Dedicado a @NeverRinYy ❤️
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Taehyung se sobresaltó en su lugar cuando escuchó la campana de la librería sonar, indicando que un nuevo cliente había ingresado al establecimiento.
―Bienvenido a la librería Wang, si necesita ayuda, estoy a la orden―Taehyung repitió la frase por milésima vez desde que entró a trabajar en ese lugar, colocando una sonrisa casi falsa en su rostro, esperando que el cliente no necesitara demasiada ayuda de su parte.
Estaba demasiado cansado como para tolerar a clientes irrespetuosos o personas que preguntaban por mil materiales y al final solamente compran un bolígrafo de céntimos.
Suspiró y miró con atención cómo el cliente pasaba por los pasillos sin contestar, el pelirrojo encogiéndose de hombros y caminando hacia el cajero, Jackson.
― ¿No es un buen día para ti, TaeTae? ―el menor se apoyó en la encimera, colocando sus manos por debajo de su barbilla, mirando a su amigo e hijo de sus jefes con mirada cansada.
―No he dormido bien, sabes que terminamos con los primeros trabajos del año y realmente estoy muerto del sueño―el rubio le sonrió pequeño, dejando una pequeña caricia en el cabello color fantasía, intentando darle un poco de apoyo.
―Ve a casa temprano, yo te cubriré―Taehyung sentía que podía llorar de la felicidad, siendo algo emocional con la situación, ya que se sentía terriblemente cansado y que su amigo le diera esa oportunidad, era la gloria.
―No sé qué hice en mi anterior vida para tener un amigo como tú―el mayor soltó una carcajada y golpeó suavemente la mejilla del menor, quien había formado un puchero con sus labios mientras inflaba las mejillas.
―Solo prométeme que vas a desca...―Jackson paró abruptamente de hablar, sintiéndose ligeramente mareado.
El menor se enderezó en su lugar mientras fruncía el ceño en confusión por las acciones del mayor, estando atento.
Jackson no comprendía lo que pasaba, sus parpados pesaban y su cuerpo no era capaz de aguantar su peso más, dejándose caer, inconsciente.
Taehyung miró con ojos bien abiertos a su amigo en el suelo, entrando en pánico al verle quieto sobre el suelo, comenzando a hiperventilar por pensar en que tendría que llevar al hospital al mayor o que quizá había muerto.
― ¡Jackson! ―levantó la pequeña puerta de la mesada en donde estaba la caja registradora, sentándose junto al cuerpo de su amigo y revisando si su pulso era correcto, colocando su dedo índice debajo de su nariz, confirmando que el mayor seguía respirando.
¡Mierda, siempre debe pasar algo en mi turno!
La respiración era lenta y acompasada, como si estuviera durmiendo. No veía sangre o algo que le hiciera entender lo que había pasado.
Nada, hasta que vio la flecha clavada en su pierna.
― ¿Una flecha? ―confundido se levantó del suelo rápidamente, jadeando del susto cuando vio al elfo Jungkook parado frente a él, serio y con su arco en su mano derecha.
― ¡Ay, no tú! ―el pelirrojo gritó con molestia mientras tomaba algunos cabellos rojos, jalándolos con molestia, pensando en que su día había empeorado de una forma increíble. ―¿¡Por qué siempre apareces cuando menos lo necesito!?
Jungkook mantenía la mirada seria, levantando una ceja ante los gritos innecesarios del humano, pensando en que quizá una flecha en su pierna sería una buena idea.
― ¿Crees que me gusta venir contigo? lo hago porque Namjoon hyung me obliga―el elfo guardó tras su puntiaguda oreja un mechón de cabello, al ser tan largo, a la altura de sus hombros, siempre se colaba algún mechón en su rostro.
Taehyung bufó y volvió a sentarse junto a Jackson, levantando ligeramente el cuerpo y colocando la cabeza del mayor sobre sus muslos, dándole pequeñas palmaditas para que despertara. Al menos esperaba que su amigo no quedara dormido para siempre por esa flecha.
―No despertará hasta dentro de dos horas, no intentes nada.
El pelirrojo dejó nuevamente el cuerpo de Jackson en el suelo, colocando su chaqueta por debajo de la cabeza del rubio, para que no le doliera cuando despertara.
― ¿Qué haces en la cuidad? Un paranoico como tú no debe estar por aquí, mucho menos armado. ―Jungkook retrocedió cuando Taehyung se levantó de golpe, mirándole molesto con los brazos cruzados.
