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Había regresado de ver los jardines junto a Craig y Revna quien se había vuelto mi mano derecha en esto del asunto de la cena de año nuevo, la cual sería en una semana.

—Agda ¿se encuentra el emperador? 

—Si su majestad pero esta en junta... toda la tarde la tiene ocupada

—De acuerdo, entonces comeré sola en el comedor del ala oeste— dije mientras me quitaba mis guantes de cuero café y los dejaba sobre la mesa de la entrada del palacio.

Degustaba un delicioso platillo mientras los sirvientes de mi alrededor estaban al tanto de lo que quisiera.

—Agda podrías traerme a Wilhem, necesito hablar con él

— Si su majestad

— Mas bien, dile que lo veo en mi salon privado, es un asunto importante

— Si su majestad— dijo la joven de cabello rubio platinado.

Termine mi comida y a paso veloz me dirigí a mi salon privado, ahí ya se encontraba mi confidente, Wilhem—¿Quiere hablar conmigo, su majestad?

— Oksana, por favor— dije mientras le sonreía— Ya somos iguales— dije en un susurro, pues nadie sabía que yo le había otorgado su libertad. El hizo una sonrisa disimulada y tomó asiento junto a mi.

—Quisiera pedirte un favor Wilhem

—Dígame, qué tengo que hacer

— Pero antes tienes que prometer que no dirás nada

— Si Oksana

—De verdad, a nadie, ni siquiera a Agda, mucho menos a Iorak

—Si Oksana, lo juro

—Esta bien... quisiera hacerle un regalo a Iorak, pero será una sorpresa, por eso no puedes decir nada... se que aquí todos dicen todo, como Agda; en verdad que esa niña parece más confidente de Iorak que mia, por ella el sabe todo de mi— dije riendo.

Wilhem disimulo una sonrisa y solo se limito a preguntar—¿De que se trata este regalo sorpresa?

— Necesito que busques el mejor pintor de toda la capital, quiero regalarle un retrato a Iorak. He visto que en el palacio solo hay pinturas de su padre y otros emperadores, pero ninguna de el... quiero que el tambien tenga una— cuando platique mis ideas Wilhem parecía contento.

—Cuenta con eso, conseguiré al mejor pintor

—Pero recuerda no debes decir nada, incluso cuando lo traigas aqui, el debe pensar que lo traje para restaurar las antiguas pinturas, no le digas mas

El asintió con una enorme sonrisa y se puso en pie

—Gracias Wilhem

—De nada Oksana

Las invitaciones ya habían sido enviadas a toda persona importante del imperio, para celebrar con nosotros la bienvenida al año nuevo. Incluso las costureras ya habían comenzado a diseñar el vestido que usaría aquel día, que cada vez se acercaba más.

Me dirigí a mi habitación, cuando en eso al final del pasillo veo Iorak junto a su clan, los Volvky; el los dejo atrás y camino hasta mi.

—Oksana

—Iorak— dije con una voz suave

—Primero antes que nada quiero disculparme por estar tan ajeno a ti, se que nos hemos visto muy poco, pero sabes los asuntos que hay que arreglar

—No tienes porque disculparte, yo tambien he estado muy ocupada

—Me gustaria verte esta noche— dijo serio pero jugando con los dedos de sus manos discretamente.

—Claro, entonces nos veremos por la noche— dije con las mejillas rojas, él pareció notar mi nerviosismo y solo me dio un beso en la mejilla para después regresar con su clan.

Agda me baño y perfumo para mi visita con Iorak, quien me recibió en su habitación, parecía ya esperarme. Cuando nos vimos los dos nos acercamos a besarnos apasionadamente, él buscaba mis labios como si estos fueran vida. Ni siquiera tuvimos tiempo de llegar a la cama, con sus movimiento sutiles me tomo en el piso de la habitación. No me importó el frio ni la dureza del piso, yo solo lo queria a el y el a mi. 

Después de aquel acto el me cargo hasta la comodidad de la cama, ahí me acosté junto a él y  comenzó a platicarme que es lo que había estado haciendo estos días, me gustaba escuchar su voz y me gustaba aun mas que el me tenia la confianza para contarme todo lo que ocurría en su día a día. Como él había prometido, dormimos juntos, pues él no quería volver a dejarme ir a dormir sola por esa estúpida regla de que el emperador y la emperatriz debían dormir separados y solo verse cuando el emperador lo desee. A decir verdad Agda me dijo que esta sería la primera vez en toda la dinastía que un emperador hacía eso... y lo hizo por mi.

A la mañana siguiente me encargue junto a Revna de revisar los últimos detalles pues al día siguiente sería el gran día, ambas con enormes abrigos salimos a los jardines a revisar que las decoraciones ya estuvieran listas. El frio había llegado a su pico, este siempre era el día más frío de todo el año según Revna y Craig que ya parecían estar acostumbrados, pero yo en verdad que traia muchas capas de tela para protegerme del helado invierno.

—Su majestad, Agda me indico que su vestido está listo y la espera en su habitación— dijo Revna mientras caminaba junto a mi de regreso al palacio.

—Gracias Revna, quisiera preguntarte algo

—Sí, dígame su majestad

—¿No me ha llegado correspondencia?

—No su majestad, me temo que la última que recibió fue durante la gira

No dije nada y solo hice una pequeña sonrisa, para aproximarse a subir los escalones nevados del palacio. Habían pasado meses desde la última carta de Plutarch, comenzaba a preocuparme por su bienestar, pues lo último que dijo fue que Octavius había puesto un precio a su cabeza. Pase el resto de la tarde pensando en Plutacrh decidiendome por si debía escribirle... si seguía vivo.

—Su majestad vengo a cepillar su cabellera — dijo Agda entrando a la habitación.

—Adelante— dije mientras me sentaba a la orilla de la suave cama, me puse la bata de terciopelo gris encima y Agda tomo mi cepillo de plata, para después comenzar a cepillar mi larga cabellera rubia.

En silencio ella pasaba el cepillo por mi cabello, yo me concentraba en mi respiración, en verdad que este era mi parte favorita del día. Mientras las dos guardamos silencio comencé a pensar en nuestra gira y lo agradable que fue, me sentía bien de volver a casa, pero me sorprendió aun mas de llamar este palacio mi hogar y de ver a mi marido como mi familia... mi hogar. Pensaba en Iorak y en cómo me hacía sentir cuando estábamos juntos, en verdad que había comenzado a cambiar su forma de hacer el amor, ahora era cada vez más cuidadoso y no tan egoista con su placer, quería hacerme sentir bien, quería que yo tambien disfrutara.

Mientras pensaba en todas aquellas noches que pasamos juntos de pronto recordé algo

—Agda ¿hace cuanto fue que volvimos de la tribu Lochberg?— interrumpí el silencio de aquella enorme habitación. Agda sin dejar de mover su mano contesto.

— Un mes

—Un mes— susurre

—Agda ¿cuando fue la última vez que sangre?— cuando pregunte Agda dejo de mover su mano y se quedó en silencio.

—Su majestad— dijo sorprendida, entonces yo me voltee para verle el rostro, el cual tenia una expresión de sorpresa

—Agda— dije también sorprendida.

—Está embarazada— dijimos ambas al mismo tiempo—Estoy embarazada 




ROSA INVERNALWhere stories live. Discover now