彼女

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Yo era feliz.

Fue difícil mantener mis calificaciones sin estudiar, pero tengo una buena capacidad de retención de la información. Choi Youngjae sí debía de estudiar un poco más con resaca y con quince duchas encima para quitarse el olor a alcohol. Por lo que acordamos dejar de beber hasta las vacaciones.

El presidente del club de música lo buscaba de vez en cuando, pero los amigos de Choi Youngjae no lo dejaban acercarse mucho por lo que me mantenía calmado.

Entonces llegó el momento.

Me encontraba con mis amigos en el salón de clases, sí, también con el que llamaremos Traidor. 
Mi novia entró sonriente con un par de jugos cuando notó los murmullos por parte de los otros compañeros. Nada discretos, por cierto, principalmente las chicas.

—¡Hey, Jaebeom-ssi! —exclamó uno de mis compañeros—. ¿No te parece que apesta a zorra?

Las chicas reían con sorna y cotilleaban entre ellas. Sabía que por el tipo de cultura el acoso sería algo pesado, y por un momento me arrepentí, pero ver al Traidor y recordar la foto me hacía entender que quizá era lo mejor.

Mi novia me miró confundida, pero no le dio importancia y me extendió el jugo.
Mis amigos trataron de disimular la incomodidad y repudio que le tenían al par. Yo me mantuve neutral, no quise decir nada.

—¡Hey, hey, Jaebeom oppa! —llamó una chica—. ¿No sabes la verdad o eres tonto?

Sólo asentí con una expresión intentando demostrarle "estoy al tanto, pero quiero mantener el perfil bajo".

Le decían un par de cosas al Traidor también, sin embargo, uno de ellos dio información de más:

—¡Voy a la cafetería, Amante de lo Ajeno-ssi! ¿No gustas algo?

—¡Creo que yo sé qué es lo que quiere exactamente! —exclamó una chica mirando con obviedad a mi entonces pareja.

Mi novia miró de reojo al Traidor asustada. De la misma forma me miró a mí, yo sólo le sonreí.

—Jaebeom —me llamó el Traidor nervioso—. ¿Qué se traen esos?

—Dímelo tú —respondí sorbiendo por la pajilla del jugo que ella me había entregado.

Me puse de pie de mi pupitre para salir del aula sintiendo como ella tiraba de la manga de mi suéter para intentar detenerme durante todo el camino.

—¡Puedo explicártelo! —exclamó entre lágrimas.

—¿Explicarme qué? No recuerdo haberte pedido explicaciones de nada.

—¡De lo que pasó en el salón! —añadió—. Esas cosas horribles que todos están diciendo son mentira.

¿Será posible? En ocasiones yo deseaba que realmente fuera una mentira, pero creo que una imagen habla más que mil palabras, ¿no es así? 
Ahora yo era feliz con alguien más y no quería saber nada de ella.

—Explícate entonces —dije deteniéndome a medio pasillo—. Habla.

—Aquí no, por favor, en un lugar más privado.

Al parecer los susurros y cotilleos no le daban indicio que al menos todos los de último año estaban al tanto de la situación. Aún así la seguí hasta dónde sea que ella tuviera que llevarme. 
Fuimos hasta detrás del edificio de los de segundo año y ella procedió a tratar de explicarme con mentiras y cuentos que solamente dentro de su cabeza sonaban bien puesto que al salir de su boca no había coherencia alguna.
Saqué mi teléfono, ella creía que estaba jugando y que no la estaba tomando en serio, pero lo que hice fue enviarle las varias fotografías que me había enviado mi amigo antes.

I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now