the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #74

•¡Yo no juego con él!•

—Narra ___—

— Ups, ¿Interrumpo?

Totalmente avergonzada me bajo del regazo del holandés ojiverde ante la atenta vista de Louis. Él pone una de sus manos en mi rodilla desnuda.

— ¿Qué sucede? —preguntó el castaño—

— Ya nos vamos a la playa... —dirigió su mirada a mí— Me dijiste que te avisara.

— Sí, gracias —sonreí sabiendo que él quería estallar en carcajadas por arruinarme el momento— Ahora los alcanzo.

Cerró la puerta.

— ¿Tú también vienes?

— Claro —me sonrió— Iré a cambiarme.

Me acosté en la gran cama esperando a que Martin termine de alistarse. Al instante mi celular sonó. Un mensaje.

Lou 🧡
En línea

Sorry por arruinarte el polvo 😉

Tu madre 🙃

Hoy era mi último día en Miami, al igual que el de Martin y su equipo. Para mi suerte hoy solo tendría que ir al festival en la noche, así que puedo aprovechar toda la tarde para estar con mis amigos. A veces extrañaba vivir en Las Vegas, estando allí podía verlos más seguido, tal vez no por largo rato, pero con tal de verlos frente a mí... Eso estaba bien. Ahora no. Esta era la primera vez que coincidíamos y podíamos tomarnos un tiempo para pasar el rato.

— ¿Vamos? —inquirió una vez que salió del baño—

Tomé mi bolso y me puse los lentes de sol.

— Vamos.

Tomó mi mano y me arrebató mi bolso para él poder llevarlo.

— Qué caballero —me burlé—

— He cambiado —dijo usando un tono de voz elegante—

— He sabido darme cuenta.

Entramos al ascensor y esperamos a llegar al primer piso. Me recosté sobre el barandal y noté cómo él me inspeccionaba detenidamente.

— ¿Sucede algo?

— Me gustas mucho —declaró tranquilo—

Sonreí para él. Ese «Me gustas mucho» ya se había convertido en un cumplido habitual de él... Al menos desde la noche del viernes.

Me acerqué a él hasta quedar cara a cara, apoyé una mano en su pecho y me acerqué a sus labios. Lo besé suavemente, sin prisa, sin muestra de ímpetu en mi acción. Una de sus brazos rodeó mi cintura pegándome mucho más a él. Antes de ponernos más cómodos, la campanilla del ascensor sonó y se abrieron las puertas.

— Tú también me gustas —le guiñé un ojo y tomé su mano—

***

— ¿Entonces ya están? —preguntó Menno—

— Nope —le di un trago a mi bebida—

— Louis nos contó que los encontró... ¿Prendidos? —rió—

Sonreí a boca cerrada tratando de ocultar la vergüenza.

— No estábamos haciendo nada... Nada malo.

— ¿Segura?

— Sí —aseguré—

Me miró curioso, yo le sonreí inocente y me devolvió la sonrisa.