―Iremos a buscar a Jin hyung ¿Recuerdas? ―el elfo volvió a retroceder nervioso cuando el humano se acercó más, intentando no mostrar que ese pequeño movimiento le había intimidado ligeramente.
― ¡Pues ahora no puedo salir de aquí, porque pusiste a dormir a la persona que me cubriría en el trabajo! ―Taehyung golpeó el suelo con el pie en señal de molestia, intentando que su pie no se dirigiera a la entrepierna del elfo. ―Ahora tengo que quedarme a cuidar la librería y verificar que Jackson hyung despierte bien, todo por tu maldita culpa.
Luego de soltar un poco de su furia con el elfo menor, caminó de vuelta detrás del mostrador y se sentó en la silla giratoria en la que anteriormente estaba su amigo rubio. Sus brazos se cruzaron nuevamente y su vista se dirigió a la computadora en donde se registraban los productos, notando que la cámara de seguridad les apuntaba a ambos, pensando en que ahora debía borrar ese vídeo y luego se enfrentaría a su jefe por ello.
―Además que ahora debo borrar el vídeo se seguridad y después pensar en una buena mentira para justificarlo―Jungkook no mostró interés en su rostro, pero dejó su arco en su estuche, el cual colgaba sobre su espalda, apoyando sus brazos en la mesa.
―No me interesa lo que tengas que hacer ni lo que pasará con tu trabajo, me interesa que vengas conmigo para ir por Jin hyung―Taehyung sentía su paciencia irse por la borda, esa mirada socarrona que Jungkook le dirigía hacía que su sangre hirviera de la furia, pensando en que un golpe bien dado en su rostro, sería algo bien merecido.
Pero estaba seguro que Jungkook le devolvería el golpe sin problemas y que probablemente le mataría de un golpe con esos brazos que el menor se cargaba.
―Mira elfo arrogante, no puedo irme de aquí y realmente no pienso el irme contigo. Yo no tengo poderes mágicos que ayuden en la búsqueda de Jin, por lo que no seré de ayuda en la misión―Jungkook sonrió pequeño cuando notó al humano colocarse de un color rojo en el rostro, pensando en que si seguía así, su rostro explotaría. ―Así que vete de aquí y hazme el favor de no acercarte más a mí.
Taehyung bufó cuando sentía su sangre hervir, pensando en que su cuerpo explotaría en menos de un minuto si el elfo seguía molestándolo.
Por un momento el humano pensó que el elfo se disculparía, ya que su rostro mostró ligera culpa e incluso, mostrando un pequeño puchero.
―Ay, tu rostro ahora combina con tu cabello―se burló con voz aguda, soltando una pequeña carcajada cuando notó que Taehyung se había bajado de la silla rodante de golpe, comenzando a caminar hacia él. ― ¡Oye, era una broma! ¡No te ofendas, coloradito!
Jungkook pensó que Taehyung le daría una patada en su entrepierna o que quizá le sacaría a patadas de la tienda al verle tan molesto, sonriendo cuando miró que el humano se detenía frente a él, con su mirada gacha.
― ¿Vas a golpearme o...? ―Jungkook borró lentamente su sonrisa cuando Taehyung levantó el rostro, pensando en que quizá se había pasado un poco.
Al contrario de lo que pensó, Taehyung no le golpeó ni le tiró de las orejas. El pelirrojo tenía el rostro totalmente colorado y lágrimas se retenían en sus ojos, negándose a bajar por sus mejillas, no al menos frente al elfo.
―No estoy de humor para tus idiotices, así que te pido que te vayas y me dejes en paz―el mayor se restregó los ojos con ambas manos, intentando disipar las ganas de llorar que se habían apoderado de él. ―Si no te caigo bien pues no vengas ni me hables, pero no estoy para aguantar tus mierdas y menos que vengas a arruinar el único día que pude haber dormido más de cuatro horas.
Taehyung caminó nuevamente hacia el confundido elfo y lo empujó hacia la puerta de la tienda, abriéndole la puerta y dejándole un empujón más en la espalda, logrando que saliera de la librería.
Jungkook no sabía cómo sentirse en ese momento, sus emociones siempre habían sido controladas desde que tiene memoria, por lo que la lástima por aquellos que eran inferiores a él, no era algo que practicara o sintiera a menudo.
