I guess this is KARMA [2Jae]

五十四

Shinpachi bajó del auto sin dar más detalles de lo que sucedió. Agradeció el aventón con una elegante reverencia y entró a su casa. La incógnita que navegaba por mi cabeza era si uno de mis mejores amigos y él tuvieron sexo. No podía imaginarme a alguien como Shinpachi junto a alguien como Hyukwoo hyung. Era raro y totalmente incompatible. 
Inconscientemente trataba que ese fuera el tema predominante en mi cabeza hasta que el chico de cabeza azul bajara de mi auto. Sabía que estaba molesto provocándome una satisfactoria sensación de felicidad. Aún así, debía mantenerme imparcial y buscar tener las conversaciones más sencillas posibles con él.

Miré a mi hoobae por el espejo retrovisor. 

—No tengo idea —dijo secamente al percatarse, refiriéndose al tema con Shinpachi—. Gracias por el aventón, no era necesario dejarnos hasta acá.

Jinyoung, que estaba a su lado, nos miraba confundido.

—Preferí traerlos a casa que dejarlos en la estación. Así me aseguro de que lleguen bien.

—Gracias —musitó con la misma frialdad en su voz.

Bajó del auto rápidamente con torpeza por todas las cosas que cargaba. Jinyoung bajó para ayudarle cargando la comida y su carpeta caminando hasta la puerta de la casa.

—Ah, Choi —le llamé—. ¿Estás libre este sábado?

Me miró asombrado. Una sonrisita quería dibujarse en su rostro, como si quisiera ocultar lo feliz que lo hacían mis palabras. Todo el viaje mantuvo una expresión de disgusto y molestia. Yo quería pensar que se debía a que se sentía excluido más allá de tener celos ya que lo último que yo quería ocasionar era que mi hoobae y Shinpachi se enemistaran. 
Aunque no podía negar que sentir que él sintiera celos por mí me hacía ligeramente feliz.
Puedo denominarme a mí mismo como un engreído por admitir que sentirme necesitado por él o que él pueda tener ese sentido de posesión por mí, negarlo no es mi intención en absoluto.

—¿Por qué lo pregunta? —inquirió en un tono meloso acercándose a mi auto—. ¿Tiene planeado invitarme a salir?

Me estaba poniendo nervioso, realmente nervioso.

—Quiero ajustar unas cuentas contigo. Nada malo, sólo dejar claro algunos asuntos pendientes antes de que el semestre acabe y tengas que irte.

Sonrió. Ahora en su totalidad.

—Dígame el lugar y la hora.

—¿No tienes qué salir con mi hermano? —me sentía sucio de sólo preguntarlo.

—No. Estoy libre.

Asentí sonriendo.

—Yo pasaré por tí. A las nueve de la noche.

—¿En la noche? —preguntó más contento que asombrado—. Está bien. No tengo inconveniente alguno.

Me dedicó una linda sonrisa y se giró para entrar a su casa.

Quería despedirme de él. Despedirme de su amor y agradecerle lo feliz que me hizo aunque fuera por muy poco tiempo. Decirle que lo amo y que le deseaba suerte. Mostrarle mis sentimientos y que él me mostrara los suyos.
Finalmente decirle adiós. Pero sentía que lo estaba haciendo demasiado pronto, que lo mejor hubiera sido hacerlo uno o dos días antes de que tome su vuelo. 

Se lo comenté a Jinyoung en el camino a casa.

—Hazlo cuando esté por irse —respondió—. El semestre aún no acaba y podrías bajar su estado de ánimo considerablemente. Mantén tu distancia como lo has hecho hasta ahora y espera a que sea el día indicado. Por el momento no es conveniente para nadie.