•¿Celos?•
—Narra ___—
Todo este trajín había iniciado desde que me desperté de mi pequeña siesta; había visto el snapchat y me vi tirada como un muerto con dos penes en la cara... Sabía que Menno tenía algo que ver con esto. Lo siguiente que pasó fueron gritos, risas y mi caída de cara. Mi cabeza junto a mi dignidad tocaron fondo, literalmente. Y ahora me encontraba encogida en la cama de quien sea siendo atacada con cosquillas propinadas por Menno. Había suplicado que parase ya que en cualquier momento pensé que me iba a asfixiar por mi falta de aire o que le salga un hoyo a mi barriga del dolor por tanto reírme.
— Sabes que te quiero —sonrió inocente mientras pasaba un algodón empapado en alcohol por mis mejillas limpiando el marcador de mi piel—
— Por eso eres mi segundo novio —bromeé recordando la noche de la pijamada, inolvidable noche—
— ¡¿Martin, escuchaste?! ¡Soy el segundo novio de tu señorita enamorada! —gritó para que su voz sea escuchada hasta la sala—
— Cállate —le di un golpe en el hombro—
El avión aterrizó y bajamos junto a nuestras maletas. El sol estaba presente pero apenas calentaba, calculaba que apenas eran las 9am. Caminamos por la pista de aterrizaje hasta llegar al ingreso del aeropuerto.
— Vente atrás conmigo, ellos salen primero... Nosotros vamos por otro lado.
— ¿Por los fans?
— Sí —afirmó— Acompáñame a comprar un café.
Pasamos a la cafetería y pedimos dos frappuccinos, no nos apuramos tanto ya que sabíamos que Martin y los demás se demorarían un rato con los fans. Caminamos un rato por el aeropuerto y fijé el reloj de mi celular con la hora exacta que había visto en una gran pantalla LED que se encontraba en el área de comidas rápidas.
— ¿Dónde estás? ¿Estás con Menno? —preguntó Martin a través del telefono—
— Ajá —dije después de pasar la bebida—
— Vengan ya al estacionamiento, iremos al hotel.
— Ya, ya, ahí vamos.
Llegamos a la camioneta y pasamos por las pobladas calles de Las Vegas, veía cada detalle de las edificaciones mientras apoyaba mi cabeza en el hombro de Martin.
Subimos a la habitación de hotel y me hizo recordar cuando venía a visitar a Martin al hotel hace meses atrás.
— ¿Qué haremos ahora? —pregunté mientras me acostaba a su lado en la cama—
— Creo que iremos a comer —dijo y acarició mi mejilla con su pulgar— Estoy agotado.
— Y ni siquiera ha empezado el día.
— Y de pensar todas las cosas que haré me pone más cansado aún.
— Duerme un rato si quieres —le sonreí y él apretó una de mis mejillas—
— Mejor iré a bañarme, con eso me quitaré el sueño.
— Suerte en tu ducha —me puse de pie—
— ¿No vienes? —alzó las cejas y alzó una de las comisuras de su labio—
—reí— Te veo al rato, guapo —le piropeé y salí de la habitación—
Caminé por el pasillo y toqué la puerta de la habitación de los chicos. Esperé respuesta alguna y luego entré.
***
Avisé que iba al baño y me paré de mi asiento. Ya nos encontrábamos en el restaurante donde desayunaríamos al medio día. Entré al baño e hice lo que tenía que hacer, me miré en el espejo después de salir del cubículo y observé cada parte de mi rostro, en especial mis ojos... Empecé a rodarlos sin razón alguna y alzaba mis cejas con la misma razón. Al darme cuenta que estaba perdiendo el tiempo ahí me decidí abandonar los servicios higiénicos y regresar a la mesa.
Paré mi paso en seco al ver como una tipa venía corriendo hacia Martin y esta lo abrazó como si no hubiera un mañana, pude ver como Martin la abrazo con fuerza al fijarme que los pies de ella se alejaron del suelo.
¿Celos? Los necesarios.
Se hablaban mientras seguían abrazados, ella acariciaba su espalda y él descansaba su rostro en el hombro derecho de ella. Me dediqué a ver y deducir quién era esa mujer y cual era la necesidad abrupta de abrazar con tal intensidad a mi hombre. Hice el máximo esfuerzo para mis ojos le hagan un potente zoom al rostro de ella y lo lograron haciendo que mi objetivo se vea realizado.
José Woldring.
