Séptima estrofa

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Y entonces terminé la canción.

La última estrofa llegó a mi mente en el momento en el que me percaté que él ya no estaba.

No pude escribirla junto a las demás estrofas ya que él se había llevado mi libreta por lo que la escribí en un papel y con la ayuda de unos chicos de la facultad de música la grabé con una melodía simple y nostálgica que era acompañada de una armónica.

Y canté la primera estrofa: Si te das cuenta, ya no estás a la vista, pero sigues estando, ignorando las huellas que dejas.

Que simbolizó para mí su presencia en su ausencia.

Y canté la segunda estrofa: Te miré fijamente, me pregunto si sólo me estaba mirando a mí mismo reflejado en tu pupila. No sentí ningún roce y estaba justo a un lado, pero no lo sentí.

Cuando llegó junto a su amor disfrazado de indiferencia.

Llegó la tercera estrofa: La habitual luz deslumbrante entra desde la cortina abierta, y aunque las sombras son pequeñas no puedo evitar sentirme oscuro el día de hoy.

Donde su luz estaba presente en la oscuridad que había en mí. No podía tener optimismo donde el pesimismo era todo lo que miraba. Pero curiosamente llegó la cuarta estrofa:

Aquella ropa que me quité sigue en la cesta, acumulándose en la cesta al igual que mis sentimientos.

Cuando me di cuenta que las cosas no cambiaban de mí hacia él. Nunca lo hicieron.

Entonces, me percaté que la última estrofa era lo mismo que mi historia: repetitiva. Resumía perfectamente mi situación ya que entre cada estrofa que representaba -al menos para mí- una etapa en nuestra relación, el pensamiento de que el karma era el escritor de esa parte de mi vida fue una constante.

No era una estrofa más, era el coro. La parte que más se repite de una canción. La parte que más se repite en mi vida: Yo solía ser tu amante. Ahora es sólo otra mañana solitaria. Supongo que esto es karma. Quiero seguir amándolo. Pero otra vez, aún quiero tocarte. Supongo que esto es karma.

"Si te das cuenta, ya no estás a la vista, pero sigues estando, ignorando las huellas que dejas.

Te miré fijamente, me pregunto si sólo me estaba mirando a mí mismo reflejado en tu pupila.

No sentí ningún roce y estaba justo a un lado, pero no lo sentí.

Yo solía ser tu amante. Ahora es sólo otra mañana solitaria. Supongo que esto es karma.

Pero otra vez, aún quiero tocarte. Supongo que esto es karma".

Lo canté en japonés porque lo canté para él. Batallé en hacerlo, pero lo conseguí con ayuda de alguien que sabía el idioma y pudo orientarme.

"La habitual luz deslumbrante entra desde la cortina abierta, y aunque las sombras son pequeñas no puedo evitar sentirme oscuro el día de hoy.

Aquella ropa que me quité sigue en la cesta, acumulándose en la cesta al igual que mis sentimientos.

Yo solía ser tu amante. Ahora es sólo otra mañana solitaria. Supongo que esto es karma.

Pero otra vez, aún quiero tocarte. Supongo que esto es karma".

Y pensé en enviársela para que pudiera escucharla. Pero en cuánto miré que leyó mi mensaje diciéndole que terminé la canción supe que ya había arruinado bastante su vida.

"Terminé la canción", escribí.

"Te amo", añadí.

No miré si respondió. Y no volvimos a hablar.


I guess this is KARMA 

FIN

FIN

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I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now