the dream of garrix ✧ [m.g.]

~Capítulo #64

•Tímido•

—Narra ___—

— Vamos... —rogó el rubio— Así nomás no nos vemos, será divertido...

— Vamos __*, ahora puedes bailar conmigo pegadita sin compromiso — Menno alzó las cejas—

—reí— Imbécil.

— ¿Qué dices?

— Solo si prometen no dejarme sola —los miré a los tres—

— Hecho.

— ¿Puedo escoger tu ropa? —interrogó Menno con emoción—

No esperó mi respuesta y se dispuso a buscar entre mis cajones.

— Deberías usar este.

— ¡Ese es un brasier!

Damian y Louis se unieron y empezaron a sacar mi ropa. Qué desastre.

Ya había vuelto a Las Vegas pero aún no entraba a trabajar, mis amigos habían aprovechado y se vinieron conmigo a Nevada. Era bueno estar con ellos ya que sino hubiera estado aburrida, Charelle había regresado a Holanda por un trabajo, ya no sé cuándo será la próxima vez que nos veamos, espero que muy pronto.

— ¿Y esta? —Louis sacó una falda corta y pegada—

— ¿Quieres que me vea como una perra?

— Hoy serás una perra, querida —me guiñó un ojo—

***

— Me siento desnuda —dije mientras caminábamos hacia el club—

— Te vez bien... Tú trasero se ve bien.

— Gracias, mi trasero se siente muy halagado.

No pensé que tendríamos que caminar por la ciudad, si acepté venir así vestida era para entrar directamente al club y no exponerme en la calle a la vista de todos.

— No tomes tanto, se supone que tú nos vas a cuidar —Menno me arrebató el vaso que tenía en mi mano y bebió todo el contenido de un solo trago—

— ¿Para eso me han traído? —pregunté sin gracia y le quité el vaso a un chico que venía pasando— Nos vemos chicos ¡Woo!

Me metí dentro de la gente, no sabía qué demonios estaba haciendo, o sea, no conocía a nadie, no debía de separarme de mis amigos.

— ¿Bailas?

Hace mucho que no salía a divertirme como se debía, tendría que aprovechar, supongo.

—Narra Menno—

— Martin se nos une —avisó el rubio—

— Cuánto a que chapan —refiriéndome a Martin y ___—

— No pasará... —Damian aseguró—

— ¿Has visto cuán borracha está ___? —dirigimos nuestras miradas hacia ella que se encontraba bailando con un tipo desde hace un buen rato— Esta noche puede pasar de todo.

Tomé la botella de cerveza en mi mano y fui por ___.

— ¡Hey, aléjate, es mía! —empujé al muchacho—

— ¿Qué demonios haces? —rió—

— Vamos a bailar.

___ agarró la botella de cerveza de mi mano y comenzó a beberla.

— Mujer, tu hígado...

— Calla, me donarás el tuyo.

Esto iba a acabar muy mal.