Dalila
Despierto y reconozco de inmediato mi habitación, miro a mi alrededor pero me encuentro totalmente sola, me pongo de pie lentamente mientras miro algunos medicamentos en mi mesa de noche, los analizo al mismo tiempo que veo la receta ahí, tomo algunos siguiendo la indicación que esta dice.
Después me pongo de pie para salir de la habitación.
-¿Raffael?- pregunto mientras camino hasta la sala pero todo aquí está oscuro, no hay nadie más en el departamento, regreso a la habitación y sin planearlo me miro en el espejo, hago una mueca cuando veo lo mal que me veía, sin esperar más voy directamente a la ducha en donde me doy un baño, un merecido baño, salgo algunos minutos después; una vez que me he colocado mi pijama tomo asiento en mi cama mientras tomo el teléfono de mi departamento, lo descuelgo y comienzo a marcar el número de mi hombre italiano pero este no me responde, después de algunas llamadas más dejo de insistir, posiblemente estaba ocupado aunque me hubiera gustado verlo aquí al despertar.
Me meto entre las cobijas y después de algunos minutos caigo completamente rendida.
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Despierto en cuanto mi despertador suena, lo apago mientras me estiro un poco, hoy iniciaba a trabajar en un bufete de abogados, había sido contratada un poco antes de terminar la Universidad por completo, me pongo de pie mientras camino a mi closet para tomar algo de ropa, opto algo casual pero elegante, me arreglo por completo y una vez estoy lista voy hasta la cocina para desayunar algo.
No había recibido ninguna noticia de Raffael, volví a marcar su número ahora desde un viejo celular móvil que tenía pero al igual que antes no respondió mi llamada.
-no sé que pasa y comienza a preocuparme el que no respondas mis llamadas- hablo comenzando a dejar un mensaje de voz- solo estoy preocupada por ti y necesito explicaciones sobre lo que pasó, necesito saber que todo está bien, solo por favor, responde mis llamadas y dime que estás bien, que estamos bien, ti amo- guardo mi celular en mi bolso y después de lavar mis dientes salgo de aquí.
Salgo de mi edificio y esta vez Giorgio no estaba afuera esperando por mi como lo había hecho todo este tiempo, eso vuelve a dejarme confundida, camino a la acera y tomo un taxi temerosa recordando la mala experiencia que tuve hace un tiempo con uno de estos.
Después de algunos minutos suelto el aire que retenía al ver el lugar de mi nuevo trabajo frente a mi. Pago y me bajo de este mientras comienzo a caminar para adentrarme a aquel pequeño edificio.
-buenos días- saluda una chica en recepción mientras sonríe, me acerco a ella y sonrío de la misma manera.
-buenos días- respondo- soy Dalila Román, la nueva...
-abogada- termina y asiento con una sonrisa- estábamos esperando por ti- se pone de pie mientras sale de aquel pequeño apartado- sígueme, el jefe espera por ti.
Asiento mientras voy tras de ella hasta que llegamos a una oficina, entramos y un hombre detrás de un escritorio nos mira mientras comienza a sonreír para ponerse de pie.
-tú debes de ser Dalila Román- comienza mientras se acerca, asiento mientras estrechamos nuestras manos- soy Matteo Milani, un gusto conocerte.
-Dalila Román- hablo y sonríe de nuevo.
-tenemos muy buenas referencias de parte de algunos de tus profesores- comienza mientras su secretaria nos deja solos, tomamos asiento, él en su silla giratoria mientras que tomo asiento frente a él- y por esa misma razón es un placer el que hayas aceptado nuestras oferta- saca un folder- este es nuestro contrato- comienza- sabes como funciona esto.
Asiento, mientras me lo da y comienzo a leerlo, una vez que he terminado lo firmo y después es él quien hace lo mismo.
-ahora formas parte de nuestro bufete- sonrío- ven conmigo, te mostraré tu oficina.
Ambos nos ponemos de pie para salir de aquí, en el trayecto a la que será mi nueva oficina me presenta a algunos abogados más aquí. Llegamos hasta una oficina que me ha encantado.