Suspiró y acomodó la mochila que tenía en la espalda, en donde mantenía su estuche de armas. Pensó que sería mejor alejarse del humano Taehyung por un tiempo, no quería ser más una molestia para él.
¿Y si le ayudo?
Ese pequeño pensamiento surcó por su mente, haciendo que en su pecho se alojara un sentimiento incómodo, algo que la habían dicho, se llamaba culpa.
Gruñó cuando sus pies se movían de adelante hacia atrás, gritando bajo cuando dio media vuelta y entró a la tienda nuevamente.
Cuando la campana de la tienda resonó, Taehyung se secó las lágrimas bruscamente y se enderezó en su lugar, intentando mostrar que no pasaba nada y que no había estado llorando por la frustración minutos antes.
―Bienvenido a la librería Wang, si necesita ayuda estoy a la orden―su voz sonó grave, delatándole inconscientemente.
Taehyung rodó los ojos cuando vio al elfo nuevamente, lanzándose sobre la silla con molestia y dejándose liberar en el llanto. El sueño y el estrés no le dejaban respirar tranquilo, ni dejar de llorar en la tienda.
Jungkook caminó hacia donde el cuerpo de Jackson descansaba en el suelo, tomando el cuerpo con facilidad y levantándolo, esperando mudo a que Taehyung comprendiera su intención y se moviera de la silla. El pelirrojo se levantó y suspiró entrecortado cuando el cuerpo de su amigo fue colocado en la silla, mientras el elfo lo acomodaba mejor.
―Te mentí, despertará en menos de cinco minutos, el efecto no es tan largo―Jungkook confesó mientras levantaba la chaqueta de Taehyung del suelo. ―El hechizo hará que piense que se durmió, recordará lo que pasó un minuto antes de que la flecha fuera lanzada, así que creo que recordará que te cubrirá en el trabajo hoy.
Taehyung asintió mientras intentaba no mirar al elfo, le daba vergüenza que el menor le viera de esa forma vulnerable, por lo que intentaba evitar su mirada.
―Bueno...―Jungkook le tendió la prenda a Taehyung, quien la tomó cohibido, mientras intentaba que los mocos no salieran de su nariz. ―Ya vete, si alguien viene no podré explicarle por qué hay un elfo en la librería.
Jungkook rio bajito y se rascó detrás del cuello con algo de vergüenza por sus acciones pasadas, pensando en que Taehyung no había hecho nada malo, realmente.
Jackson se movió ligeramente en la silla, como si lentamente comenzara a despertar, algo que hizo que ambos se sobresaltaran, en especial Jungkook.
―Vamos con los chicos ¿sí? ―preguntó Jungkook, intentando no sonar demasiado brusco. ―Siento lo que hice antes, fue tonto de mi parte.
Taehyung negó mientras caminó hacia el elfo, rodeándole y saliendo por la puerta del mostrador, quedando del otro lado.
―De verdad no puedo ir, además te dije que no soy de ayuda, menos si estoy así de cansado―el elfo asintió sin estar convencido, caminando hacia la flecha que anteriormente había estado clavada en la pierna de Jackson, notando que el líquido que Namjoon había colocado en la punta para hacer dormir, seguía en poca cantidad.
Sacó uno de sus guantes, los cuales había guardado en el bolsillo de su traje. Se colocó el de la mano derecha y quebró la punta de la flecha, notando cómo el líquido brillante caía sobre su palma envuelta en cuero. Siendo suficiente para dormir a alguien sin inyectarlo.
Cerró la mano y dio media vuelta, notando cómo Taehyung intentaba respirar tranquilamente mientras organizaba algunas cosas del primer estante.
―Si estás cansado puedo ayudarte, te llevaré a tu departamento―Taehyung negó sin mirar al elfo, era más una respuesta por orgullo que por otra cosa, se sentía demasiado avergonzado por su llanto como para irse con el elfo.
―No, te dije que no―el elfo rodó los ojos con ligera ternura cuando notó que Taehyung ya no estaba enojado, sino apenado.
Caminó con decisión hacia el mayor y lo tomó por los hombros, haciendo que se parara frente a él, tomó el rostro del humano con su mano izquierda y rápidamente, para evitar alguna contraria, pasó el líquido por toda la mejilla de Taehyung, su piel comenzando a absorberla y el hechizo comenzando a funcionar.
El elfo se quitó su mochila y se la colocó en su torso, dándose media vuelta sin soltar a Taehyung, logrando que su cuerpo debilitado cayera suavemente sobre su espalda.
―Iremos a tu departamento para que descanses―con algo de dificultad, pasó los brazos de Taehyung sobre sus hombros y se agachó para poder subirlo a su espalda de forma más segura, esperando que el pelirrojo no se deslizara y cayera al suelo.
De un pequeño empujón, Taehyung quedó abrazado a la espalda del elfo, quien había enroscado los brazos contrario en su cuello y mantenía el agarre en las piernas de Taehyung, tomándolo de forma segura.
Sonrió cuando sintió el ligero apretón del cuerpo de Taehyung en torno a él, pensando en que debía mejorar su interacción con el humano, tratando de olvidar algunas lecciones que sus padres y maestros elfos le habían dado.
Los humanos no son tan malos, Taehyung no es tan malo.
Jimin sonrió cuando los hermosos tomates rojos y rellenos comenzaban a volar sobre él, sintiendo hambre de tan solo ver todas las verduras que Yoongi había cosechado en esas dos semanas.
Yoongi había convertido varios pedazos de madera podrida en dos hermosos cajones para huertos, largos y bien armados. En poco tiempo, los tomates que el hada había sembrado y cuidado, crecieron perfectamente y ahora se veían como si fueran falsos, demasiado lindos y rojos que no parecían ser reales.
Jimin pensaba que podía preparar una deliciosa salsa con ellos e incluso una sopa de tomate.
Días después del que Yoongi se había ofrecido a cosechar para ellos, Jimin y Taehyung compraron muchas semillas de diferentes verduras para que el rubio las cosechará. El hada, completamente asombrado por la cantidad de semillas que tenía a su poder, se sentía millonario, comenzando a cosechar con muchas ganas, como un humano con un máquina de dinero.
Yoongi ahora permitía que Jimin le viera cosechar e incluso, el menor solía ayudarle con ciertas actividades en las cuales sus manos humanas e inexpertas no afectaran, como ayudarle a hacer los huecos en la tierra o regar las cosechas.
Jimin se emocionaba de realizar aquellas tareas, por lo que se sentía contento de que Yoongi lo tomara en cuenta para ello.
Su relación había mejorado lentamente desde el día en el que Yoongi le vio bailar, no habían tocado el tema de la canción de nuevo, algo que Jimin agradecía, ya que no se sentía completamente preparado para hablar de ese punto de su vida, pero apreciaba que el hada no le cuestionara y le comprendiera.
Gracias a Yoongi, había logrado manejar la coreografía como deseaba, incluso sorprendiendo a sus maestros en la universidad, quienes se vieron complacidos por el esfuerzo de Jimin, halagando su pasión colocada en la coreografía.
Yoongi le había pedido ayudarle en sus coreografías, simplemente siendo quien colocaba la música y la reiniciaba cuando Jimin necesitaba hacer todo de nuevo, siendo testigo de que el menor podía pasar horas practicando sin siquiera pensar en parar. Lo último le asustaba, de cierta forma, ya que sabía lo cansado que era aquella actividad.
Pero ambos se sentían apoyados por el otro, en diferentes actividades y con distintas participaciones, humano y hada se apoyaban.
― ¿Puedo hacer sopa de tomate con estos? ―preguntó Jimin mientras se aceraba al saco en donde los tomates cosechados se mantenían, tomando uno entre sus manos y observando maravillado el hermoso tono rojo.
―Sí, creo que quedaría una sopa muy rica con ellos―Yoongi comenzó a elevar los pimientos de la tierra, enviándolos en fila hacia el saco elegido para los pimientos. ―Incluso, cuando los champiñones estén listos, se puede preparar una deliciosa crema de champiñones.
― ¿Te gustaría que preparara algo de sopa para ti? ―Yoongi se sintió tentado por la oferta, le encantaba la sopa de tomates y sabía que el menor cocinaba bien, así que sería un insulto el rechazar esa oferta.
―Por favor, te lo agradecería mucho―Jimin sonrió y se levantó del suelo, tomando tres tomates y preparándose para comenzar con la receta.
Le gustaba cómo era el Yoongi tranquilo, el que no estaba siempre a la defensiva y no le gritaba o gruñía por cualquier cosa. Incluso apreciaba mucho su compañía.
―Por cierto ¿Qué tal te fue hoy en el trabajo? ―preguntó el hada mientras observaba con atención el pimiento amarillo que había cosechado, pensando en que podía colocar un poco más de polvo de hadas para que quedara más firme.
