二十四

77 15 3
                                    

—¿Qué gana con eso? —inquirió Choi Youngjae caminando detrás de mí—. La experiencia que ambos conocemos con ese tipo de chicas no es la mejor. ¿Cuál es el afán de involucrarse con personas que evidentemente sólo piensan jugar con usted?

Me giré, harto, torciendo la quijada en un gesto en el que torcí la boca. Suspirando, miré de la ventana del pasillo paseando mis ojos en un rápido movimiento hasta los suyos. Quise demostrar lo enfadado y cansado que estaba del tema.
Retrocedió unos centímetros, no mucho, pero su mirada vacilaba hacia la mía, nervioso probablemente.
Sé que cuando me enojo puedo ser algo tosco, e incluso hablo muy golpeado. Debido a eso, intenté relajarme aunque fuera un poco, principalmente por su expresión.

—La experiencia que ambos conocemos, como dices, fue mía —respondí con molestia, estaba calmado pero realmente molesto—.  No tiene porqué interesarte con quien me relacione o deje de hacerlo. Te recuerdo que acordamos mantenernos de bajo perfil y te exaltaste en el salón de clases, contradiciendo todo.

—Eso no significa que deje de preocuparme por usted.

—¡Pues deja de hacerlo! —exclamé haciéndolo recargarse en la pared del pasillo, apoyé mi brazo sobre su cabeza—. Choi Youngjae, en estos momentos no tienes idea de todo lo que está pasando por mi mente cuando te veo, cosas buenas, cosas malas. Si esa advertencia del sábado respecto a que ya encontraste a alguien es realmente sería para tí, deja de hablarme y de involucrarte conmigo.

—Solamente... estoy preocupado por usted.

No sé. Realmente no sé de dónde salió tanto descaro de mi parte para decir eso. No lo pensé, no lo practiqué ni siquiera sé de dónde saqué el valor de poder hablarle mirándolo a los ojos.
Pero no estaba nervioso, no me sudaban las manos, no me dolía el estómago. Sentía caliente la cabeza y mi corazón latía al mil por segundo. Era por el enojo, era por la aversión hacia su preocupación por mí. No quería su amabilidad, no quería que me viera con esos ojos.

—Déjame en paz —añadí, suavizando mi voz—. Por favor. Trátame mal si es necesario, no me dirijas la palabra o siquiera la mirada. Necesito que me recuerdes lo que hice.

—Usted no hizo nada malo.

—Debo seguir creyéndolo. 

—No quiero verlo sufrir por algo que no fue.

—Entonces déjame solo. 

Me separé de él dispuesto a ir hasta la salida. Evitando firmemente las ganas de voltear a verlo, de regresar corriendo y abrazarlo para posteriormente decirle que lo amo, que no importa que tenga a alguien más pues estoy dispuesto a enamorarlo nuevamente y hacerlo feliz sin importarme que tenga que arrebatárselo a otro.

—¿Sabe lo doloroso que es que una persona importante le diga que se olvide de él? —inquirió hacia mi espalda.

—Sí. Lo hiciste el primer día que nos volvimos a ver. Ahora, cumple tu parte.

—Al menos prométame que tratará de no meterse en líos y que cuidará de usted si no me permite a mí hacerlo.

—Eso a tí no te incumbe, Choi —respondí sin voltearle a ver—. Suficiente tengo con saber que estás en una relación para sumarle el hecho de que tenga que prometerte o deberte algo. No te conozco ni tú a mí. Es todo. 

Esa fue la última conversación que tuvimos.
Saliendo de ese pasillo, fui a con Jinyoung y le conté todo. Me dijo que quizá era un poco exagerada mi reacción, pero qué fue lo mejor poner un límite nuevamente entre los dos. Dejar las cosas claras entre ambos, e incluso llegar a desagradarle, haría que él entendiera que hay una línea que no debe cruzarse y que mis sentimientos hacia él continuarían si no se tomaba distancia. 

I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now