the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #28

•Together•

Habíamos ingresado a su habitación, yo tomé asiento en su cama mientras que ella cerraba la puerta.

—suspiró— ___... ¿En serio ese chico te hace feliz?

— Mucho... Es muy lindo.

—suspiró— ¿Desde cuándo estuvo aquí?

Mi mamá estaba tan tranquila que me asustaba.

— En el país desde hace más de un mes.

— No... ¿Desde cuándo estuvo en la casa? Y no me vayas a decir que no, porque yo los he visto.

— Oh... Pues, desde hace una semana... Lo siento ma'.

— No te preocupes... Se ven muy lindos los dos, son como dos niños —me sonrió con dulzura—

Ahí fue cuando le empecé a contar a mi mamá toda la historia. Desde la vez que me escapé al aeropuerto para poder ver a Martin por primera vez, hasta la vez que me suspendieron, no se molestó al saber la razón. Mi relación con Martin ya no era un secreto ante los ojos de mi madre. Ah, por cierto, ni cagando le conté sobre la fiesta de hace unos días, ahí si se iba a cabrear conmigo.

—al terminar de contarle todo, mi mamá estaba a punto de echar una lágrimas— ___... Quiero que vayas con él.

—casi me atoro con la saliva— ¿Qué?

— Su historia es tan... Hermosa, y la verdad, no quisiera que se acabe aquí, por mi culpa, no me lo lamentaría, se ve el que te hace muy feliz —sonreí por acto involuntario—

— ¿De verdad? ¡Oh santo Dios! ¡Mamá te amo! —me lancé a sus brazos y ella me recibió con un abrazo tan fraternal que quise llorar— En serio mamá, gracias, gracias, gracias.

— Pero... Habrá reglas —me observó con autoridad—

— ¿Cómo cuáles?

***

Bajé corriendo por las escaleras, ambos varones seguían en la sala cada uno prestando atención a su celular, me tiré encima de ellos.

— ¡Nos vamos a Ámsterdam!

Martin lanzó su celular al otro extremo del sofá.

— Seremos felices mi pequeña —susurró en mi oído para luego darme un pico—

— Te quiero mucho —dije mientras me acurrucaba más en su pecho—

— Yo también princesa.

— Agh... Mucha dulzura por aquí —y Scoot me tiró del sofá—

Lo miré mal y después me comencé a reír.

Mi mamá estaba de vuelta con cámara en manos.

Nos tomamos fotos, Martin y yo, mamá y Martin, Martin y Scoot, Scoot y mamá, Scoot y yo, mamá y yo. En medio de la sesión de fotos, mi hermano llegó y empezó a gritar por el hecho de que Martin esté aquí. Poco después se calmó y se tomó fotos con él.

Después de cenar todos juntos, Martin y Scoot se fueron.

No dormí toda la noche, estaba tan emocionada... Me pasé la noche haciendo maletas, puse un poco de ropa de cada estación, Martin me dijo que en Ámsterdam nunca se sabía acerca del clima, podía haber un sol resplandeciente y de la nada podía haber ventisca.

Mi mamá el día de hoy decidió hacer un «almuerzo de despedida» e invitamos a Martin y a Scoot. Se sentía bien que mi mamá sepa sobre mi relación con Martin, no sé pero siento que ya no tengo nada que esconder.