―No hubo nada especial hoy, por primera vez desde que trabajo en ese lugar, me tocó quedarme en la caja registradora, así que fue un día tranquilo―Yoongi hizo un sonido en afirmación, dando a entender que había escuchado y comprendía. ―¿Cómo te fue a ti con mi libro de economía?
Yoongi había tenido una curiosidad repentina sobre la moneda de los humanos y cómo la utilizaban, por lo que le pidió a Jimin ayuda. El menor le explicó como pudo, pero parecía que Yoongi no comprendía del todo, por lo que pensó que sería mejor darle un libro sobre ello.
―Uh, lo dejé en el suelo de la habitación y utilicé tu aitan―Jimin levantó una ceja con una sonrisa, confundido.
― ¿Mi qué? ¿Qué es aitan? ―soltó una pequeña carcajada mientras picaba el tomate junto a la cebolla, intentando no llorar por el olor de la última.
―Esa pantalla más pequeña que la telesisión, en donde veo vídeos de personas cayéndose de forma divertida―Yoongi rio al recordar los vídeos de personas cayéndose o pasando por situaciones vergonzosas.
Suga llegó en ese momento, maullando y corriendo hacia Yoongi, quien respiró y dejó que el gato se restregara sobre su pierna, lentamente comenzando a querer a la bola erizada de pelos.
―Oh, mi IPad―Jimin sonrió y miró con dulzura cómo Suga se acomodaba al lado de Yoongi, quedándose quieto para tomar una corta siesta. ― ¿Hoy también viste vídeos de personas cayéndose?
Suga se estiró en el suelo y subió por la pierna de Yoongi, acomodándose en el hueco entre las piernas del hada, haciendo que el rubio riera suave.
―No, vi una película de una esponja amarilla que habla, también hay una estrella con problemas cerebrales y un calamar amargado―Jimin asintió cuando reconoció que el hada veía Bob Esponja, pensando en que el hada parecía cada día más un niño pequeño y adorable.
―Eres muy tierno, hyung―su voz salió suave, casi de forma inconsciente, sintiendo sus mejillas sonrojar cuando Yoongi carraspeó a sus espaldas, sintiéndose muy tímido como para mirarle.
―No soy tierno, solo curioso―Jimin pensó por un momento que Yoongi le contestaría de forma grosera, pero todo lo contrario, fue una respuesta muy dulce a su parecer.
―Ok, eres Yoongi el curioso―el hada rio al recordar que había visto una serie de un mono con un nombre similar.
―Y tú eres Jiminie el fastidioso―Yoongi no notó el apodo que había soltado hasta que Jimin le miró con sorpresa, dejando los ingredientes de lado para mirar al hada.
― ¡Me llamaste Jiminie! ―el pelinegro soltó un chillido y miró con ojos bien abiertos el sonrojo que en las mejillas del hada comenzaba a crearse, pensando en que ahora tenía una forma de burlarse de Yoongi. ― ¡No te sonrojes, me gusta el apodo!
Yoongi gruñó y se levantó, tomando a Suga entre sus brazos y caminando hacia la habitación sin mirar atrás, sintiendo que su cara ardía por la vergüenza.
Jimin soltó una carcajada y sintió una linda sensación en su pecho, le gustó cómo sonó ese apodo saliendo de la boca de Yoongi, lo cual le confundió por un momento, pero no le dio demasiada importancia.
Me llamó Jiminie...bah, él es un hada muy dulce.
Jimin llegó a la conclusión de que Yoongi era una persona muy dulce, pero se escondía en esa dura coraza de indiferencia que presentaba con las personas nuevas.
Jungkook se mantenía un poco lejos de los demás, no quería que Taehyung se despertara, por lo que lo mantenía lejos de los demás seres, quienes comenzaban el plan para buscar a Jin.
Se encontraban en la casa de Namjoon, el hechicero había logrado hacerlos llegar por un atajo en el bosque y en ese momento, su casa era protegida por una imagen señuelo, por lo que los demás seres no los verían ni los escucharían, así tendrían tiempo de sobra.
