Dalila
1 mes atrás.
Había pasado una semana desde que Noan y Aline me habían dicho que Raffael no se casará con Gianna, una parte de mi estaba feliz con esa noticia pero otro parte de mi me pedía que no lo buscará, decidí seguir a la parte dentro de mi que me decía no lo buscará más, él había tomado esa decisión y no podía interponerme a ella, no podía seguir insistiendo.
Me levanto de mi cama en cuanto escucho el timbre de mi departamento y voy hasta la puerta encontrando a un señor de los correos.
-¿Dalila Román?- pregunta y asiento mientras saca un sobre de su caja con correos- esto es para usted.
Firmo de recibido y agradezco mientras entro de nuevo a mi departamento mirando aquel sobre en mis manos, este no tenía ningún dato fuera de este, dudando comienzo a abrirlo y lo primero que saco de este es una rosa negra, una rosa que me recuerda a aquel arreglo floral que me habían mandado tiempo atrás, la dejo sobre la encimera y continúo con el contenido dentro de este, hay fotos, todas son fotos de Raffael en diferentes puntos, en el club, saliendo de este, junto a Giovanni, entrando a la mansión de su familia y algunas más, la última fotografía que se mostraba era él conmigo en brazos, justo el día que me secuestraron.
Es triste saber que la persona que amas te miente en tu propia cara.
¿Qué otros secretos esconderá Raffael Morelli? Apuesto a que mueres por saberlo así como yo muero por contartelos y este es sólo el inicio.
Era lo que decía aquella nota, en estos momentos lo último que quería era saber sobre Raffael Morelli así que aunque la curiosidad pudiera más termine desechando todo a la basura, Raffael Morelli podía joderse por completo.
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Habían pasado algunos días más, estaba llegando al trabajo cuando me avisaron que había llegado algo para mi, agradecí mientras iba a mi oficina en donde encontré un pequeño ramo de rosas negras, al instante recordé de nuevo aquellas dos entregas anteriores en donde al igual que aquí las rosas negras predominaban.
Abrí el sobre que estaba sobre el escritorio y al instante saque de este algunas notas de periódico en donde se hablaban de asesinatos y cuerpos encontrados, algunas fotos eran como las que me había mostrado Jacob en su momento, eso no era lo que llamaba mi atención, la M hecha con sangre en aquellas fotos estaba marcada en un círculo grande mientras bajo está se escribía algo más 'Morelli?' Sea quien sea que este haciendo esto está queriendo culpar a Raffael, quiero decir, daba a entender que Raffael era quien había hecho eso para después dejar su marca ahí, era ilógico y estúpido, Raffael no era ese tipo de hombre y estaba segura de eso, alguien más estaba intentando ponerlo en mi contra.
Decido ignorar eso pero aún así hay algo en mi mente que me impide hacerlo, una pequeña espina queda clavada en mi, una espina en donde Raffael estaba incluido.
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Han pasado algunos días más, no puedo dormir, bebo de mi taza de café mientras miro la pantalla de mi portátil, estaba en mi departamento y ni siquiera estaba segura de que hora era, solo sabía que lo que hacia era mucho más importante que cualquier cosa.
No había encontrado absolutamente nada de lo que buscaba, había comenzado una investigación referente a los casos de los que Jacob había hablado pero no encontré información alguna sobre eso, lo único que sabía es que los hombres muertos eran rusos y habían sido brutalmente asesinados. No había recibido más notas ni rosas y eso en parte me mantenía tranquila, no quería pensar más en aquel hombre italiano, debía dejar todo esto por la paz pero internamente no podía hacerlo, ahora más que nunca necesitaba saber la verdad, la curiosidad estaba matándome lentamente.
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-nena- Anna saluda en cuanto abro la puerta de mi departamento.
-hola- saludo haciéndome a un lado para que pasen, ella y Giorgio entran con algunas bolsas de comida- ¿qué hacen aquí?- pregunto y ella sonríe.
-Giorgio y yo fuimos al cine- comienza- y después decidimos venir a comer contigo- continúa- no quería dejarte sola.
-estoy bien- respondo mientras guardo los papeles encima de la encimera, lo que menos quería era hablar sobre esa investigación.
-claro- responde ella dándole una mirada cómplice a Giorgio quien solo sonríe hacia Anna.
Se sientan en la barra y tomo asiento en un taburete frente a ellos mientras comenzamos a comer, ellos solo hablan y yo los escucho hasta que Anna pregunta como me ha ido en el trabajo y decido hablar, aprovecharía que tenía al hombre de total confianza de Raffael frente a mi.
