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Tomaba mis clases de nordus la lengua oficial de mi ahora ahogar, cuando entro Agda a la pequeña habitación donde Elsa practicaba conmigo.

—Su majestad le ha llegado mensajería— mientras Agda me hacia una reverencia yo me puse en pie y tome las cartas, para después pedirle a Elsa si podíamos acabar con la clase de hoy, a lo que ella accedió.

Me retire a mi sala común, donde solo yo tenia acceso y me senté a leer las cartas, dos eran de Zelda, que de una u otra forma se las había arreglado para enviármelas a escondidas, pues me explicaba que ahora mas que nunca había espías por todos lados en el palacio y en el reino. Espías de mi hermano. La otra carta era de Plutarch quien me comunicaba lo contento que estaba que yo estuviera lejos de Andúne pues decía que las cosas se habían vuelto mas difíciles con el pasar del tiempo y que mi hermano cada vez estaba mas paranoico con respecto al trono, pues sospecha de una oposición, tanto ha sido su temor que en cinco pueblos mato a 8 jóvenes que creía que eran de la oposición.

Cuando leí esto, aleje mi vista de la carta y mire hacia la ventana mientras observa la naturaleza, apacigüe mis pensamientos y continúe leyendo. Plutarch decía que la oposición existía, pero que estaba muy dispersa aun, pero el tenia el presentimiento que con la llegada de los soldados Nordusk que llegaron a las costas de Andúne las cosas se volverían más severas y que había que esperar lo peor, pues Octavius se enfrentaría a una guerra civil antes que a una mundial, con los otros reinos.

Termine de leer la carta y decidí no responderle, si bien el sabia que no estaba en posición de hacerlo. El escuchar todo esto sobre casa, me partía el corazón, pues mi pueblo no merecía eso, nadie merece vivir bajo el terror.

La cena había llegado y esta vez Iorak si había bajado a cenar junto a todo su clan, un clan era el grupo de guerreros al que eres asignado al inicio de tu formación, este siempre es el mismo. El clan de Iorak se llamaba Volki-lykoi, pero los llamaban los Volvky. Camine entre la gente saludando y hablando con algunos pocos, Iorak me observaba sorprendido pues en poco tiempo mi nordus había avanzado mucho y le sorprendía ver mi otra cara, la verdadera yo, la mujer amigable que disfrutaba de una buena charla y una que otra risa. Después de un rato decidí tomar asiento en la mesa de las cortesanas, con las cuales había comenzado a construir una muy buena relación, estas eran esposas de los guerreros nobles y había una que otra '' Safiaa'' que significa princesa en nordus.

 Iorak tomó asiento junto a un grupo de guerreros, frente a mi. Toda la velada nos miramos uno al otro, mientras yo compartía algunas risas, el me observaba fijamente, incluso nuestros ojos se llegaron a topar varia veces, pero esta vez yo no los retiraba, sino que sostenía la mirada, pero lo que mas me sorprendió fue ver su sonrisa, pues casi nunca lo hacia, pero esta vez lo hacia solo para mi.

Terminada la cena, yo iba en dirección a mi habitación junto a mi sequito de mujeres cuando Agda llegó hasta mí— Su majestad el emperador desea verla esta noche— dijo la mujer, deteniendo mi paso en medio del pasillo, cuando en eso veo la figura de Iorak salir del gran salón junto a un grupo de cortesanos, el volteo hacia mi y se topó con mi figura y la de Agda hablando, por lo que entendió que la mujer me estaba dando el mensaje, yo le mire a los ojos a el y  rápido desvió la mirada par después retirarse del lugar, lo que parecía ser un nervioso Iorak. Por primera vez en mi vida lo veía nervioso, yo me reí a mis adentros y también me puse nerviosa, pues no podía negar que el hombre lucía muy bien y que quisiera o no aceptarlo su figura y todo el me encantaba.

—De acuerdo Agda, gracias— ella se retiró y yo pase a mis aposentos a prepararme.

Cuando fui a la habitación imperial, las puertas fueron abiertas para mi, yo me introduje a la habitación y no vi la figura de Iorak, rápido mire por sobre mi hombro como se cerraban las puertas y el tampoco estaba ahí. Mire el lugar cuidadosamente, comencé andar por ahí mientras mis pies caminaban por las alfombras, y entendí que él no se encontraba ahí, yo me detuve a ver una cápsula de cristal que dentro traía una pluma de algún animal y fue cuando escuche las puertas abrirse. La figura imponente de Iorak entró yo me quede en la esquina donde había encontrado la pieza de cristal y entonces el comenzó a buscarme.

—¿Oksana?—del susto yo me moví rápido he hice que la pieza cayera pero la alcance a atrapar en el aire y por el ruido que hice el me vio, yo me quede quieta mientras el comenzaba a acercarse a mi, cuando él me tuvo frente a frente, no lo dudo ni un minuto más y entonces comenzó a besarme apasionadamente, él llevó mi cuerpo por sobre la mesa de madera, evitando que yo pudiera alejarme de él, pero su agarre cada vez era más fuerte y brusco, por lo que yo comencé a rechazarlo con mi cuerpo, intentaba alejarlo y bloquearlo pero su fuerza no me lo permitía, entonces yo logré hacerme a un lado pero él me siguió. Deshizo el nudo de mi bata amarillo mostaza de terciopelo, dejándome desnuda al igual que el y fue cuando yo intente agacharme para evitar su alcance, pero sus fuertes brazos me tomaron y me llevaron al piso.

Entre las alfombras el se poso sobre mi, mientras yo intentaba alejarlo— Aléjate de mi— el se quedo sorprendido por mi susurro y fue cuando el continuo su intento de tener control sobre mi, entonces volví a decir — Aléjate— grite, el sujetaba mis manos por encima de mi cabeza y respondió

 —¿De qué está hablando? 

ROSA INVERNALWhere stories live. Discover now