the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #63

•Ya Lo Superé•

— ¡Empezamos en diez! —gritó el director—

Me habían terminado de peinar y decidí ir por algo de tomar a la mesa de aperitivos. Jugo de naranja, jugo de manzana, jugo de piña... Voy por el de manzana.

— ¡Maldición! ¡Discúlpame! —exclamo al ver que choqué con alguien al darme la vuelta—

— No te preocupes... —estiró su camiseta para ver la mancha de humedad que había dejado en ella a causa de mi torpeza—

— T-ten una servilleta —se la di aunque con ella no haría mucho la verdad— Lo siento, no me fijé.

— Tranquila...

Suspiré y recién pude fijarme a quién accidentalmente había ensuciado.

— ¿Eres ___, verdad? —asentí— Martin me ha contado de ti.

Oh... Así que seguía siendo tema de conversación.

— Tranquila, no ha dicho nada malo de ti —sonrió— Tenía tantas ganas de conocerte.

— ¿En serio? —esa no me la esperaba—

—asintió— Por cierto, soy Charelle.

—obviamente sabía quien era— Un gusto —sonreí—

Debo de admitir que al comienzo estuve un poco incómoda hablando con ella, más que todo por la manera repentina en la que nos conocimos. Los diez minutos pasaron rápido, pensé que Charelle era una odiosa como muchas fans pensaban, al contrario, era muy dulce y divertida. 

— Creo que ya debo ir —me puse de pie— Supongo que nos veremos después...

— ¿Cuanto tiempo te quedas en la ciudad?

— Toda la semana.

— ¿Te parece si salimos un día?

¿No se supone que entre la novia y la ex se odian?

— Claro, por qué no.

— Estamos hablando —se acercó y besó mi mejilla—

Qué raro todo esto.

Caminé rápidamente al set de grabación donde ya se encontraban todos listos para grabar.

— Oye, estúpida.

— No me digas así, suena feo —lo regañé—

— Está bien, estúpida —le hice mala cara al rubio y él me sonrió— Te vi hablando con la actual.

— Es linda —alcé mis hombros restándole importancia— Creo que saldremos.

— ¿Van a rajar de Martin? —reímos—

— Sabes que él ya no me importa.

— ¿No te da nada de celos verlos juntos? —tocó mi hombro para que volteara encontrándome a ambos conversando mientras él tomaba su mano y le sonreía—

— No —sonreí— Creo que se ven muy bien...

— ¿Segura? —codeó mi costilla derecha—

— ¡Sí! —le di un golpe— Ya lo superé.

La grabación había dado inicio. La luz general se apagó y fueron encendidas las requeridas para el trabajo, las máquinas de humo también fueron encendidas. Empecé con mi trabajo.