Dalila
-por favor Dalila- mi mejor amiga Anna habla frente a mi- es mi cumpleaños, sólo será esta noche, no puedes estar toda la vida pegada a tus libros de leyes.
Reí.
-sé que es tu cumpleaños- respondo mientras preparo un capuccino.
-anda, ¿Sí?- ruega- Adriano consiguió una reserva en el mejor club de Italia.
-Adriano siempre nos lleva a lugares de mala muerte.
-esta vez será diferente- habla rápidamente- en verdad Dalila quiero que vayas con nosotros.
Bufo.
-está bien- terminó asintiendo- iré con ustedes.
-no te arrepentirás- habla mientras sonríe- está será nuestra noche, dime, ¿hace cuánto que no tienes sexo?
-¿¡qué!?- pregunto mientras miro a mi alrededor asegurándome que nadie haya escuchado.
-¿hace cuánto que no tienes sexo?
-Anna, no creo que necesites saber eso- respondo mientras quito mi delantal.
-dime, ¿lo extrañas?
-definitivamente no responderé eso- le doy una mirada asesina- pero si te sientes mejor debes de saber que no tengo sexo desde que descubrí a Carina con Dimitri en la cama.
-tu prima es una perra al igual que el idiota de Dimitri- habla ella mientras hace una mueca de desagrado- pero- cambia rápidamente su mirada- esta noche buscarás un hombre.
-no necesito un hombre - respondo tomando mis cosas.
-necesitas al menos tener un poco de sexo- habla mientras sigue mis pasos.
-no discutiremos mi vida sexual- salimos de la cafetería y comienzo a caminar hasta la parada de autobús más cercana.
-está bien- responde dándose por vencida- aunque no puedes negar que lo extrañas.
Quiero reír pero me contengo.
Mi autobús llega y me despido de ella.
-te veo esta noche- habla- nada de cancelar a último momento o juro que iré por ti hasta tu departamento.
-lo prometo- respondí subiendo a este- te veré esta noche.
Tomo asiento en un lugar disponible en aquel camión y después arranca, mire el reloj y estaba a tiempo para llegar a la universidad.
Después de cuarenta y cinco minutos de viaje he llegado a la universidad, me interno en los pasillos de esta para llegar a mi primera clase, tendría examen y realmente me sentía preparada, había estudiado toda la noche anterior y tenía fe en que me iría bien.
-saquen solo un lapicero- habla el profesor frente a nosotros- el examen comienza ahora.
Después de dos horas comenzamos a salir del aula, la clase ha terminado, la primera hora fue para responder el examen y la segunda hora se dio clase.
-ese examen estuvo intenso- habla Leonardo, un amigo de la universidad.
-lo sé- respondo- aunque también estaba un poco fácil.
Continuamos hablando hasta llegar a la cafetería y continuar con nuestro día.
•
Estoy frente a mi espejo mientras veo mi reflejo, he elegido un vestido negro junto a unas botas de tiro alto también en color negro.
-¿lista?- Anna pregunta desde la sala.
-sí- tomo un pequeño bolso de mano y salgo.
-te ves de impacto nena- se pone de pie Y toma sus cosas- vamos, Adriano y los demás ya deben de estar allá.
Asiento y salimos de mi departamento para ir hasta su auto.
°
-vamos, nuestra mesa espera- Adriano habla hacia nosotras una vez que nos reunimos con ellos.
-¿cómo consiguió las entradas?- le pregunto yo a mi mejor amiga.
-no lo sé- responde.
"la grotta del diavolo" (la cueva del diablo). Eran las enormes letras que dejaban saber el nombre del lugar, había una enorme fila para entrar, la entrada era resguardada por dos hombres gigantes enfundidos en trajes negros, este club era uno de los más conocidos en Italia, ocupaba el primer puesto así que me sorprendía que Adriano consiguiera entradas sin necesidad de hacer fila.
Comenzamos a caminar hasta la entrada de este y podemos ver como algunos nos miran con cierto enojo e incluso ¿envidia?
Adriano se para delante de uno de esos hombres y después de decirle unas cuantas palabras entramos.
Si por fuera luce impresionante por dentro lo es aún más.
Esta dividido en dos zonas, la zona común y la zona VIP que también está cuidada por un hombre. La pista de baile es para ambas zonas y en este momento está ocupada por toda la gente que está bailando y moviéndose al ritmo de la música que suena. También están los barmans en las barras atendiendo y algunos meseros en ambas zonas.
-esto es un sueño hecho realidad- Anna habla con una enorme sonrisa- es un buen cumpleaños.
Sonrió.
-esta es nuestra mesa- llegamos hasta una mesa en un costado de la pista.
-¡a disfrutar!
Comenzamos a pedir bebidas y a bailar, no voy a mentir, me estoy divirtiendo como hace mucho tiempo no lo hacía pero esa diversión disminuye en cuanto veo a unas personas a la distancia, en la zona VIP para ser exactas.
-¿qué pasa?- Anna pregunta en cuanto me atrapa mirando en aquella dirección.
-Dimitri y Carina- hable sin despegar mi mirada- están aquí.
Anna mira en esa dirección y después hace una mueca.
-están ahí malgastando tu dinero.
-no es mi dinero- respondo.
-claro que sí- habla ella- tu abuelo pidió que parte de su fortuna fuera dividido en partes iguales para sus dos nietas, tú y ella- nos señala- y el estúpido de tu tío desobedecio eso e hizo que su adorada nena se quedará con todo, incluido lo que te corresponde. Eres estudiante de leyes deberías de saber que eso es un delito.
-claro que lo sé- respondo bebiendo de mi trago- pero lo único que traería serían más problemas y es lo que menos quiero sobretodo ahora que estoy a punto de terminar mi carrera.
-bueno- asiente- tarde o temprano le llegará el karma a tu familia.
-y el karma es una perra mala- finalizó.
Doy una última mirada hacia ellos, están besándose mientras los amigos de Carina siguen ordenando botellas y tragos.
Decido ignorarlos, ya han arruinado suficientes cosas en mi vida y no dejaría que está noche se agregará a la lista.
Sin más vuelvo a dejarme llevar por el ambiente que hay aquí, disfrutando de la compañía de mis amigos.
-tengo que ir al tocador- habló hacia Anna quien asiente. Tomo mi pequeña bolsa y comienzo a caminar hasta donde se encuentran los baños.
Después de retocar mi maquillaje y secar mis manos, salgo de nuevo para ir hasta la mesa donde se encuentran mis amigos.
-perdón- me disculpo cuando tropiezo con alguien en un intento de no caer, mis manos están sobre un duro y fornido pecho- lo siento.
-señorita Román- escucho una potente voz diciendo mi nombre- que placer verla de nuevo.
Levanto mi rostro lentamente recorriendo así aquel musculoso torso y recorriendolo con mi mirada hasta llegar a unos ojos azules que me miran con diversión.
-señor Morelli.
Capítulo nuevo, espero que les guste.
No olviden comentar, compartir y votar.
Nos leemos pronto.
-Neftali.