the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #31

•Ratoncita•

— Nena... —sentí su barbilla en mi hombro y sus manos escurrirse bajo mi playera para acariciar mi estómago—

— No molestes... Deja dormir —me acurruqué lo más que pude y apreté mi cara con la almohada—

— Creo que ya es un poco tarde para dormir.

— No me importa... —hablaba con ambos ojos cerrados—

— Levántate, hoy tenemos mucho que hacer —de la nada sentí mis piernas desnudas—

— ¡Qué jodido eres! —grité al darme cuenta que había retirado las mantas que nos cubrían a ambos, me senté y tallé mis ojos, lo busqué con la mirada y se encontraba al lado de la ventana a punto de abrir las cortinas— ¡No! ¡Martin! —las abrió y yo agarré nuevamente las frazadas y me tapé con ellas—

A través de las costuras se veía que la habitación había tomado claridad natural gracias a que las ventanas estaban abiertas, el calor inundó él ambiente y me vi obligada a deshacerme de las mantas que me cubrían.

— Qué pesado eres... No dejas dormir.

— ¿No te cansas de dormir?

— Ja, mira quien lo dice —fingí una risa—

— Ya van a ser las once...

— ¿Y qué quieres que haga?

— Que te cambies, hoy invitaré a los chicos, hace un magnífico clima para estar un buen rato en la piscina.

— ¿Con los chicos te refieres a Menno también? —asintió lentamente— No que no querías que esté cerca de él.

— Sí, por eso lo vigilaré para que esté alejado de ti, o sea, que no estén a solas los dos.

— Okay, pero... ¿Podemos salir?

— ¿Para?

— No he traído bañador.

— Está bien, aprovechamos y desayunamos afuera ¿Te parece?

— Yep —bostecé— Iré al baño.

— Yo llamaré a los chicos.

Fuimos al mismo centro comercial que fuimos ayer, desayunamos en una cafetería y después visitamos unas cuantas tiendas pero ninguna tenía ropa que llamara mi atención, vi un gran aviso de «Gratis la segunda prenda en todo trajes de baño» y arrastré a Martin hacia esa tienda y me enamoré al instante de la ropa.

— ¿Aquí compraras?

— Creo que sí —decía mientras veía la variedad de trajes de baño que ofrecía la tienda—

— Iré a...

— Sí, ve y date una vuelta, yo te llamo cuando haya acabado —le sonreí—

Una vez sola en la tienda, me dispuse a escoger... Habían trajes que eran hermosos pero no eran como para mi tipo de cuerpo, o sea, en el top tenían pinza cosa que si lo uso me quedará un hueco ahí. Habían otros también muy lindos pero sentía que eran muy chiquitos... Esto iba a ser difícil.

Después de hacer una difícil elección, me llevé a los probadores unas cuantas prendas que al tirarlas a unos de los bancos de los probadores me di cuenta que no eran unas «cuantas».

Por cada ropa que me ponía pensaba que me quedaban bien, excepto algunos que tenían el calzón muy pequeño —sentía que se me veía todo el culo que apenas tengo— y no me agradaba mucho por el hecho de que estaré con puros hombres en la piscina.