-estoy investigando un caso- comienzo mientras bebo de mi soda- es algo intenso, no creí que Matteo me daría este tipo de casos tan rápido.
-¿de qué se trata?- pregunta Anna curiosa y Giorgio me mira de la misma manera, decido actuar ahora.
-no sé si debería hablarles de esto- comienzo- es algo fuerte.
-no importa- ella habla de nuevo y al ver que tengo el interés de ambos decido continuar.
-ha habido algunos asesinatos- comienzo- varios hombres rusos fueron asesinados- miro discretamente a Giorgio quien solo parece sorprenderse mientras comienza a ver hacia otro lado- uno de nuestros clientes quiere tomar cartas en el asunto y es por eso que tuve que investigar un poco más- miento en esa parte- es escalofriante, el asesino dejó algunas marcas, una M pero no tenemos ni puta idea de que se trate.
Miro a Giorgio.
-¿todo bien? Se te ha ido el color de la cara- bromeo pero se recompone de inmediato.
-lo estoy- responde él y decido asentir solamente.
Anna desvía el tema y comienza a hablar sobre lo que hará en los próximos días pero solo me limito a fingir que la escucho, ahora había más preguntas en mi cabeza, no sabía que pensar y para ser sinceros no quería pensar en nada de esto.
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Había decidido dejar de indagar en aquel tema que lo único que causaba en mi era un poco de estrés, odiaba sentirme asi sin poder controlar lo que pasaba a mi alrededor quería saber porque esa persona me había mandado aquellas cartas y rosas, ¿tenía algo en mi contra?¿tenía algo en contra de Raffael para querer difamarlo de esa manera? Sabía que Raffael me había ocultado cosas pero también sabía que las cosas que él ocultaba no tenían nada que ver con lo que aquella persona aseguraba, sabía que Raffael no era el tipo de hombre que esa persona quería describir.
Estoy llegando a la cafetería de Olga y en el momento que entro veo a una niña sentada en una mesa mientras algunas lágrimas bajan por sus mejillas.
-¿Lara?- me acerco rápidamente hasta ella, levanta su mirada mientras sus ojos azules me miran con lágrimas- cariño, ¿qué ha pasado?
Me siento junto a ella mientras se lanza a mis brazos.
-me perdí- habla y solo comienzo a sobar su espalda mientras hago que se tranquilice.
-todo estará bien- comienzo- llamaré a tu padre, ¿Sí?
Asiente mientras me pongo de pie para llamar a Raffael.
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Miro al hombre que duerme a mi lado, Raffael estaba ahí, habíamos tenido sexo después de que le dijera que sabía la verdad sobre el supuesto matrimonio con Gianna, él había dicho que me amaba y esas palabras me habían hecho sentir en las nubes de nuevo, amaba a este hombre, miro su rostro mientras duerme plácidamente a mi lado, me pongo de pie lentamente y sin hacer ruido mientras tomo una pijama de mi closet para después salir de aquí, salgo de mi edificio mientras abrazo el enorme abrigo a mi cuerpo para caminar hasta su auto, abro este con las llaves que tome del pantalón de Raffael y una vez abierto me meto en este mientras cierro la puerta, miro todo y sin saber por donde comenzar inicio a buscar mientras veo cada compartimento que hay aquí. He terminado y no encontré nada, no sabía que debía encontrar pero no había encontrado nada aquí, estoy a punto de bajar cuando algo llama mi atención justo a lado de su asiento, bajo mi mano hasta este mientras abro mis ojos sorprendida en el momento que una pistola es sacada de ahí, la miro mientras miro cada detalle de esta, tiene grabadas unas iniciales RM la dejo rápidamente en su lugar mientras salgo de aquí cerrando el auto y caminando rápidamente hasta mi departamento de nuevo, cierro la puerta detrás de mi y solo me recargo en esta mientras comienzo a alejar los miles de escenarios que crean mi mente, me recompongo lentamente mientras cierro bien mi departamento, miro a Lara quien está en el sofá dormida y voy hasta mi habitación en donde frunzo mi ceño al no ver a Raffael en la cama.
Escucho la cadena del baño y después de unos segundos sale secando sus manos, sonríe en cuanto me ve e intento hacer lo mismo.
-estaba en la cocina- miento y asiente mientras comienza a tomar su camisa para colocarsela- ¿se van?- pregunto.
-¿quieres que nos quedemos?- quería que se quedara al igual que quería explicaciones.
- por supuesto- respondo- pero respeto si no quieres hacerlo- comienzo a quitar mi abrigo mientras guardo este, deja su camisa en el pequeño sofá de mi habitación- deberías de traer a Lara aquí- hablo de nuevo y me mira- el sofá puede ser algo incómodo- asiente y sale de la habitación mientras me inclino a dejar sus llaves sobre el buro para después regresar a mi sitio, él llega cargando a la pequeña en sus brazos, sonrío mientras hago un espacio para ella, Raffael la acuesta en medio de nosotros y antes de acomodarme por completo habla.
-ti amo Dalila- no puedo evitar responder a eso y sonrío antes de responder.
-y yo te amo a ti Raffael- sonríe y nos acomodamos para dormir.
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Actualidad.
Salgo minutos después de que Raffael ha salido de su Penthouse, me las arreglo para que Giorgio no note que estoy saliendo y tomo un taxi en el momento que el auto de Raffael acelera dejando a todos atrás, maldigo al ver que el taxi que he tomado va demasiado lento, lo perderíamos, el señor que conduce se las arregla para seguir a una distancia prudente a Raffael, sabía que estaba actuando como una maniática al seguirlo pero solo quería asegurarme de que no estaba enloqueciendo, lo último que había logrado instalar inseguridad y curiosidad dentro de mi había sido lo que relacione hace unos días.
"La cueva del diablo"
"El diablo italiano"
El nombre del club de Raffael y el apodo que los hombres del secuestro emplearon aquel día, sabía que sólo podía estar alucinando o exagerando pero al mismo tiempo quería salir de estas estúpidas dudas, sabía que lo mejor era sentarme frente a él y poner los ovarios sobre la mesa para preguntarle directamente todas las estúpidas preguntas y dudas que se han quedado en mi cabeza, pero no podía, algo dentro de mi me impedía hacerlo.
Vuelvo a la realidad en cuanto el chofer se detiene frente a un almacén, miro a mi alrededor y veo el auto de Raffael y algunas camionetas alredor de este lugar, sabía que eran de sus hombres.
-¿puede esperar aquí?- pregunto al conductor y asiente mientras agradezco bajando de este y comenzando a caminar lentamente hasta este lugar, algo dentro de mi me dice que me aleje de aquí y regrese con Lara pero otra parte de mi me dice que debo de entrar a ese lugar, continúo sin detenerme y entro a este que tiene la puerta entreabierta, no hay nadie cerca y por un momento dudo que haya alguien hasta que escucho algunas voces a la distancia, comienzo a acercarme sin hacer ruido y miro todo aquí, hay algunos hombres armados reunidos mientras miran el mismo punto.
-a final de cuentas el diablo italiano es quien te tiene en bandeja de plata a ti- Raffael habla mientras miro al hombre de rodillas frente a él, lo identifico, es uno de los hombres del secuestro, antes de que pueda ver algo más Raffael dispara en medio de su frente haciendo que aquel ruido me sobresalte y golpeo algunos barriles detrás de mi mientras llevo mis manos a mi boca, mis ojos se cristalizan al ver a aquel hombre caer muerto, siendo asesinado.
-Dalila- escucho su voz mientras mi vista va hasta él y después a los hombres en el piso.
Comienza a acercarse y sin más comienzo a caminar rápidamente para salir de aquí pero el taxi en el que venía ya no está, seguramente aquel disparo lo había hecho irse de aquí.
-Dalila- su voz resuena detrás de mi y volteo temblorosa hacia él.
-no te acerques- hablo temblorosa mientras se detiene abruptamente- no te acerques- repito mientras mi voz y mi cuerpo entero tiembla.
-déjame hablar- habla de nuevo y niego, la imagen de él matando a aquel hombre se repite en mi cabeza una tras otra vez, intenta acercarse de nuevo pero retrocedo unos pasos en el momento que lo intenta- amore.
-¡No me llames así!- las lágrimas salen de mis ojos mientras siento como mi respiración comienza a acelerarse- mataste a ese hombre- hablo mientras mi voz se vuelve un susurro, sus ojos azules me miran.
-yo pue...
-eres el famoso diablo italiano- comienzo- el causante de la muerte de los rusos y de mil desgracias más- el me mira y su quijada se contrae- has matado a todos esos hombres- no responde y continúo mientras mi voz es un hilo- ¿quién eres en realidad?- pregunto mientras mi voz susurra y mi corazón se acelera cada vez más ante la espera de su respuesta.
Me mira y después de unos segundos comienza a hablar.
-soy Raffael Morelli, todos me conocen como el Diablo Italiano y soy líder de la mafia italiana.