~Capítulo #34

2.5K 122 71
                                    

•¡Auxilio!•

Habíamos ingresado al establo donde Martin me había pedido que escoja cualquier caballo para poder salir a pasear. No habían muchos por escoger pero era difícil, al menos para mí, escoger solo uno. Estaba casi segura de escoger a uno de pelos marrones claros o una yegua manchada entre blanco y marrón, pero también había visto uno de pelaje amarillento, siempre me habían gustado ese tipo de caballos...

— ¿Ya decidiste? —preguntó él—

— Esto es tan difícil —dije fingiendo un llanto— Creo que escogeré a... —caminé entre los corrales donde se encontraban ellos, estaba tomando la decisión final pero sentí que mi cabeza era acariciada por... ¿Otra cabeza?— ¡A este!

Mis manos fueron dirigidas con sumo cuidado a su cabeza, por encima de su nariz donde descendía un pelaje blanco. Este bufó y sacudió su cabeza haciendo que sus cabellos se alboroten un poco.

Martin se acercó y lo sacó del corral, abrochó la montura a su abdomen mientras yo seguía acariciando la cabeza de este peculiar animal.

— ¿Tiene nombre? —pregunté—

— ¿Qué?

— ¿El caballo tiene nombre?

— Ah, sí... Se llama Julian —rió—

— ¿Por qué ese nombre? —reí—

— Es una larga historia —pasó su mano por su cabello alborotándolo un poco— Ven, sube.

Hace mucho que no montaba en un caballo por lo tanto me había olvidado cómo subirme a uno. Me impulsé con el pie derecho pero acabé con el cuerpo al revés, dando la espalda al frente.

— Creo que estás al revés —Martin rió—

— Ya me di cuenta...

Salté del lomo del animal y esta vez me inpulsé con el pie izquierdo, Martin me ayudó en pasar mi pie por encima de Julian.

Y ahí estaba yo, montando a Julian :).

— ¿A dónde iremos? —pregunté una vez fuera del establo—

— Te mostraré un poco el campo, hay un lugar donde siempre iba de niño, era como mi campo de juegos.

Bajo el sol ardiente de la tarde, íbamos a paso moderado por el camino lleno de hojas secas caídas de los árboles. A lo lejos se vio un brillo que resultó ser un lago de aguas cristalinas.

— Es un manantial, hace tiempo podías venir y beber agua tranquilamente de aquí, pero con el paso del tiempo las personas traían a sus animales a beber de aquí y otras lo usaban de piscina.

Dejamos a los caballos amarrados a un árbol para que no escapen. Caminamos alrededor del lago.

— De pequeño venía mucho aquí, era mi área de juegos y aventuras, algunos días podía ser un vaquero y otros días podía estar de safari, así como también podía ser un pirata y a la vez un náufrago... Me divertía mucho y recuerdo que había un cachorro, no tenía dueño y siempre que venía aquí, él también estaba. Mi mamá nunca lo quiso en casa porque en ese tiempo Laura tendría sus tres o cuatro años, ella siempre fue muy estricta con la limpieza y hacer entrar a un perro «silvestre» la volvería loca —rió— 

Mientras me hablaba de cómo era su infancia aquí, caminábamos en dirección a unos árboles. Era tierno imaginar a Martin correteando entre los arbustos e imaginar juegos como todo niño pequeño. En una de las ramas de los árboles pude observar un columpio hecho de un neumático y a su lado una hamaca colgada en la mitad de dos árboles.

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora