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Continuamos la cabalgata y todas las mujeres ya habían cazado un animal menos yo, por lo que sentía que todos me miraban con cierta burla disimulada. Entonces el cazador guia dijo casi susurrando —Veo uno, es grande y es un macho— cuando el dijo esto pensé que era mi oportunidad de por fin cazar algo, entonces él se dirigió hacia donde estaba el animal, para acercarnos sigilosamente. 

Comencé a cabalgar hacia el objetivo, cuando vi que a mi costado estaba Lilianka quien también había puesto sus ojos competitivos en el animal, yo furiosa la voltee a ver en forma de que esta se retractara, pero no lo hizo y solo me sonrió. Cuando vi su reacción me hirvió la sangre y saque lo peor de mi.

Comencé a cabalgar de forma rápida, dejando atrás a todos, ahora éramos solamente Lilianka y yo en la pista de carrera por alcanzar el animal. Mi caballo cabalgaba fuerte y veloz, pues el ciervo había comenzado a correr y no dejaría que este se me escapara, cuando de pronto vi que se acercaba Iorak por detrás de nosotras, él no parecía querer cazar al animal pues había dejado su arma de lado, mientras yo ya había tomado mi arco y una flecha para poder posicionarme y dispararle al animal, entonces en eso veo como el bosque comenzaba a cerrarse más y más, pues los árboles bloqueaban el camino. Vi como Lilianka comenzaba a detener su cabalgata. sonreí victoriosa y sabía que el animal sería mío, cuando escuche gritar a Iorak.

—Deténgase

Yo continue mi camino y cada vez golpeaba el costado de mi caballo para que este alcanzara al veloz animal, comenzaba a sentir que las ramas me golpeaban pero no me importaba, yo queria cazar al animal.

—Oksana, déjelo ir, es muy peligroso— me grito desesperado Iorak, pero yo ignore su advertencia y ahí fue cuando lo perdí, en un bifurcación tome el lado contrario al de ellos, pues no pense a donde iba, solo seguí al animal. Escuche como estos tomaron el camino contrario al mío y fue cuando lo vi, el animal estaba a mi izquierda no había árboles que lo cubrieran.

 Posicione mi arco y lance una flecha la cual no le dio, dirigí mi mirada al frente y le pedí a mi caballo ir más veloz a lo que este respondió. Entre todo ese trote y agotamiento volví a posicionar mi brazo con el arco para lanzar la flecha. Le di en la cabeza al animal, orgullosa  sonreí al ver al animal caer y fue cuando voltee hacia enfrente y me tope con un enorme tronco en mi camino. Me sorprendí tanto que grite, mi caballo se paró en dos patas arrojándome hacia la izquierda, haciéndome caer por un pequeño barranco, donde di varias vueltas y caí en el pasto.

Me quede quieta respirando velozmente, entonces abrí mis ojos y me encontré con las copas de los árboles y la nubes del cielo gris. Con la respiración agitada intente sentarme y sentí un fuerte dolor en todo el cuerpo, por lo que comencé a quejarme y a gritar, pasaron unos minutos y nadie respondió a mi llamado.

Con todo el dolor del mundo me arrastre hasta una roca a mi costado y me recargue en esta en forma de asiento, una vez en esa posición vi mis piernas descubiertas y vi que brotaba mucha sangre de una de ellas , entonces vi que había una rama incrustada y fue cuando casi me desmayo. 

Comencé a llorar desconsoladamente por el dolor y por encontrarme sola, pensaba que jamás me encontrarían y que además estaba en medio del bosque perdida. Sin pensarlo más me destine a sacar la filosa rama de madera de mi pierna, a lo que yo grite con un fuerte grito y el chorro de sangre comenzó a brotar; entre mis quejidos y mi forma de cubrir mi pierna pues no soportaba ver mi sangre comencé a cerrar los ojos pues la cabeza me dolía fuertemente, entonces escuche el grito de Iorak.

—Oksana 

Cuando escuche su voz, entre mis quejidos busque gritar y llamarlo, él preguntaba por mi y cada vez más se acercaba mas a mi voz hasta que él y un pequeño grupo de hombre me encontraron tirada con la cabeza sangrando, el pelo sucio de la tierra y las manos rojas de sangre.

—Oksana, ¿pero qué ha sucedido? — dijo llegando hasta la terrible escena. Se bajó de su caballo y corrió hasta mi.

—Caí del caballo y termine aquí

— ¿Está lastimada? — cuando el pregunto esto yo le enseñe mi mano sangrante y el vio mi frente preocupado, a decir verdad jamas lo habia visto tan preocupado, yo sonreí ligeramente y le dije — Esta sangre no es de ahí— entonces descubrí mi vestido y le enseñe mi pierna que chorreaba sangre, cuando le enseñe se escuchó la voz de Lilianka gritar en nordus—Por todos los dioses

Entonces el asustado tapo mi pierna y gritó — Necesito ayuda, la emperatriz está lastimada

Los sirvientes se acercaron a él y uno de ellos le dio una pañoleta la cual amarró por encima de mi pierna, a lo que yo grite y clavé mis uñas en la tela que cubría su brazo, el me intento poner en pie, pero casi me desmayo del dolor.

—Le subiré al caballo— dijo mientras me cargaba, yo llorando le suplique, pues sabía que subirme a esos caballos tan altos me traería mucho dolor, el apenado de mi dolor ignoro mis súplicas y con ayuda de otros hombre me subió; el se monto en el caballo primero y después ellos me pusieron en su regazo, lo cual fue tortuoso pues mi pierna rozaba con su cuerpo, todo el tiempo, entre esas veredas y caminos inestables, yo me sujetaba a él fuertemente mientras sollozaba por el roce de mi destruida pierna con su cuerpo y el trote del caballo, mientras él decía lo siento, una y otra vez.

Llegamos al castillo del rey Jaimich y fue un mártir bajar del caballo, yo no había parado de llorar y suplicar que el dolor parara. Ellos me pusieron en una camilla y fue cuando el curandero me vio. A la habitación solo entro este, su ayudante, Iorak, la reina Annia, la princesa Lilianka y el rey Jamich.
Me descubrieron la pierna y el doctor vio la gravedad de la situación, el esculco mi pierna a lo que yo grite llorando y dijo que me había roto un hueso, entonces las mujeres comenzaron a horrorizarse al ver tanta sangre y escuchar mis quejidos de dolor, pero sus sonidos de pena  comenzaban ha alterarme más, hasta que le sujete la mano a Iorak — Sáquelas de aquí — le suplique, indicación que el acato.

 El curandero que en nordus se le decía Vrach primero limpió la herida y después la cosió, para ponerme unas vendas y decirme que tendría que estar así por un mes, hasta que el hueso se compusiera y pudiera volver a caminar.

Esa noche la pasé en aquella habitación pequeña a la vista del doctor y de Iorak quien no se quería alejar de mí en lo absoluto. Pase la noche quejándome, mientras Iorak me cuidaba.
A la mañana siguiente Iorak preguntó si podía ser llevada a mi habitación, cosa que el doctor permitió. Allí pasé la mañana, tome mi desayuno sola, cuando al medio día me visitó Iorak.

—Siento haberme demorado tanto— dijo mientras se sentaba en la cama.

—No tiene que disculparse

—Me temo que por su situación nos quedaremos aquí hasta que sane, el rey Jaimich nos recibirá y brindara sustento por lo que resta del mes, más yo tendré que continuar la gira y visitar la tribu Tyslia la cual visitamos cuando llegamos a Norduslark, por lo que no hay tanto percance el que no le vean. Después regresaré por usted, esperaremos dos semanas y continuaremos la gira.

—¿Puedo irme al palacio de Nunooh? de verdad prefiero estar allá que aquí

—Me temo que será muy doloroso para usted y necesito que el Vrach le cuide y el se encuentra aqui de cabecera— yo comencé a llorar en silencio y el solo bajo la mirada—Tranquila volveré lo antes posible, intentaré que entiendan que la emperatriz se encuentra en cama y que mi deber es estar con ella

ROSA INVERNALWhere stories live. Discover now