the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #77

•La llorona•

— Espero que lo estés pasando increíble donde quiera que estés, que te diviertas mucho con los chicos y... Bueno, ya nos veremos cuando esté por fin en el departamento —sonreí— Cuídate mucho y no puedo esperar a verte... ¡Te quiero!

Sonreí mientras picaba la flecha para que se envié mi nota de voz.

Hoy Martin cumplía veinticuatro años y lamentablemente nuestras agendas no coincidieron. No estaba en nuestros planes vernos, pero yo sí pensaba caerle de sorpresa y al menos pasar un día con él y los chicos.

— ___.

Levanté la vista y lo vi a través del espejo.

— Hola, Jake —sonreí ligeramente— Pensé que no vendrías.

— Al final conseguí abordar el avión —apretó los labios— ¿Ya estás lista?

Asentí.

— El director vendrá a verte en unos minutos.

— Bien —dejé mi celular en la mesita de enfrente— ¿Sabes algo de la mudanza?

— Ya habían empacado todo, si no me equivoco tus cosas estarían llegando a más tardar la próxima semana... Si es que no se pierden —dijo en tomo burlón—

— ¡No digas eso! —reí— ¡Traes muy mala vibra!

— Yo solo digo lo que es probable —se excusó—

Rodé los ojos.

Iba a seguir hablando, pero en ese preciso momento ingresó el director junto al muchacho que me había maquillado. Ambos decidían si debían ponerme las pestañas postizas o si bastaba con la máscara.

Luego de haber llamado al fotógrafo y que haga unas pocas pruebas, quedaron en dejarme solo con la máscara.

Dejamos el campamento atrás y tomamos camino hacia el lugar donde se grabaría el vídeo publicitario. A pesar de que todos teníamos puestos grandes abrigos, el frío de la noche se las arreglaba para liárnosla, especialmente a mí que no iba precisamente y propiamente vestida bajo mi abrigo.

Al llegar todo el equipo ya estaba preparado. La iluminación, las cámaras, todo estaba listo.

El director y el guionista me explican lo que voy a hacer. Me dicen que no esté nerviosa y que me divierta. Lo típico que siempre dicen. Suéltate ante la cámara.

Me quité el abrigo y la piel de mis brazos se erizaron al instante. Me voy a morir, pensé. Arreglaron un poco la ropa y mi cabello e iniciamos de una buena vez.

Me puse a caminar sintiendo la tierra húmeda bajo mis pies descalzos mientras una cámara me seguía y se enfocaba en la parte inferior de mi cuerpo. Enfoqué mi vista en una de las cámaras como lo pidió el director y traté de mantener el semblante serio y elegante, con los labios semi-abiertos y la mirada pesada.

Era gracioso. Podía mantener el rostro sin ninguna expresión, totalmente profesional, pero bastaba que deje de prestar atención a lo que ocurría a mi alrededor para echar todo a perder y dejar salir una sonrisa o una risa. Ya me había pasado y evitaba a toda costa que ocurra nuevamente, era difícil para mí retomar la concentración.

Luego de ya estar satisfechos con esas tomas, fuimos a otro escenario dentro del bosque. Sin embargo, una llovizna repentina se desató. Era suave, las pequeñas gotas chocaban mi piel descubierta causándome piel de gallina.

Empezaron a hacer unas tomas mías caminando, enfocando mis pies desnudos integrarse con la tierra húmeda. Otra toma fue centrada en la parte superior, rostro y mi cabello que era batido artificialmente.