Es ahí cuando las infinitas veces que había escuchado salir de su boca «Es como mi pequeño hermano» refiriéndose a Martin se encontraban en mi mente convenciéndome que en el abrazo que compartían solo había sentimientos de hermandad y nada más. Pero no podía, era la primera vez que sentía celos de Martin ¡Y de su representante! Ni siquiera de una tipa de la calle a la cual sí podría acusar de entrometida.
— Tranquila ___... Es su representante, no pasa nada... Son como hermanos... Unos hermanos muy unidos... Ella tiene familia, tiene hijos y marido ¡Hijos y marido! —murmuraba para mí nomas tratando de convencerme de lo que era cierto—
Suspiré y me relajé, y como si no hubiera visto todo aquel espectáculo de reencuentro me acerqué nuevamente a la mesa. Ellos se separaron y Martin volteó y al verme sonrió.
— ___, ven —agarró mi mano y me arrastró hacia su representante— Te presento a José.
— Si sabía quién era —reí sin gracia— Hola, yo soy ___ —me presenté lo más cordial que pude—
— También sabía quién eras, Martin me ha hablado un poco de ti —sonrió—
Ahora no sabía que responder.
— Oh... —sin comentarios— Más te vale que hayan sido cosas buenas Garritsen —lo señalé amenazándolo de broma—
— Claro que sí —agarró una de mis mejillas— Te voy a presentar a alguien más.
Nuevamente me arrastró hacia otro lado de la mesa.
— Hey Michael.
— Oh... Así que tú eres la que le roba el sueño a este jovencito —reí y me sonrojé— Soy Michael y soy representante de este pequeño terremoto —refiriéndose a Martin— Tú eres ___, Scoot me ha contado como os conocieron y todo eso.
—nuevamente no sabía que decir— ¿Scoot está aquí?
— Cuando vayamos a Los Ángeles lo veremos.
***
— Si quieres puedo cancelar y te acompaño.
— No seas tonto —lo empujé con mi hombro— No vas a cancelar tu entrevista solo para que me acompañes al hotel.
— ¿Segura que estás bien? —preguntó—
— Sí, maldita sea... Me lo vas preguntando como por cuarta vez —rodé los ojos— Solo estoy cansada —lo abracé para hacerle saber que estaba bien, sentí uno de sus brazos rodear mis hombros—
— Al menos deja que te lleve a...
— Martin, se nos hace tarde —José intervino, rodé los ojos—
— ¿Celosa? —susurró en mi oído y acarició me cintura—
— Vete, se te hace tarde —ignoré su tonta pregunta—
— Celosa... —me acusó y rodé los ojos nuevamente— Te pediré un taxi.
Llegué al hotel y en la puerta habían algunos fans, no tantos... Más o menos unos diez.
— ¡Es su novia! —me señaló una tipa—
— Mierda... —susurré—
No sabía qué hacer, salir corriendo o quedarme ahí y dejar que se me acerquen.
La segunda opción tomó su lugar al ver que los chicos venían a mí, no parecían que me fueran a matar... Como las fans locas en el primer concierto que fui de Martin.
— ¿Dónde está Martin?
—¿Puedo dar información? ¿No es confidencial? No creo— En una entrevista.
— ¿Cuándo volverá? —preguntó un chico alto—
— Eso... No lo sé.
— ¿Puedes entregarle mi regalo? —me tendió una bolsa—
— Claro —sonreí—
Y así otros chicos también me dieron bolsas, paquetes y cartas para Martin. Uno que otro fan me pedía una foto... Me sentí famosa, la robafama.
— Dile a Martin que lo amo —me dijo una chiquilla como de mi edad—
—reí— Claro... ¡Adios chicos! —me despedí de ellos e ingresé al hotel—
Solté todo lo regalos en la cama y a un costado de ellos me acosté. Miré la hora en el celular. 2:28. No sabía qué hacer pero prefería estar en la tranquilidad de la habitación que estar en todo el trajín. Además, era una entrevista... ¿Qué tal si me sacaban nuevamente sin mi consentimiento a ser entrevistada? Estaba mejor aquí la verdad.
Busqué en mi maleta el traje de baño que había traído y me cambié por él. De la maleta de Martin saqué una camiseta oversize y me la puse encima. En la mano llevé la toalla y celular.
Tomé una foto del lugar, le puse la hora y lo publiqué en snapchat. Quité la camiseta que cubría mi cuerpo y me acosté en una de las sillas. Suspiré y cerré los ojos, así duré uno pocos minutos hasta que de un momento me sentía observada.
~To Be Continued~~>
• Maratón 3/¿? 👅 •
✓ Editado 16.07.19