四十四

35 10 1
                                    

—¿Por qué no puede quedarte claro que hay personas que te aman? —preguntó mi hermana antes de que yo diera por terminada la conversación—. ¿Por qué te es tan difícil entender que no debes lidiar las cosas por tí sólo? ¿No te hemos demostrado que estamos para tí lo suficiente como para que en cuánto algo te suceda puedas acudir a nosotros?

—Dejemos que esto muera, Jaehwa, por favor.

—¿Es porque soy menor que tú y Jaesang oppa? A él le cuentas más cosas que a mí. ¿O es porque soy una chica? Porque noto que no tienes problemas en decírselo a tus amigos. ¿No te soy de ayuda?, ¿crees que no tengo lo suficiente para escucharte y tratar de aconsejarte?

No me dejó responder siquiera. Se puso de pie y se dirigió a la puerta.

—No te molestes en tratar de explicarme nada. Ahora que sé la verdad, puedo dormir un poco más tranquila. Pero si insistes en tragarte toda tu mierda y pudrirte con ello, por mí hazlo, de cualquier modo fue tu decisión —antes de marcharse, me miró iracunda—. Jaesang oppa te adora al igual que yo, ¿no te es suficiente? Porque te apuesto a que si hubieras sido honesto desde un principio y el nombre de Youngjae oppa se hubiera mencionado, Jaesang oppa jamás se hubiera fijado en él una vez conociéndolo.

Y una vez más, la culpa recayó sobre mí.
No importaba qué tanto intentara buscar una salida de la cual yo saliera impune de todo lo sucedido, siempre terminaba siendo el culpable de cada decisión tomada. Un efecto mariposa. Ayudar a mi hoobae en aquella parada de autobús me hizo conocerlo; pude escoger no acercarme a él, pero lo hice; pude no haberme vuelto más cercano a él, pero lo hice; pude haber intentado sanar primero antes de salir con él; pude haberle contado todo a mi familia; pude haber evitado con sólo una decisión en cualquiera de esos momentos y las cosas habían resultado diferentes para mí, para él, para todos.

Mi hermana menor logró que me percatara de que no importan todas las mierdas que sucedieron durante la preparatoria, si ellos supieran de Choi Youngjae, las cosas serían distintas actualmente.

—Quizás —dije para mí mismo—. Sólo así, Jaesang hyung y Choi Youngjae pudieron conocerse. 

Subí a la litera de arriba, me cubrí con las mantas y abracé fuertemente el álbum de fotos.

—El destino es gracioso, ¿cómo es que pone personas para ser la puerta al verdadero destino? —me giré hacia la pared, cerré mis ojos—. ¿Por qué yo fui esa puerta y no pude ser el destino?

Traté de ir dispersando mis pensamientos al sentir el ardor en mi nariz.

—Era posible que quien se encargó de mi historia no fuese el destino. Fue obviamente el karma.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Ve a buscarme cuando terminen tus clases —dijo Jinyoung en la puerta de mi salón de clases—. Tenemos qué hablar sin falta —no sabía si halagarme porque era la primera vez que salió del edificio de posgrado a buscarme o enojarme por lo mismo. Pero que me haya pedido buscarlo me preocupaba enormemente. Aunque por otro lado, el motivo de su petición podría deberse a lo que escuchó cuando me llamó por teléfono mientras que yo estaba en el auto acompañado. De ser así, procuraba no darle importancia. 

I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now