Dalila
Voy en el auto junto a mi padre, Luka se había ido aparte y aquí sólo íbamos nosotros dos. Él no decía nada al igual que yo no lo hacía, era raro que ambos fuéramos en silencio.
-¿estás enojado conmigo?- pregunto mientras veo por la ventana del copiloto.
No dice nada pero puedo sentir su mirada rápidamente en mi.
-en mis planes no estaba embarazarme- continúo hablando en la misma posición y aunque él no dijera nada- no lo planee- lo miro por fin, él solo va conduciendo con su mirada al frente- si no quieres saber nada sobre este bebé solo por ser un Morelli entonces debería decir que eso sería bastante decepcionante para mi- su mano se aprieta al volante- sería decepcionante pero tampoco te rogaría porque cambiarás de parecer- mi edificio aparece frente a nosotros y detiene el auto afuera de este- no rogare a los demás porque permanezcan en mi vida, estoy cansada de eso así que no esperes que lo haga contigo- abro la puerta del auto- buenas noches.
Es lo último que digo para bajar de este y cerrar la puerta detrás de mi, estoy a punto de entrar a este pero la voz de Antonio me hace detener.
-ha llegado esto para usted señorita Román- habla él mientras saca una caja con papeles y carpetas, creía saber que es lo que era.
Camino hasta él y comienzo a ver algunos de estos.
-gracias Antonio- sonrío en su dirección mientras llevo la caja conmigo para entrar e ir hasta mi departamento, una vez dentro de este dejo mi bolsa y voy hasta la mesa que está en el centro de mi sala para sentarme en el sofá frente a esta y comenzar a leer aquello.
Había solicitado información sobre una persona en específico y al parecer había mucho sobre él.
Estaba bastante concentrada en aquellos papeles hasta que el sonido del timbre me hizo sobresaltar, me puse de pie para caminar hasta la puerta y abrirla encontrando a Raffael de pie ahí.
-¿pas...
-¿por qué no me lo dijiste?- suelta sin más, no entiendo de que hablaba.
-¿de qué hablas?- entra cerrando la puerta detrás de si, me muevo algunos pasos.
-¿por qué no me dijiste que Alek no es quien asesinó a mi padre?- me quedo en silencio- responde Dalila- ruega.
Sé que está molesto y no podía culparlo por eso.
-¿hubieras creído en mi?- pregunto por fin mientras veo su reacción, aquello lo toma por sorpresa.
-¿crees que no lo hubiera hecho?- pregunta de la misma manera- ¿crees que tus palabras para mi no hubiesen significado algo?
Su voz es dura.
-odias a Alek tanto como él te odia a ti- suelto- sé que si yo te hubiera dicho las cosas tú me hubieras cuestionado un centenar de veces tal como todo el mundo lo hace.
-preferiste hablar con Giorgio que conmigo- su voz denota molestia al decir esas palabras- prefieres hablar con todo el puto mundo antes que conmigo.
-¿soy yo quien habla con todos antes que contigo?- suelto sarcástica- eres un maldito chiste- no puedo evitar hablar de la misma manera que él- eres tú quien todo este tiempo mantuvo su puta vida como un puto secreto para mi, eres tú quien me mintió en la cara más de una vez, intentabas protegerme, siempre dices eso pero solo me pusiste en peligro al estar conmigo sin decirme la puta verdad- lo miro al decir todo esto- ¿recuerdas? Me secuestraron, intentaron matarme, fui humillada y denigrada por tu familia, siempre ha sido tu familia- sólo escucha mientras mira al piso- tu tío intentó matarme cuando solo tenía tres años, en eso entonces aún no te conocía pero tu familia ya causaba problemas en mi vida- levanta un poco su mirada- ahora llevo un hijo tuyo en mi vientre y créeme es lo mejor que me está pasando por ahora, pero, ¿qué va a pasar cuándo todos sepan que estás esperando un hijo? Cuándo sepan que el famoso diablo italiano tendrá un bebé con la hija de Alek Ivanov, un maldito infierno se desatará de eso y soy yo la única que corre peligro- aprieta su quijada- lo único que estoy haciendo es pensar en mi hijo e intentar arreglar los estúpidos problemas que hay entre su padre y su abuelo- camino hasta la puerta para abrirla- y si lo único que vas hacer es reprocharme por haberlo puesto primero a él entonces deberías de irte- se queda de pie ahí sin moverse, suspiro pesadamente antes de hablar de nuevo- a partir de ahora mi bebé está primero que todos los demás- hablo más calmada.
-está bien- habla de la misma manera mientras toma asiento en uno de los taburetes- perdón por molestarme y venir armando un show- habla mientras masajea su cien. Cierro la puerta lentamente- estamos hablando de mi padre- continúa- la persona que lo mató está libre y se encargó de inculpar a tu padre- asiento un poco.
