~Capítulo #52

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•Campamento Pinky•

— ¡Despierta, estúpida!

Oh Dios...

No quería ni abrir los ojos sabiendo que al abrirlos me encontraría al par de imbéciles que invadían la tranquilidad de mi hogar.

— ¡___, me parece una falta de respeto que no tengas nada de comida!

Me hice la dormida intentando ignorar sus gritos hasta que el aire se me fue del cuerpo al ser aplastada.

— Hola, novia pasajera —me susurraron en el oído—

— Lo que me faltaba... —murmuré—

— Lo que te faltaba es compañía ¡Qué mejor que pasarlo con nosotros! —Louis gritó—

— ¿Pueden salir de la habitación?

— ¿Qué haremos hoy?

— Quiero que salgan.

— Pero...

Estiré mi mano hasta el suelo y cogí el arma mortal.

— ¡Tiene la chancla! —aulló Louis— ¡Corran por sus vidas!

Reí.

— Menno, vete —hablé contra mi almohada— ¡Me estás asfixiando!

Le di un golpe en la cabeza con una de mis pantuflas y eso bastó para que desapareciera de mi habitación.

Sabiendo que no podría dormir tranquila, me puse de pie y salí de la habitación.

— Hola, perdedores —rasqué mi párpado derecho— ¿Qué hacen aquí?

— ¿Ya estás lista? ¿Tu maleta?

¿Maleta?

— ¡Ni siquiera te has vestido! —Louis se puso de pie acercándose a mí y me empujó de vuelta al cuarto—

— ¿¡Qué está pasando!? 

— ¡Nos vamos de campamento y tú no estás lista! ¡Eso está pasando! —cerró la puerta y me dejó sola—

¿Campamento? ¿De qué me perdí?

Busqué mi celular entre las sabanas y sí, nos íbamos de campamento. Ya estábamos tarde, por mi culpa.

Habían creado un grupo. «Campamento Pinky» —imbéciles—, el único mensaje inteligente al cual presté atención fue al de Damian donde explicaba lo que íbamos a hacer y eso. 

Tomé una ducha rápida, al salir empaqué en una mochila lo necesario para unos dos días fuera de casa. Me vestí a medias y salí hacia la sala para verificar que no la hayan destruido o algo.

— ¡Sí, estás regia, perfecta! —se acercó y me cargó en su hombro— ¡Louis, lleva la mochila!

—¿¡Qué!? ¡No! —pataleé— ¡No llevo zapatos ni abrigo!

Menno caminó conmigo encima hacia la habitación principal, entró al walk-in closet y descolgó una bomber jacket negra con algunos parches y sacó unos botines de la zapatera. Me sentó en la cama y empezó a vestirme.

— Listo, vámonos.

— ¡Pero no me he peinado! ¡Ni me he maquillado!

Bah, ni siquiera me maquillo, solo quería molestarlo.

—rió— Excusas.

Fue al baño y trajo unos lentes oscuros.

— Muy bien Menno, lentes de sol en invierno —aplaudí burlándome de él—

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora