I guess this is KARMA [2Jae]

二十七

—Si hay algo en lo que pueda ayudarles, no duden en decírmelo ya que estoy seguro de que es así.

El psicólogo de nuestra facultad hizo finalmente su debut. Después de cinco semestres, vaya. Escuché que hay egresados que aseguran que no sabían que había un psicólogo encargado del alumnado de la facultad que no fuera la de psicología. 
Estoy totalmente de acuerdo con ellos. 

—Su profesora insistió en que tratara de solucionar los conflictos entre ustedes dos. Aunado a que sus compañeros de equipo estuvieron de acuerdo con ella.

—Están exagerando —dije—. De hecho, creo que toda esta situación es bastante exagerada.

—No creas que están aquí porque creemos que están locos, Jaebeom, es sólo que la profesora Yah siempre ha sido de preocuparse por sus alumnos, si es su primer semestre con ella pues notarán que siempre está en contacto conmigo —respondió el apuesto hombre castaño con una sonrisa amable, ajustando sus gafas—. Ahora, sé que se rehúsan a decirme lo que sucede entre ambos, no he ganado su confianza, pero si en algún momento cualquiera de los dos quiere tener una sesión más personal no dude en venir.

—En serio, todo está bien —apoyó mi hoobae—. Nos conocemos de hace tiempo y es normal que nos tratemos algo pesado de vez en cuando.

El psicólogo arqueó una ceja, evidentemente dudando de todo debido al contexto.
Sobó su boca y barbilla con la mano derecha de la cual su codo se encontraba apoyado en el escritorio. Pensando. Quizá en cómo persuadirnos para soltarlo.

—A principios de semestre, un chico de último semestre que está realizando sus prácticas profesionales en la coordinación de la carrera se acercó a mi despacho a decirme que un par de "desconsiderados" se pelearon en el baño de hombres —dijo cliqueando su pluma de botón lentamente, como un desesperante cronómetro—. Aludió haber escuchado temas de perdón, abandono, olvido, desamor, ruptura y otras desilusiones que van de la mano con el término de una bonita relación de años atrás. Algo sobre unas fotos, el sufrimiento -probablemente debido a eso- y que no dejaban de culpar a uno de los dos involucrados.

Sudé frío. 
Puedo asegurar con total seguridad que molestar a Choi Youngjae estaba por convertirse en mi pasatiempo para hacerle enojar y gritarme cosas que me hicieran odiarlo. Pero el que un profesor, o peor aún como este caso, un psicólogo esté al tanto de nuestra situación era dar un paso hacia atrás. Era tener que acudir a sesiones de terapia estúpidas para verlo frente a frente y escuchar un: "es tu turno de decir lo que sientes". Si bien en algún momento pensé en tomar terapia, no sería con la persona a la que más quería besar en la tierra.

Hacerlo enojar era divertido ya que charlar con él era agotador. Y cualquiera de las dos era conflictiva ya que debía acercarme a él. ¿Una terapia a su lado?, prefiero que se bese con su novio frente a mí hasta que mi estómago y corazón entiendan que ya no es para mí. O que nunca lo fue.

—¿Qué tiene qué ver eso con nosotros? —inquirió mi contrario—. Si fuera a salir con un hombre, sería con alguien agradable y amoroso, ¿no cree? No con un tarado.

—No puedes salir contigo mismo, Choi.

El psicólogo sonrió ampliamente. Dimos en el clavo, para él.

—Quizá no hayan sido los de aquella ocasión, o quizá sí. De cualquier forma, no les quitaré el ojo de encima. En sus pleitos no se tratan de ofensas entre amigos, hay motivos ocultos detrás de sus palabras y no hay que tener un título en psicología para darse cuenta —anotó algo en su libreta—. Los veo aquí cada dos viernes a las tres de la tarde. Si llegan a faltar, me encargaré de que les quiten créditos optativos.

—Eso es jugar sucio —le indiqué sonriendo—. Le aseguro que entre Choi y yo nunca ha pasado nada. Nos conocemos desde años atrás y nos volvimos a encontrar hace poco. Además, lo del baño no tiene lógica ya que cuando yo lo conocí en aquel tiempo me encontraba en una relación y actualmente él está en una. ¿Nunca ha visto a un par de chicos bromear entre ellos?