•Complot•
— No sé qué demonios pasó —pasé mi mano por mi rostro—
— ¿No será que sientes algo nuevamente por él?
— No seas ridículo, que me haya dormido en su cama no significa eso —acusé a Hugo a través de la pantalla—
— Yo solo digo.
— Ya no quiero nada con él, lo máximo que quisiera sería una amistad pero lo dudo.
— ¿Por?
— No sé.
— No lo sé ___... Lo prohibido es tentativo, y ahora mismo él es la tentación en persona.
— Hay veces que te estancas mucho en una persona y te olvidas que existen muchos... Ahora mismo ustedes me estancan, creen que si me acerco a él va a pasar algo, que si le digo un simple «hola» ya me voy a casar con él, y no es así... En unos días se va a ir y todo seguirá igual.
— Tranquila, ya no vuelvo a insistir —sonrió— Pero... ¿Viste que no habían paparazzis cuando saliste del hotel?
Fijé mi vista al frente... Mierda.
— No... Pero hoy en día ya no hay tanto escándalo como lo había antes.
— Si tú lo dices...
— Oye, ___ —Louis metió su cabeza por la puerta del baño— Martin está aquí ¿Lo hago pasar?
— Sí, lo que sea —dije sin tomarle importancia, ahora mismo pensaba en lo que había dicho Hugo sobre la prensa—
Si me hubieran captado saliendo, ya me imagino el gran escándalo que generaría.
— ¿Qué fue eso? —Hugo habló sacándome de mis pensamientos—
— ¿Qué cosa?
— ¿No que ya no verías a Martin?
— Ajá...
— ¡Acabas de dejar que entre a tu casa!
— ¿Qué?
La puerta se abrió revelando a un castaño curioso.
— Ups, habitación equivocada...
— No, está bien
— ¿Lo está? —mi amigo habló por la pantalla—
— Hablamos luego —me despedí y dejé el teléfono a un lado—
Me relajé y luego recordé que tenía visita... La cual trataba a toda costa evitar mirarme.
— Oye, tranquilo... No pasa nada, la espuma me cubre por completo.
— Creo que sería mejor que te espere afuera...
— ¿A qué has venido? —alcancé a preguntarle antes de que salga del baño—
— Eh... Yo... —se quedó quieto un buen rato hasta que volteó a verme— ¿Tienes cosas que hacer?
Sonrió ligeramente mientras sus mejillas se ponían rosas.
—Narra Martin—
Por alguna razón hoy me sentía renovado, como si hubiera dormido mejor que otros días. Tallé mis ojos y peiné mis rulos con mis dedos. El ambiente en la habitación lo sentía diferente, era... Muy vacío, a pesar de no estar solo. O eso creí. Al parecer ella había huido como la vez que se fue sin decirme nada.
Luego de una ducha me da ganas de salir a caminar un rato y conseguir algo de desayunar.
— Hey, hola Gabe —saludo—
— ¿Qué tal el polvo anoche?
— ¿Qué?
— ¿Lograste desvirgar a la pequeña Fuster? —rió—
— No hables así de ella —me molesté un poco a pesar de que sabía que él lo decía de broma— Sabes que tengo novia.
— Lo sé... Pero no creo que le agrade mucho saber que tu ex se ha quedado a dormir contigo.
— No seas candelero y cállate.
Fruncí el ceño.
— Cálmate, amigo... Es broma.
— Lo sé —hablé serio y suspiré— Si ves a Watse dile que saldré, nos vemos en la noche.
— Tienes prueba de sonido en la tarde.
— Nos vemos en la tarde entonces —corregí—
Entré al ascensor y me apoyé en el barandal mientras esperaba a llegar al primer piso. ¿Cómo se le ocurre hablar así de ___? Como si ella fuera una cualquiera o yo fuera un maldito infiel...
Esperen, ya lo fui.
Pero he cambiado... Los años han pasado por algo y ahora soy diferente, o eso es lo que pienso.
El portero me abrió la puerta del hotel, asentí hacia él en señal de saludo y le di las gracias. Caminé por el camino entre el jardín hasta salir a la calle, pensé en qué podría desayunar... Tal vez algo ligero como un jugo y un emparedado o algo más pesado como unos waffles o panqueques. Caminé sin rumbo alguno hasta que vi una cafetería en una esquina, se veía acogedora y decidí entrar. Me senté en una de las mesas de afuera y al instante me trajeron la carta, pedí un zumo y unas tostadas. Mientras esperaba mi pedido me distraje en mi celular, revisé algunos mensajes y entré a mis redes sociales.
No tenía nada planeado para hoy, excepto por la noche, pero no quería quedarme en el hotel todo el día. Desearía no estar en un desierto como lo es Nevada, podría estar en California y sin ningún problema estaría sentado frente al mar sin aburrirme. Creo que lo mejor que puedo hacer es volver al hotel y disfrutar de la piscina o algo, o simplemente dormir hasta la hora del almuerzo, seguir durmiendo y levantarme para el show de la noche. Hoy tocaba en el Omnia Nightclub, siempre eran buenos shows si se trataba de ese club.
— ¿Martin? —escuché la voz de Louis—
¿Espera, qué?
