the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #5

•Una niña•

Hoy es lunes. El día de ayer la pasé todo el día en cama recuperándome de la noche del sábado, no sabía que ir a un concierto iba a causar grandes dolores en mis piernas. Aún así, todo ese dolor es por algo y valió la pena. No me arrepiento. Ahora estoy en clase de matemática. La peor clase de todas, lo peor es que no entiendo ni mierda, nunca fui buena en este curso y nunca lo seré. Para empeorar la clase el profesor era un viejo arrugado y molesto, no toleraba a ninguno de sus alumnos, era como un odio mutuo entre alumnos y docente.

Entre Martin y yo, no ha pasado mucho excepto que se rumoreó que estaba en una relación con él por la salida del sábado al estacionamiento. No me molestaría estar con él, es uno de mis más grandes sueños como fan que soy, él es demasiado lindo y tierno conmigo... Pero, no sabía cómo se sentía él ante todo esto, tal vez le incomode. En todo caso, ese era un rumor muy estúpido.

—el viejo carraspeo la garganta— ¡Fuster! —me gritó— Deje de estar en las nubes y resuelva esta ecuación —apunto una súper ecuación que ocupaba media pizarra, me levanté de mi sitio y caminé lentamente, hice algunas operaciones y me regresé a sentar—

Iba a decir algo pero el timbre lo cortó.

Bendita campana ¡Te amo! Me levanté alegre de mi sitio y fui a guardar algunos libros en mi casillero, como llevaba varios unos cuantos se cayeron.

— Toma, se te cayeron —me dijo un chico, ya lo conocía estaba en mi salón pero no hablaba mucho con él—

— Gracias, Hugo —le dije con una sonrisa mientras recibía mis libros, los guarde y cerré mi casillero—

— ¿Vamos? —preguntó un poco tímido—

— Claro —le dije—

Mientras caminábamos a la salida íbamos hablando cosas triviales. No lo conocía muy bien pero era fácil de tratar, tenía un buen sentido del humor, además de ser atractivo. Su cabello castaño y sus ojos almendrados, no pasaba desapercibido a pesar de tener un perfil bajo en la clase. Era muy lindo, pero nada comparado a Martin —sonreí al pensar en él—.

— ¿Quieres que te acompañe a tu casa? —preguntó el castaño al estar fuera de la institución, pero algo captó mi atención y me negué—

— No, gracias, iré sola —me despedí de él con un beso en la mejilla— Nos vemos mañana.

—Narra Martin—

Hoy era lunes, me había despertado muy temprano eran las... —revisé la hora en mi celular— 8:37am. No tenía planes para hoy excepto quedarme en mi cama todo el día.

 Alguien tocó la puerta.

— ¡Qué! ¡¿Quién es?! —grité de mala manera, pues no tenía ganas de recibir a alguien en mi habitación—

— A mí me hablas bonito, niño —sonreí y reí al saber quién era—

— Pasa, Scoot —anuncié y me senté en la cama— ¿Qué se te ofrece? —se sentó en uno de los sofás de la habitación—

— Iré al grano —dio un breve suspiro— ¿Tienes algo con la chica del sábado? Te he notado muy... Cercano a ella —dijo y sonrió de lado—

—me sorprendí un poco por su pregunta— ¿___? —le respondí con una pregunta—

— Conque así se llama la niña... —dijo susurrando para sí mismo, pero lo llegué a escuchar— Hablé con el recepcionista hoy y me dijo que el sábado pasado llegaste con una señorita ¿Fue ella?

— Eh... —me rasque la nuca por los nervios— Tal vez —le sonreí enseñándole mi dentadura—

— ¿Por qué la trajiste? ¿Sabes que la prensa ha estado rumoreando cosas, no? Imagina que se hubieran enterado que trajiste una fan a tu hotel... ¡Y es una niña, Martin! —eso último me lo dijo alzando la voz—