44

425 28 2
                                    

—Buenos días su majestad imperial— dijo Agda mientras abría las cortinas doradas.

—Buenos días Agda— le dije mientras me sentaba sobre la cama.

—¿Aún está sangrando?

—Si— le dije cansada, a lo que ella se acercó con una bata limpia y doblada— Venga le daré un baño.

—¿Y Iorak?¿donde está el?

— Su majestad está tomando el desayuno

—¿Tan temprano? 

—Si, no quiso molestarla

—¿Molestarme? pero si es muy temprano, siempre desayunamos a estas horas— Agda no contestó nada y me llevo a la bañera para darme un baño.

Al terminar de arreglarme decidí salir a tomar mi desayuno mientras caminaba por los pasillos del concurrido palacio, saludaba a uno que otro esclavo del palacio y estos parecían contentos de verme. Tome el desayuno junto a las cortesanas que me acompañaban en la gira.

—¿Sabes si Óski tiene esposa?— le pregunté a Agda mientras caminábamos por los pasillos que llevaban a mi habitación — El Alavanií Óski nunca se casó, más si tiene una hija pero esta vive en otra tribu.

—Ahora entiendo por que quiere tanto a Iorak — le dije sonriendo discretamente — Tengo otra pregunta

—Dígame su majestad imperial

—¿Cual es el itinerario de este viaje? me comentaron de los peligros y de la situación pero nunca se mencionó cuánto tiempo estaríamos aqui ni qué haríamos

—El emperador Iorak dedicara el dia de hoy a ver el palacio, tiene que asegurarse que esté bien protegido siempre, no solo cuando el este aqui, pues es el edificio más antiguo de todo el imperio — dijo Agda orgullosa—él quiere ver que este bien equipado y asegurarse de que se cumplan ciertas reconstrucciones, mañana el emperador visitar la aldea principal de la tribu y usted se le reunirá el día después

—Entonces cuántos días estaremos ¿una semana? tengo entendido que también él irá a territorio Yaqui

—No lo se, pero no se preocupe, por supuesto él irá sin usted su majestad. Al finalizar el viaje ambos irán a la periferia sur de la tribu, es conocida y famosa por sus arenales y que esto no la confunda a pesar de que la nieve no cae del cielo en verdad que es un lugar frio, mas cuando anochece.

—Gracias Agda—dije mientras unía mi delgado brazo al de ella, para seguir caminando por los pasillos.

Tal y como Agda explicó fue que se dio el viaje. Se preparo mi equipaje para viajar a la aldea principal y encontrarme ahí con Iorak y Wilhem fue quien se encargó de llevarme hasta allí. Al llegar la gente me recibió feliz, estos me obsequiaron cosas, lo que fuese, querían darme si fuese posible todo; aquello que yo tocaba automáticamente era mio, yo con la pena de quitarles decidí no señalar ni emocionarme por cosas pues si lo hacía querrían regalarmelo. Iorak parecía contento de verme, lo pude notar en su mirada. Cada que yo me distraía hablando con la gente o recibiendo regalos, el pasaba su mano por mi espalda casi tocando mi cintura para llamar mi atención discretamente y señalarme otras cosas. Jamás se había atrevido a tocarme en público por lo que encontraba aquello un tanto peculiar y agradable.

Había finalizado el segundo dia en la aldea y me había quedado hasta altas horas de la noche hablando con Iorak y Óski en la tienda de mi marido.

— Bueno es momento de que me vaya estoy cansado y mañana tenemos que estar alertas Iorak aquellos caminos son peligrosos— dijo refiriéndose al viaje que emprenderían a territorio Yaqui.

Cuando Óski se fue ambos nos quedamos en silencio degustando cada quien una copa de ''druva'' una bebida alcohólica que se preparaba en este continente.

—Creo que tambien me ire a dormir— dije dando un último trago a mi tarro de madera.

—Espera— dijo Iorak —Quisiera hablar contigo

Me sorprendí por aquello que detuve todo movimiento y deje mi copa sobre una mesita de madera antigua

—Dime

—Se que las cosas no terminaron bien aquella vez y que desde entonces— el aguardo unos segundos intentando encontrar las palabras correctas—Siento haberme comportado como lo hice

—No tienes de qué disculparte, entiendo tu reacción, pero creo que seria bueno olvidarlo y no volver a repetirlo— cuando mencione lo ultimo el se sorprendió, yo entendí que el había malinterpretado mis palabras— No... no me refiero a eso, hablo de no volver a repetir aquella actitud violenta, no lo otro— dije algo nerviosa.

—Ah, si por supuesto Oksana, mi intención jamas ha sido hacerte daño— dijo bajando la mirada apenado— Es solo que no se como hacerte sentir de la forma en la que el te hizo sentir... y eso me puso frenético— nerviosa desvie la mirada.

—No Iorak, ni yo se lo que sentí, jamás había sentido tal cosa, no es que no me sienta bien cuando estoy contigo... es solo que aquello fue muy tierno, sutil y suave... algo a lo que no esto acostumbrada— dije a un con la mirada desviada mientras sujetaba fuertemente la madera de al final del poza brazos de la silla.

Iorak pareció desanimarse nuevamente y se puso en pie— Bueno creo que es momento de descansar— cuando me puse en pie para dirigirme a la salida de la tienda el rápido bajo su mirada, de nuevo se construía ese ambiente de pena y nerviosismo, como si de dos adolescentes se tratase, entonces me acerque y me detuve frente a él.

—Iorak no estoy diciendo que seas malo o que seas muy agresivo conmigo solo que tu tacto es diferente

—Es que no se como ser suave o tierno— dijo en un susurro casi quebrándosele la voz, cuando lo vi de esa manera me sentí terrible que lo único que me salió fue robarle un beso, acerque mis labios apresuradamente, pero al contacto mis movimientos eran suaves, él respondió a mi beso, entonces sentí como sus lágrimas caían—Lo siento, no puedo— dijo bajando la mirada, yo me agache un poco para toparme con sus ojos cristalinos y le tome de la barbilla.

—¿Qué sucede?

—Me siento mal, pues no se como amar— dijo sin poder verme a los ojos.

—Yo puedo enseñarte a sacar ese lado tierno que tienes, claro que existe ahí dentro— dije mientras le tocaba el pecho— solo que lo reprimiste, pero esta bien lo haremos a tu tiempo y no te reprochare nada Iorak, se que poco a poco tu tacto será más sutil, aunque a decir verdad tampoco me quejo de la forma un tanto agresiva y fuerte tienes de hacer el amor— dije soltando una risa con picardía, él también rió un poco perdido en sus pensamientos, entonces yo me acerque y lo abrace.

—Todo estará bien Iorak— él no contestó nada, solo me abrazo por un largo momento, entonces desprevenidamente el busco mi rostro lo veía cuidadosamente cuando comenzó besarme al principio fue suave y luego se torno apasionado, pronto buscó deshacerse de mi vestido de terciopelo rojo con bordados en dorado mientras me cargaba y me llevaba a la cama, ahi despues de el desnudarse me pregunto.

—¿Aún estás sangrando?

—No— le conteste. De verdad quería estar con él, extrañaba tenerlo cerca de mi... dentro de mi, por lo que comenzó a deshacerse de mi vestido, mientras yo lo ayudaba.  




ROSA INVERNALWo Geschichten leben. Entdecke jetzt