短編: 嫉妬と嫌い

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Los malos entendidos siempre arruinan las cosas y a veces toda consecuencia de ello puede solucionarse hablando. 

No hablé con mi amigo, hablé con la otra persona después de encontrarla en una tienda comprando artículos de Navidad. Lo reconocí por su cabellera blanca y afilada sonrisa. No sonreía, sólo lo hizo una vez hablando por teléfono.
Cuando me acerqué presentándome y preguntándole si podía charlar con él no se veía muy convencido. Al cabo de unos minutos, accedió si yo le invitaba un café.

Culpa. Todo alrededor de su relato era sólo culpa. 
Derivado de los hechos ya conocidos, su versión de la historia arrancaba de inseguridades y culpas originadas por el contexto en el que su pareja se encontraba. Enterarse de su infidelidad fue la gota qué derramó el vaso y finalmente todo se quebró. Pero según sus palabras: "Nada estaba más roto que mi espíritu". Para mi sorpresa, una de las preguntas que más me asombró escuchar de él fue: "¿Estarías dispuesto a perdonar una infidelidad para que la otra persona no se vaya?". 

Es difícil escuchar la clase de cosas que una persona con baja autoestima haría. Aunque sé que otra persona aparte de las dos involucradas terminó más dañada por soportar ser intermediario, me afectaba ver cómo alguien podía ser capaz de mucho por no estar solo. 
Mi amigo celaba al "tercero en discordia" por los motivos equivocados. Los celos son señal de inseguridad. 

Inseguridad. He ahí la razón de todo.

Continuando con la historia, él me decía que cuando se enteró de que todo era mentira quiso abrazar nuevamente a su ex amante. Decirle que todo estaba bien y que nunca lo odió. Que el odio era hacia sí mismo por no defenderlo en un principio cuando desde siempre confió en él. Que no esperaba que las cosas volvieran a ser cómo antes porque ya había muchas piezas rotas que por más que quisieran pegarlas nuevamente siempre habría huecos.
Sólo quería estar para él como no lo hizo en un principio y pedirle perdón. Pero ya no podía, sentía que ya no tenía razón de continuar relacionándose.

Le dije que aún podía tener una conversación con él y demostrarle que estaba arrepentido. No para intentar una relación, si no para sanar lo que esta última dejó.

"No sería conveniente, porque si intento juntar todas esas piezas para poder formar algo que permita que me disculpe, terminaré cortándome".

Sé que hice mal en no respetar su decisión puesto que llamé a mi amigo en secreto para que llegara al mismo sitio con la excusa de que necesitaba su ayuda en algo. Alguien tan servicial como él jamás diría que no.

Entonces se encontraron.

Y antes de que las palabras se alcanzaran, las lágrimas se saludaron.

No puedo describir el ambiente, sólo sé que sentí alivio.
Hablaron, hablaron mucho. Hablaron del pasado y de lo mucho que lo sentían. Hablaron de lo sucedido y la culpa que ambos cargaban. E hicieron las paces. Y se perdonaron mutuamente. Uno lloraba de tristeza y el otro lloraba de paz. Uno pregonaba la culpa y el otro perdonaba aunque alegaba no tener qué perdonar. Recordaron promesas, revivieron sucesos y lamentaron lágrimas. 

"Mamá quiere saber si aún deseas ir a casa para Navidad", le inquirió mi amigo a su sollozante ex amante. El contrario asintió tratando de que sus manos fueran suficientes para limpiar sus lágrimas.

¿Así de fácil? No, fácil es hablar. Lo difícil es hablar con el corazón.
Les tomó dos años volverse a encontrar. Les tomó dos años para que las cosas se alinearan y todo tuviera una explicación. Les tomó dos años hablarlo correctamente y hablarlo honestamente.

Les tomó dos años y aún así se perdonaron.

¿Qué será de ellos? No lo sé. A uno lo no conozco mucho y aunque al otro sí, el corazón es quién decide. 
Yo estaba feliz de que tan siquiera expusieran sus emociones, con eso podíamos incluso ganar un amigo más.

Y en cuestión del tercer involucrado. Bueno, él obtuvo un mejor amigo del menor de todos. Ahora es feliz.

El primer par aún no puede reunirse, no totalmente. Pero mi amigo me dijo qué están yendo juntos a terapia.
Fue agradable de saber, y aunque el futuro de todos sea incierto me gusta pensar que una vez se acabe el año las cosas no dejarán de mejorar.

Cuento corto: Los celos y el odio, FIN.

Cuento corto: Los celos y el odio, FIN

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I guess this is KARMA [2Jae]Where stories live. Discover now