Lazos Malignos

Capítulo 46 ✴

Adiós a su posible relación con Ellie.

—La Fortaleza Karlsson también es tu casa, pero no es el lugar más seguro en estos momentos —masculla mamá —. Hay muchas catástrofes en el pueblo.

Papá asiente.

—Francia suena bien —dice él.

—Retomaré mis estudios y saldré adelante —murmura Logan —. Solo necesito un nuevo comienzo.

Buenoooo. Me dio la sensación de que tendría algo con Ellie, pero entiendo su necesidad de buscar un ambiente más sano y normal. El mundo sobrenatural te consume. Mamá me ha dicho que casi perdió la cordura, mis tías estuvieron al borde de la muerte. Los Karlsson somos un desastre. Es mejor que Logan se mantenga alejado si quiere sobrevivir.

—Apoyo tu decisión —digo con sinceridad —. Haría lo mismo en tu lugar.

Logan me tiende una sonrisa.

—Gracias, Roy.

A las cinco de la tarde, el Jet desciende en un helipuerto privado. Las únicas armas que trajimos son nuestras habilidades: licántropos, médium y un cambiante puma. Brent se reúne con nosotros inmediatamente. Su cabello rubio está más oscuro y viste ropa de cuero. Nos recibe con una amable sonrisa y una camioneta.

—Reynard, Ashton —saluda a mi madre con un breve abrazo y aprieta la mano de papá —. Pasó mucho tiempo, pero siguen viéndose iguales.

Mamá sonríe.

—Tú te ves más joven que nunca. ¿Cómo está tu esposa?

—Muy bien —contesta Brent —. Preocupado por lo que podría pasar —Finalmente, me observa —. ¿Roy?

¿Cuándo fue la última vez que vi a este tipo? No somos muy cercanos, pero celebró con mi familia varias festividades y adora a Allison.

—El mismo. ¿Quién más?

Me palmea la espalda y le da una sonrisa forzada a Logan.

—Tu familia ha sido un grano en el culo —suelta sin anestesia.

Logan hace una mueca.

—Lo siento por eso.

—Tranquilo —interfiere mi padre —. ¿A qué hora les dijiste que llegarías?

—Nunca mencioné la hora —responde Logan.

Brent camina hacia una camioneta y lo seguimos. Al fin llegamos. Resiste, Sadie.

—Estudié el área ayer —informa el puma —. Es raro que no esté equipado para una guerra. Todo estaba muy silencioso.

Mi cuerpo se tensa por sus palabras. Esos monstruos tienen algo en mente que dificultará nuestra tarea de rescatar a Sadie.

—Durante años estuvieron investigando a los Karlsson —declara Logan —. Conocen sus debilidades, alergias y hasta el más mínimo detalle que podría perjudicarlos. Anden con cuidado, no son idiotas.

El miedo me sacude de pies a cabeza. No hay nada más peligroso que un humano impredecible. Es un error considerarlos débiles cuando usualmente vienen con grandes sorpresas.

—¿Alguna noticia de Sadie? —cuestiono.

Brent lanza un suspiro apenado.

—No la escuché.

El miedo se hunde en mi estómago como una navaja afilada y pienso en lo peor. ¿Cómo está Sadie? ¿Asustada? ¿Sin esperanzas de que alguien irá por ella? ¿Muerta?