo.

—Ese no es el tema, Yongsun, ¿la profesora ya está tomando asistencia? Dile que estoy por entrar a la facultad en caso de que me mencione.

Amm. Creo que aún tienes tiempo, parece que va a presentar algunos chicos nuevos de intercambio. Si quieres un consejo, dile a un profesor que te ayude y te traiga hasta acá explicando tu situación, yo hago eso todo el tiempo. Sólo apresúrate que tengo que terminar la llamada. 

Ese quizá era el Efecto de Mamá, como lo llamábamos Jaesang hyung y yo.
Ella nos llevó a la escuela, por lo que era probable que algo extraño sucediera. Quizá en esta ocasión era tener la fortuna de llegar tarde a clase sin que me afectara.

Era la primera vez (pues era la segunda semana de clases) que llegaba tarde. Normalmente al ser la primera ocasión en la que pasa, los profesores tienen algo de consideración con los alumnos y les dejan entrar, pero debía llegar antes de que tomara asistencia para que no me lo contara como un retardo y sí como una asistencia completa.
Charlar con mi hermano en la mañana nos hizo salir de casa literalmente cinco minutos tarde y eso fue tiempo suficiente para ir en camino justo cuando se forma el tráfico. 

Afortunadamente y para mi consuelo, Hyejin, una de las integrantes de mi equipo también iba tarde e incluso caminaba lento mientras comía un sándwich como si no hubiera nada de qué preocuparse.
La alcancé con evidente prisa y aún así la morena chica continuaba caminando con paciencia sin inmutarse o mostrarse preocupada de tener un retardo en su historial o incluso una falta total.

—Ah, buenos días, Jaebeom oppa —dijo quitada de la pena—. ¿Cómo estás?, ¿gustas una mordida de sándwich de huevo y lechuga?

—Buenos días, estoy bien y no gracias, provecho —respondí—. ¿No te has percatado de que vamos tarde?

—La profesora nos da diez minutos de tolerancia, por lo que no hay problema. Aproveché para desayunar y así llego a clases con energía y sin morirme por las agruras —replicó antes de devorar el último bocado de su desayuno.

—Tienes un punto, al menos.

La parte de atrás de mis piernas y trasero dolían por haber caminado tan deprisa y subir las escaleras de la facultad lo más rápido que pude. Iba al gimnasio con mi hermano en ocasiones, pero la condición física que había adquirido del servicio militar disminuyó un poco tras las vacaciones.
Después de subir hasta el piso indicado y llegar a nuestro salón de clases, la profesora nos indicó esperar un minuto en lo que integraba al último alumno nuevo en un equipo.

I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now