-hay cervezas en el refrigerador- hablo mientras camino de nuevo a donde estaba anteriormente y tomo mi lugar en la alfombra volviendo a leer aquellos papeles.
Sólo lo escucho moverse por la cocina y minutos después está tomando asiento a mi lado mientras deja una botella de agua frente a mi.
-las bebidas alcohólicas pasan a segundo plano contigo- habla mientras lo veo beber de su lata, río un poco mientras comienzo a abrir esta para después llevarla a mi boca, su saco ha quedado a un lado y ha arremangado sus mangas hasta los codos, de esta manera lucía relajado y tranquilo aunque sabíamos que no estaba de esa manera.
Sigo leyendo los papeles y él solo permanece a mi lado, su cabeza está recargada en el sofá detrás de nosotros quedando así viendo hacia el techo.
-¿qué quieres que sea?- pregunta en esa misma postura- ¿niño o niña?
Pienso algunos segundos mi respuesta, para ser sincera no había pensado en eso aún.
-no había pensado en eso- respondo- pero estaré feliz con lo que sea- continúo- ¿y tú?
-también estaré feliz con lo que sea- responde- sólo quiero que estén bien.
Sonrío un poco mientras miro los papeles frente a mi, dudo unos segundos pero por fin termino hablando.
-tengo algunas teorías sobre quien pudo haber asesinado a tu padre- hablo por fin y eso lo hace levantar la mirada, tomo uno de esos papeles y se lo extiendo mientras lo acepta dejando su cerveza a un lado y comenzando a leerlo, sus ojos se mueven a través de la hoja hasta que después vuelven a enfocarme.
-¿estás segura?- pregunta mientras me lo devuelve y niego.
-aún no- respondo- sólo es una teoría y aún hay cosas que necesito investigar- continúo- pero es el principal sospechoso. Sus puños se aprietan- promete que no harás nada hasta que haya más pruebas o cosas que lo inculpen- me mira- lo que menos necesitas en estos momentos es una guerra con él.
-es un hijo de puta- suelta entre dientes.
-lo sé- respondo- ¿puedo hacerte unas preguntas?- me mira con una ceja elevada.
-¿qué clase de preguntas?
-no son del otro mundo- tomo un pequeño cuaderno.
-está bien- asiente mientras vuelve a dejar caer su cabeza sobre el sofá y así comienzo a preguntar algunas cosas que aún necesitaban respuestas.
♤
Han pasado casi tres horas y por fin terminamos aunque no nos hemos movido aún de ese lugar.
-¿algún día estaremos juntos de nuevo?- pregunta después de unos minutos de silencio. Esa pregunta me toma por sorpresa- ¿O debo de hacerme a la idea que algún día te casarás y harás tú vida con otra persona?
Trago saliva mientras volteo a mirarlo.
-¿crees que algún día podría casarme con alguien que no seas tú?- pregunto y mueve su cabeza en mi dirección haciendo que sus ojos azules coincidan con los míos- no has hecho nada para recuperarme.
Abre sus ojos indignado.
-por Dios cara- comienza- vine aquí a pedirte una oportunidad el día que regresaste, vine incluso el día que te fuiste para rogarte que no me dejaras.
-es todo lo que has hecho- respondo- ¿tan rápido te diste por vencido?
Una sonrisa juguetona se pinta en su rostro.
-eres muy injusta- habla- si no seguí insistiendo fue porque me dijiste que no lo hiciera, me mandaste a la mierda, literalmente me diste una patada en el culo cuando vine aquí.
Río un poco.
-me gusta el romanticismo- defiendo.
-¿crees que a mi no?- pregunta elevando una ceja.
-¿te consideras un romántico?- pregunto de la misma manera.
-desde que te conocí lo he sido- responde- ¿eso no significa nada para ti?
-no he dicho nada- respondo.
Suspira pesadamente mientras se recompone en el mismo sitio.
-volveré a conquistarte- habla- sé que no has dejado de amarme y eso es una ventaja para mi- se acerca un poco haciendo que quede estática en mi sitio y besa mi mejilla para luego bajar a mi clavícula- a menos de que me pidas lo contrario cara- habla sobre mi cuello haciéndome cerrar los ojos ante su aliento rozando mi piel, no digo nada y siento como sonríe en ese mismo sitio mientras comienza a bajar lentamente hasta que siento sus labios dejando un beso en mi muslo para después comenzar a subir poco a poco pero lo único que hace al final es dejar un beso en mi abdomen haciéndome volver a mis cinco sentidos.
Nos leemos pronto.
-Neftali.