―Bien, nos colocaré la burbuja de oxígeno y nadaremos hacia la colonia de sirenas, mientras tanto, Suran distraerá a los tiburones guardianes―la chica hada, quien había estado desaparecida, había pasado por el reposo que necesitaba después de haber sido envenenada por los peces globo, por lo que en esos momentos se sentía mejor. ―Cuando encuentren a Jin, le notifican a Namjoon y luego vuelven a la superficie―Yoongi miraba todo junto a Jungkook, quien mantenía a Taehyung sobre su espalda, no sintiéndose incómodo.
―Tengo un mal presentimiento de todo esto, no creo que sea buena idea el que Jimin y Taehyung vayan al fondo del mar cuando los tiburones vigilan―Jungkook frunció el ceño y miró de reojo el rostro de Taehyung, el cual descansaba en su hombro.
―No, Taehyung no irá―Yoongi levantó una ceja ante el tono molesto que el elfo había utilizado, como si aquello le hubiera ofendido. ―Él está muy cansado, debe descansar correctamente.
El hada sonrió cuando notó el lado sobreprotector del elfo sobre el humano, pensando en qué había pasado para que la actitud del menor cambiara de tal forma.
―Bueno, iré con Jimin entonces―el hada se levantó del tronco y sacudió su ropa, la cual era de Jimin, porque si usaban la de hojas se destruiría en el agua. ― ¿Vienes conmigo? Puedes dejar a Taehyung en el tronco.
Jungkook miró al hada con duda, anteriormente no hubiera dudado en acompañar al hada del cual estaba enamorado, todo para protegerle y estar a su lado. Pero en ese momento, no sentía aquella emoción característica que le exigía ir con él, abundaba en su pecho la preocupación por dejar a Taehyung solo.
Quizá la imagen del humano en vulnerabilidad le había debilitado, no lo sabía, lo único que sabía era que no quería dejar al pelirrojo en ese lugar.
―No hyung, me quedaré aquí―el hada asintió con una sonrisa y comenzó a caminar hacia los demás, pensando en que ambos, habían cambiado de alguna forma su dura perspectiva hacia los humanos.
Esos humanos hicieron magia sobre nosotros, irónicamente.
Pensó al mirar atrás, notado al elfo acomodando a Taehyung sobre el su saco, dejándolo de colchón sobre el pasto para el pelirrojo.
Yoongi llegó junto a Jimin, quien se miraba muy nervioso, incluso un poco más pálido de lo normal. Sonrió cuando el menor se sobresaltó al tocarle el hombro, sabiendo que algo le asustaba.
―Oye ¿Por qué tan nervioso? ―Jimin suspiró cuando vio que era el hada quien le había asustado, mordiendo su dedo pulgar mientras movía sus pies a los lados, no logrando quedarse quieto.
―Me dan mucho miedo los tiburones, pero quiero ayudar a Namjoon hyung―Yoongi sonrió enternecido ante el rostro preocupado de Jimin, dando un apretón sobre el hombro del menor, intentando darle un poco de apoyo.
―Iré contigo, no dejaré que ningún tiburón te dañe ¿Bien? ―Jimin asintió, tratando de relajarse con respiraciones profundas.
―Si me dejas en medio del mar, juro que te buscaré solo para ahogarte, te lo advierto Min Yoongi―el hada soltó una carcajada ante las palabras del menor ante su pánico, mordiéndose el labio inferior ante la ternura que el menor le causaba.
―No lo haré...―Yoongi acercó su mano hacia la de Jimin, tomando entre sus dedos los pequeños dedos del menor, entrelazando lentamente sus manos. ―Te lo prometo, estaré junto a ti, siempre.
Jimin sentía que sus piernas eran de gelatina en ese momento, sentía que podía caerse por las emociones que su cuerpo estaba experimentando, solo siendo capaz de sonrojarse y devolver tímidamente el apretón de mano.
No le importaba en ese momento las miradas que sentía sobre ellos, ni su cabeza recordándole que se había burlado del pensamiento de Taehyung sobre que algún día sentiría cosas así por el hada.
¿Qué me estás haciendo, Yoongi?
¡Hola! me alegra el poder actualizar por fin esta historia :( ya volví a la universidad y pues el tiempo no es el de antes, pero intentaré el traerles siempre el capítulo semanal❤
Este es el primer fic en actualizar de la semana, ya que hice la encuesta en mi tablero. Debo admitir que me sorprendió mucho el que esta historia ganara, pero también admito que me alegré, ya que tenía muchas ganas de actualizar esta historia💙
Espero leerlos la próxima semana, sin falta 🍀
¡Nos leemos prontooooo!✨