the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #23

•Casa Sola•

Mis tres representantes me dijeron, básicamente, que era un mal artista y que daba un mal ejemplo a mis fans. Y en cierta parte era cierto.

¡Pero no! ¡Porque yo no había hecho nada malo!

Scoot me dijo que él vendría por mí, pero no sabía cuándo, él llamaría para avisarme. Al terminar la videollamada me llevaron a un salón donde me dejaron solo con un hombre.

— Siéntese, jovencito —habló con voz firme; obedecí a sus palabras— Ayer usted llegó por la tarde, casi noche, y acabo de revisar su historial, pero tiene derecho a narrar su punto de vista —se acomodó bien en su silla y posó ambas manos en la mesa que nos mantenía a distancia— Y es su momento de declarar, solo le pido que sea franco y preciso. Puede hablar.

— Yo me encontraba en el aeropuerto junto a mi novia y mi mánager, nos habían terminado de revisar los equipajes y uno de seguridad había determinado que no portaba ninguna droga cosa que antes de abordar el avión otro guardia confirmó que sí lo era mientras que otro lo había negado, después de eso me trajeron hasta aquí, yo intenté decirle a los policías que ya habían revisado mi equipaje, pero ellos se negaron a escucharme... Nada más.

—él sólo asintió con la cabeza— Bien, el general Martínez acaba de llevar a inspeccionar la sustancia que usted portaba ayer, en caso de que usted tenga la razón y se le considere inocente podrá salir, de ser lo contrario se quedará hasta el tiempo que lo amerite.

Asentí y me puse de pie, él me acompañó hasta mi celda y me dejó ahí.

—Narra ___—

Desperté en el sofá. Al parecer me había quedado dormida viendo algo en la televisión. Podía oler el delicioso aroma del desayuno. Uff, jugo de naranja. Me acomodé nuevamente en el sofá y recordé que no había llamado a Scoot la noche anterior.

— Oye... —miré cómplice a Daniel que apenas había ingresado a la sala—

— No me mires así... ¿Qué quieres?

— ¿Me prestas un rato tu celular? —le pedí— ¿Por favor? Sólo será un momento.

— ¿Para qué?

— Necesito llamar a... —piensa...— ¡A papá! —me miró raro— Tengo que pedirle algo.

— Está bien... —me entregó su celular—

Corrí escaleras arriba y me encerré en mi habitación. Busqué el papel donde tenía apuntado el número de Scoot y al encontrarlo marqué el numero en el celular.

— Habla Braun.

— Hola... Mr. Braun —reí un poco—

— ¿___?

— La misma.

— No esperaba tu llamada... Lamento lo que pasó ayer.

— Oh, sí... Es una lástima, pero ya, las cosas pasaron y eso —me quedé en silencio— Oye, te tuve que haber llamado ayer para decirte algo.

— ¿Sobre Martin?

— Ajá, pero por favor, no te enfades —rogué—

—rió— Acabo de hablar de eso con él... En unos días estaré por allá para después traerlo a Ámsterdam... Seguro pronto saldrá y quisiera que lo puedas acoger en tu casa para que no recurra a un hotel... Espero no sea una molestia.

— No para nada.

— Te lo encargo hasta que yo esté por allá.

— Okay, no te preocupes... Yo lo mantendré bajo control.