-esta es toda tuya ahora- habla mientras comienzo a analizar todo- espero que sea de tu agrado- asiento mientras agradezco.
-lo es- respondo- gracias.
-lo más importante es que te sientas cómoda- sonrío- en fin, en unos momentos más mi secretaria te informará todo y comenzarás con tu primer trabajo hoy- escuchar eso me coloca nerviosa pero al mismo tiempo me alegra- comenzarás desde abajo y poco a poco comenzaremos a dejarte casos, no me gustaría que te sientas excluida pero esa siempre ha sido nuestra manera de trabajar, todos los que estamos aquí hemos comenzado desde cero.
-comprendo y estoy de acuerdo- hablo mientras el hombre de cabello castaño y ojos verdes asiente.
-cualquier cosa que necesites o cualquier duda que tengas puedes hacermela saber con gusto te atenderé- agradezco y después de algunas palabras más sale de aquí, minutos después la misma mujer que me recibió en la entrada viene aquí y me da mi trabajo de hoy, revisar algunos papeles y contratos, debo de asegurarme de que todo está en orden con estos, agradezco y antes de comenzar miro mi celular pero este no tiene ningún mensaje o llamada de Raffael.
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Mi primer día en el bufete termina, estaba satisfecha, había terminado todo lo que me habían asignado y estaba trabajando en algo que me gustaba y para lo que me había preparado los últimos años.
Salgo de aquel lugar mientras me acerco a la acera esperando detener algún taxi.
-¿No quieres un aventón?- escucho una voz detrás de mi, volteo encontrando a Matteo Milani ahí.
-estoy bien- respondo- pero gracias.
Asiente mientras se despide y lo veo desaparecer en el estacionamiento del lugar, detengo un taxi y subo a este mientras doy la dirección de mi departamento.
Llegó después de unos minutos, pago y bajo de este.
-señorita Dalila- Antonio habla mientras me acerco.
-Antonio- respondo mientras me detengo en su caseta.
-llegó esto para usted- me da un sobre de papel mientras lo miro dudosa, reconozco la letra de Raffael Morelli.
-gracias Antonio- asiente y comienzo a caminar a mi departamento mientras abro el sobre.
Una vez dentro de este comienzo a leer lo que contiene.
Dalila.
Escribir esto es algo que nunca pensé hacer, no creí que algún día me vería en la necesidad de hacer algo como esto, antes que nada debes de saber que me he asegurado de que estás a salvo, nadie más volverá a interferir en tu vida y eso es algo que me hace mantener la calma, sé que eres una mujer fuerte y valiente, lo has demostrado en múltiples ocasiones y eso es algo que aplaudo de ti, por esa misma razón sé que no debo de preocuparme por lo que a continuación haré ya que sé que podrás salir adelante y lo harás de la mejor manera.
Dalila Román, te dejo ser libre de nuevo, para ser sinceros nunca te mantuve cautiva a mi lado tú decidiste estar conmigo así como yo decidí estar contigo y por esa razón ahora soy yo quien decide no continuar a tu lado, créeme, me lo agradecerás el resto de tu vida, no debes de culparte de nada, no has hecho nada mal, soy yo quien no es bueno para ti, no podré hacerte feliz de la manera en que me gustaría y sé que mereces toda la felicidad del mundo, lamentablemente yo solo podré darte dolor y sufrimiento y mereces más que eso.
Sólo quiero pedirte algunas cosas más antes de terminar esto. No me busques más, no intentes acercarte a mi de nuevo, no me llames ni me escribas ni intentes algo para obtener respuestas, sigue con tu vida, no vuelvas al pasado, eliminame de tu vida y continúa sin mi, agradecería que por esta última vez cumplieras mi petición.
Se feliz y espero que seas feliz y exitosa, eres Dalila Román, la mujer que puede con eso y más, llegará algún punto en tu vida en donde podrás entender esto y sabrás que esta decisión ha sido lo mejor para ambos.
Raffael Morelli.
Las lágrimas bajan por mis mejillas al leer esto, Raffael estaba dejándome, él me dejó.
Capítulo nuevo.
Nos leemos pronto.
-Neftali.