Presté atención, volví a la realidad después de un largo viaje dentro de mis pensamientos, me encontraba fuera del departamento de ___.
— Uh, hola —dije algo tímido—
¿Qué demonios hago aquí?
— ¿Qué haces aquí? —preguntó con gracia—
— Eh... ¿Está ___? —qué estupidez, estás en su casa, se supone que ella está aquí—
—rió— Sí, sí está.
— ¿Puedo pasar?
— Voy a consultar —sonrió y empujó la puerta sin cerrarla totalmente—
Este es un buen momento para cerrar la puerta e irme corriendo como si nada de esto hubiera pasado. Sigo sin saber como es que llegué aquí, se supone que yo estaba volviendo al hotel para poder dormir a pesar de que no tenía ni una pizca de sueño. La puerta se volvió a abrir y sentí pánico por unos segundos. Debo relajarme.
— Puedes pasar —me hizo espacio— ¿A qué has venido?
— La verdad ni yo lo sé —dije sincero— No sé como llegue hasta aquí.
— El destino —susurró, pero lo oí—
— ¿Qué?
— Nada —se excusó— Los chicos están en la habitación, por si los quieres ver.
Asentí y caminé por el pasillo que conectaba a las demás habitaciones.
Mientras caminaba me di el lujo de ver las pocas decoraciones que tenían las paredes. Tomé la primera puerta y la abrí arrepintiéndome de no haber tocado la puerta pero segundos después la culpa se va al ver que no hay nadie en la habitación. Di una rápida mirada a la habitación que parecía ser la de ____, nada que ver con la habitación que yo recordaba... Ya no habían pósters míos ni de otros artistas en las paredes. En una de sus paredes había como un mural de fotos y me animé a acercarme para verlo más de cerca. Fotos con su familia y amigos... Podía reconocer a su mamá, a Daniel, a Hugo, a mis amigos y... ¿A mí?
No había nada comprometedor en la foto pero aún así estaba junta a las otras fotos en su mural de recuerdos. Tal vez para ella solo era un recuerdo y así me quería, en el pasado. O tal vez era algo muy preciado para ella que siempre quería mantener presente. Cómo saberlo.
Observé un poco más las otras fotos y salí de la habitación.
Entré a la siguiente con toda la confianza del mundo y ahora sí que estaba arrepentido, o tal vez no del tanto. Pensé pasar desapercibido pero como siempre tuve que abrir mi bocota. Mientras estaba allí al lado de la puerta me debatía entre querer y no ver más allá de la espuma que cubría su cuerpo desnudo. No sé por qué, pero recordé el último sueño erótico que tuve con ella. Oh Dios, debo salir de aquí...
Pero al parecer ella quería que me quedara.
— ¿A qué has venido?
— Eh... Yo...
¿A qué he venido? Ni yo mismo lo sé... Tal vez podríamos salir, digo, con todos los chicos, no solo los dos...
— ¿Tienes cosas que hacer? —sonreí avergonzado—
Ella se quedó en silencio un buen rato, bastante largo... ¿O solo era yo quien lo sentía así? En cuestión de segundos podría ser rechazado por la chica de mis sueños.
¿Qué acabo de decir?
Oh por Dios, estoy entrando en pánico... Debo relajarme ¡Pero es que ella no dice nada! ¿Sí? ¿No? ¡Si vas a rechazarme, por favor hazlo ahora y se sutil!
— Podríamos salir con los chicos...
¡Mujer responde!
— ¿Te encuentras bien?
— Perfectamente —a punto de sufrir un patatús—
— Bien... Sí, claro, puedes ir a decirle a los chicos en lo que termino aquí —sonrió tranquilamente—
Asentí y salí inmediatamente del baño.
¿Qué haces conmigo ___ Fuster que me haces perder el control?
***
— No podemos —fruncí el ceño al término de lo que dijo Louis—
— ¿Ah no? —preguntó Menno y al instante Damian le dio un golpe—
— No... Tenemos algunas cosas que hacer —sonrió—
— Ustedes me dijeron que tenían toda la semana libre —___ acusó—
— Sí... Yo se las di —pronuncié—
— Sí, pero... Para el show de hoy tenemos que ir a ver el lugar para grabar y esas cosas.
— Es el Omnia, lo conocen como la palma de su mano.
— Escuché que lo remodelaron —Menno añadió—
— Es verdad —Louis afirmó—
— Y ya se nos hace tarde —dijo Damian mientras veía su muñeca como si hubiera un reloj ahí—
— ¡Ni siquiera llevas reloj!
— ¡No dudes de mis instintos! —me reclamó— Nos vamos —sonrió—
— ¡Pero Menno, sigues en pijama! —___ se dirigió a Menno—
— Allá tengo ropa, bebecita... Disfruten su salida, chicos —guiñó un ojo y cerró la puerta dejándonos solos—
El mundo no había conspirado contra nosotros, eran estos que habían hecho un complot para dejarnos solos.
Solo espero que esto no se torne incómodo.
O que yo termine perdiendo el control.
~To Be Continued~~>
Maratón 5/5 🍑
✓ Editado 20.07.19