~Capítulo #33

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•¿Estamos Perdidos?•

— ¡La puta que te parió! —grité al sentir mi cara empapada— ¡Eres un imbécil!

—Deja los gritos y alístate, se nos hace tarde —dijo mientras me quitaba las sábanas de encima—

Me senté y... ¿Tarde para qué? ¿Qué día es hoy? Vi la pantalla de mi celular. Viernes.

¡Puta madre! ¡Hoy conozco a los suegros! ¡Y lo olvidé por completo!

Salí corriendo de la cama y fui directo al baño para asearme.

¿¡Qué me pongo ahora!? ¿Hará frío, calor, habrá una tormenta? ¡Tal vez un tornado! Iba de un lado a otro dentro del «walking closet» de Martin donde me había asignado un espacio para que ponga mi ropa.

Pantalones negros hasta la cintura algo rasgados, un crop top blanco sin mangas y unas converse blancas fueron los responsables de armar mi outfit. Dentro de una mochila pequeña lleve una polera por si hace frío.

—¿Lista? —preguntó mi enamorado que se encontraba sentado en el sofá de la sala—

—Sí —dije mientras di una vuelta haciendo que mi cabello parezca de comercial—

—Pensé que yo era tu bae—ladeé mi cabeza expresando confusión—Tu camiseta.

Mi crop llevaba un estampado de «PIZZA IS MY BAE».

—me senté a su lado—Tú eres mi pizza —le di un beso en la mejilla— ¿A dónde vamos? ¿De campamento? —reí al ver que tenía una mochila más grande de lo normal y algo abultada por lo que llevaba dentro—

— Olvidé mencionarte algo... —sonrió inocente— Nos quedaremos hasta el domingo.

Regresé nuevamente a la habitación y tuve que buscar dos cambios de ropa más. Con la mochila un poco más llena que antes retorné a la sala donde Martin le estaba echando llave a la puerta que dirigía a la azotea.

Al bajar del taxi, Martin me tomó de la mano, creo yo, para que no me perdiera porque había mucha gente que sin querer chocábamos con ella.

— ¿A dónde estamos yendo? —pregunté después de haber caminado varios minutos—

— A la estación de tren.

En el camino quise dormir pero no podía por algunas razones, uno, estaba de pie y no quería caerme, dos, el tren estaba algo lleno por lo tanto las personas te empujaban y estaban muy pegadas a ti. Después de un buen estar de pie y sentir como se mecía el tranvía, Martin consiguió un asiento donde me hizo sentarme en sus piernas.

— ¿Dónde estamos? —pregunté al bajar del transporte—

— En Haarlem.

— ¿Aquí viven tus padres?

— No, primero te llevaré a otro lugar —me sonrió— Y no preguntes a dónde porque es sorpresa.

Y me dejó con la boca abierta junto con mis ganas de preguntar, salimos de la estación y fuera de ella había muchos autos, Martin buscaba algo con la mirada hasta que encontró lo que buscaba ya que al ver a ese punto sonrió y me arrastró detrás de él. Era un auto colectivo, de esos que tienen un destino fijo, subimos al vehículo junto con otras personas y una vez lleno el chofer pudo arrancar.

La vista hacia el lugar desconocido era muy linda, los valles con unos cuantos animales y molinos de viento.

—mis ojos habían sido cubiertos por unas manos— ¿Martin, qué haces? —reí—

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora