•¿Quién besaría a Menno?•
— ¿Podemos abrir los regalos ahora? —pidió Martin como si fuera un niño pequeño—
La noche de Navidad había llegado y nos encontrábamos en la azotea del departamento junto a los padres y hermana de Martin observando los fuegos artificiales. Desde la gran altura en la que nos encontrábamos podíamos apreciar un fabuloso espectáculo de luces.
— ¿Ya quieren bajar? —preguntó su mamá—
— Pueden bajar ustedes, quisiera quedarme un rato más —sonreí sin mostrar mis dientes—
Bajaron menos Martin, quien se quedó un rato a mi lado en completo silencio.
— Feliz navidad, amor —repitió por segunda vez en la noche, tomó mi mano y le dio un beso—
— Feliz navidad... Otra vez —reí— Gracias por este regalo.
— ¿Qué regalo?
— Permitirme pasar Navidad contigo —apoyé mi cabeza en su hombro— Permitirme estar con tu familia, permitirme ser parte de tu vida.
— Entonces debería agradecer a que hayas aceptado dejar todo y venir conmigo —rodeó mis hombros con su brazo y besó mi sien—
— Extraño a mamá.
— Lo sé.
— Extraño a mi hermano... Y a Hugo.
— También lo sé, corazón... Pero pronto los verás —me sonrió— Pronto podremos ir a visitarlos.
Tarde o temprano iba a volver a mi casa. Tal vez de manera permanente o momentánea, no lo sabía.
Martin bajó al departamento y yo me quedé un rato más viendo los finos copos de nieve que empezaban a caer desde el cielo.
Bajé con la intensión de acabar mi cena, abrí la puerta e ingresé a la sala.
— Oh —Laura expresó sorpresa— Justo este regalo es para ti, __*—acortó mi nombre. Sonrió y me acerqué hasta donde ella estaba— Es grande —alzó las cejas—
— Y es mío —Martin me abrazó por detrás, dejando un beso en mi mejilla— Ábrelo —me animó—
No sabía qué hacer. Destruir el papel o despegarlo delicadamente. Preferí desatar el lazo que tenía la caja en la parte superior. Lo hice y unos globos salieron volando.
Me asusté.
La caja se desprendió sola y vi a la mujer que tanto extrañaba y a mi compañero de mi misma sangre.
— Ay no... —balbuceé temiendo lo peor. Llorar—
Sentí que todo quedó en pausa. Nadie hablaba, nadie se movía. ¿Qué debía hacer? ¿Gritar? ¿Llorar? ¿Ambos?
— ¡Mamá! —reaccioné y corrí a sus brazos—
Este era uno de los momentos más felices de mi vida. Nunca pensé que extrañaría a alguien tanto como ahora había extrañado a mi madre y hermano.
Mi rostro fue llenado de besos maternales, mi hermano atinó a darme un fuerte abrazo.
— ¡Gracias! —abracé a Martin, él se llevaba todo el crédito por traer a mi mamá y hermano hasta acá—
— No te preocupes, princesa —besó mi nariz— Pero eso no es todo —sonrió—
— ¿Ah no?
— Cariño —llamó mi madre— Ten —me entregó un sobre—
Sentía todas las miradas sobre mí. Odiaba esto.
Rompí el sobre encontrándome con otro sobre. Estaba confundida. Abrí adecuadamente el segundo sobre y saqué dos recibos.
—leí su contenido en voz baja— Origen, Holanda. Destino, Tanzania. Fecha, doce de enero —vi mi nombre impreso en la boleta y la otra tenía el de Martin— ¿Un viaje a Tanzania? —pregunté en voz alta—
— Y eso no es todo, sigue leyendo.
Pasé los boletos y había un folleto mostrando una guía turística.
— ¿Safari? ¿¡Haremos un safari en África!? —esta vez grité mostrando cuan emocionada estaba—
No se lo había mencionado antes a Martin, pero hacer safari en África era otras de las cosas que sí o sí debía hacer antes de morir.
— Así es —me abrazó— Y... ¡Subiremos el Kilimajaro!
Sonreí, tanto que me dolieron las mejillas y me aguanté las ganas de besar y decir cuanto lo amaba por el hecho de que mi mamá estaba presente y que la familia de él estuviera presente. Era algo incómodo, al menos para mí.
— Oh Dios... —no sabía que más decir, era uno de los mejores regalos de Navidad que me habían dado, muy aparte de tener a mi mamá y hermano de vuelta. Giré aún entre sus brazos y rodeé mis brazos por su cintura hundiendo mi rostro en su pecho— Gracias, bae. Te amo —murmuré solo para que él pueda escucharlo—
— Te amo más, pequeña —besó mi coronilla y descansó su mentón en mi cabeza—
Por la mañana del mismo día, los padres de Martin se llevaron a mi mamá y hermano a pasear, para que conozcan más el lugar y más tarde se los llevarían a su hogar. Por mi parte o nuestra parte, como sea, nos quedamos en casa ordenando y limpiando para poder recibir la visita de los amigos de Martin y más tarde la de su equipo.
***
Entramos a la habitación del hotel y lo primero que hice fue lanzarme a la cama. Estaba totalmente agotada.
— Hey, esa es mi cama —dijo Louis—
— Lo siento mucho.
Necesitaba una siesta. Apenas habíamos llegado a Dubái y lo único que quería hacer era dormir... De no ser por tener unos amigos tan jodidos que me arrastraron y sacaron de la cama para poder salir a hacer turismo en la ciudad.
— Los odio a todos.
— ¿Hasta a mí? —Martin me tomó por la cintura—
— Sí —le sonreí y él me respondió con un puchero—
No sé dónde estábamos pero teníamos una gran vista al Burj Khalifa.
— Wow.
Jamás, nunca en mi corta y horrible vida me hubiera imaginado estar frente a la torre más alta del mundo. Y estaba tan emocionada por ir pronto a Abu Dhabi.
Hicimos algo de turismo los días que estuvimos aquí hasta que llegó el treinta y uno de diciembre, precisamente horas antes de que el año se acabe.
Otra de las cosas que jamás pensé en hacer (al menos no por ahora) era pasar año nuevo en un concierto. Mucho menos en uno de mi ídolo y enamorado.
Y estaba pasando.
Faltaban cinco minutos para dejar el año viejo atrás y recibir al nuevo con nuevas sorpresas. Martin la estaba rompiendo —como siempre—, esta vez había decidido quedarme en el escenario con él, sentada a su lado para no ser vista desde el público.
Nos trajeron copas con champagne para poder hacer el brindis y en las pantallas traseras empezó la cuenta regresiva.
— Diez... Nueve... Ocho... —él contaba a través del micrófono, me observó y bajó el aparato— Amor, ven.
— No —me rehusé abrazando mis piernas, pero el se agachó y me tomó en brazos levantándome y mostrándome a todo el público— Martin, no... —lo abracé más fuerte—
— Dos... Uno... ¡Feliz año nuevo!
Los fuegos artificiales teñían el cielo, la música estallaba en mis oídos y mis ojos eran bendecidos por la dulce sonrisa que Martin me dedicaba.
— Feliz año, mi amor —rozó nuestras narices y besó mis labios—
— Feliz año, bae —sonreí—
Los gritos del público me hicieron volver a la realidad, en donde yo me encontraba frente a todos haciendo un espectáculo. Traté de bajar de los brazos de Martin, pero él no me dejó. Alzó el micrófono y lo acercó a sus labios.
— Mi novia es la más hermosa... Es la mejor de todas.
— ¡Martin, cállate! —reí—
El show continuó por una hora más, más o menos, en lo que restó del show acompañé a Louis y a Damian, luego me quedé en el público junto a Menno, quien me alzó en sus hombros para poder disfrutar más amenamente del concierto.
___fuster96 my bad, babe 🙈 @mennobarkk 👅
Pizza Bae 🍕💕
En línea
Amor
Y eso? :(
Lo siento bb
Pero Menno es muy guapo
Y ardientee
😭😭
Es mi daddy
👅
:(
— ¡Martin, no es cierto! —grité al entrar a la habitación mientras perseguía a Menno quien tenía mi celular en su poder— ¡Yo te amo!
Seguí corriendo tras él, persiguiendo sus pasos, rodando sobre la cama y saltando sobre el equipaje regado en el suelo.
— ¡La foto es fake! ¿¡Quién besaría a Menno!? ¡Agh! —reí de mí misma mientras seguía corriendo detrás de Menno— Imbécil, suelta mi celular.
Suspiré cansada y puse mis manos en mis muslos, encogiéndome en busca de aire. Con la respiración agitada fui donde Martin y me senté en su regazo.
— Odio a todos.
— ¿Me incluyes? —negué y lo abracé— ¿Vas a borrar la foto? —pensé y negué sonriendo—
martingarrix someone is jealous? @mennobarkk 😂
louisvanbaar Qué lindo el papel higiénico 🤤♥️
— ¿Es porque estoy solo y nadie me quiere, verdad? —Menno se cruzó de brazos haciendo un gracioso puchero y se tiró en la cama— Malas personas.
~To Be Continued~~>
★ ★ ★
Hola mis niñas
Creo que me voy a enfermar :v
Adivinen quien sacó 18 en trigonometría ✨✨
Finally, aprobé un examen de mate 😭😭💕
No viene al caso, como todo lo que digo ;-;
Me cago en todo :v
El siguiente capítulo... Uf.
Solo diré eso :)
Hasta la próxima actualización.
Las quiero dms.
Bais 🖤
✓ Editado 18.07.19