~Capítulo #55

898 65 29
                                    

•Eres Mi Sueño•

Después de caminar tanto llegué a una biblioteca donde pasé el rato hasta el cierre del local. Al salir, milagrosamente ya no llovía pero yo no tenía un lugar a donde ir.

Dudaba ir a la casa de alguno de los chicos. Posiblemente Martin ya les haya dicho lo que pasó y eso. Ir con Lauren significaba contar todo con detalle y en estos momentos no estaba para contar cosas con detalles.

Caminé y caminé abrazándome a mí misma sabiendo que el abrigo extra que traje no fue suficiente. El hambre se apoderaba poco a poco de mí y las ganas de acostarme también.

Cuánto deseaba regresar al departamento.

Pero lo más probable es que si vuelvo ellos sigan haciendo su espectáculo.

Cuando ya no aguantaba más el cansancio decidí meterme al primer hotel que encontré. Pedí una habitación y me metí en el baño a ducharme. Salí y me puse la misma camiseta que llevaba, traté de desenredar mi cabello con mis dedos puesto que no traía un peine conmigo.

¿Qué debo de hacer?

Me interrogué al estar acostada en la oscuridad de la habitación.

El sueño que me consumía hace unas horas se había esfumado y no tenía ni el mínimo deseo de dormir.

— ¿Scoot? —hablé una vez que la línea fue descolgada—

— ¡___! ¡Pequeña, cuánto tiempo sin saber de ti!

— Sí... Bastante tiempo... —bajé la voz dudando si pedirle el favor que tenía en mente sabiendo que ya no habría vuelta atrás—

— ¿Cuál es el motivo de tu llamada? ¿Problemas en el paraíso?

Si supieras...

— De hecho sí, pero... Quisiera saber si podrías hacerme un favor.

— Claro, pequeña flor, estoy aquí para ayudarte.

***

Giré la llave con tan minuciosa cautela para evitar hacer algún ruido, abrí lento la puerta rogando por no encontrármelo.

Y así fue.

La sala estaba completamente a oscuras y el silencio reinaba en el departamento.

Caminé despacio hacia la habitación y lo vi ahí, tan tranquilo e inocente, acostado, abrazando la almohada donde debería de estar yo.

Sinceramente, y por más ridículo que suene, lo había extrañado demasiado.

Revisé mi celular. 4:57.

Aún tenía tiempo.

Bajé mi maleta de la repisa más alta del clóset y empecé a meter todas mis pertenencias lo más rápido que pude. Al coger las camperas de Martin que tenía escondidas dudé en llevarlas o no. Finalmente no lo hice, todo debía acabar aquí.

Cambié mi conjunto de ropa y lo vi aún acostado en la cama, cubierto con las frazadas hasta el cuello.

Era simplemente perfecto.

Y me dolía tanto tener que dejarlo, pero así tenía que ser.

Me acerqué sigilosamente y me senté en el lado de la cama que solía ser mío, pasé mis dedos por encima de su mano trazando las venas que sobresalían y sonreí.

— Eres un completo imbécil —susurré mientras me acostaba junto a él—

Me acurruqué junto a él, tratando de olvidar lo que había visto hace unas horas para poder disfrutar estos últimos minutos de contacto con él.

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora