Airplanes » l.h

By abxvethenxise

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«El amor lo inventó un chico con los ojos cerrados, por eso somos ciegos todos los enamorados». Official Trai... More

» soundtrack
» prólogo
» capítulo 1
» drug addict alcoholic?
» capítulo 2
» who is she?
» capítulo 3
» salsita
» capítulo 4
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» you can't stop me
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» poopy date
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» capítulo 8
» band-aids
» capítulo 9
» invisible
» capítulo 10
» yes
» capítulo 11
» emergency call
» capítulo 12
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» pills
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» the reckless and the brave
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» the way you make me feel
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» jealous
» capítulo 23
» apologize gift
» capítulo 24
» a little too old
» capítulo 25
» stressed out
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» capítulo 29
» someday at christmas
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» you'll be in my heart
» capítulo 31
» ashes
» capítulo 32
» i see the light
» michael
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» city of angels
» capítulo 38
» postman
» capítulo 39
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» capítulo 40
» airplanes
» capítulo 41
» a whole new world
» capítulo 42
» pray
» capítulo 43
» chemotherapy
» capítulo 44
» down goes another one
» capítulo 45
» finale
♡ agradecimientos ♡

» moving

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By abxvethenxise

                  

"¿Entonces tú has empacado tus cosas ya?", preguntó ella, mientras íbamos en camino a su casa para terminar de empacar lo que ella no pudo hacer ayer. Nos di el resto de la tarde libre –aunque le haya dicho que mi madre fue la que nos dio permiso, pero eso no importa.

"Así es".

"¿Cuándo que no me di cuenta?".

"Pues, uh... En un tiempo libre", ella me miró.

"Por favor no digas que pusiste a Rufina a empacar por ti", mierda.

"Yo... No, claro que no".

"Luke".

"Bueno, quizá y sólo empacó un par de pantalones y camisas".

Ella frunció el ceño.

"Ni siquiera eso puedes hacer".

"Oye, cuanta agresión", dije ofendido.

"Sólo espero que le lleves unas bonitas flores o algo para agradecerle".

"Le pagué extra".

"¿Es que todo solucionas con dinero?", preguntó.

"¿Sí?".

Ella negó.

"Pido empacar tu ropa interior, el otro día llevabas puestos unos de Winnie Pooh, y realmente tengo mucha curiosidad por saber qué hay en ese cajón", ella rió.

"No encontrarás más que pantaletas y corpiños de niñas de 10 años", confesó.

"Ya veremos".

Cuando llegamos a la casa, le ayudé a hacer unas ensaladas con pollo a la plancha. A veces nos daba por cocinar, hacíamos un desastre, pero finalmente terminaba resultando bastante bueno y comestible.

Entramos a su cuarto y vi un par de cajas a medio llenar. Ella comenzó con sus cajones del armario y yo caminé al tocador donde había un cajón lleno de stickers raros. Acerqué una caja no tan grande a mí y empecé a ver el cajón. Já tenía razón, había puros calzoncillos de niña. ¿En verdad usaba esto cuando...? Bueno. Comencé a meterlos a la caja, tenía unos sostenes bastante bonitos a decir verdad. Algunos tenían moñitos y holanes. Eran bonitos. Uy, este me gustaba.

Tomé entre mis manos un sostén negro, tenía un bonito corte y push-up. Cielos, se miraría tan jodidamente caliente con esto. Y me encargaré de que lo use cuando cojamos. La imagen de sus pequeños senos, pronunciándose con este sostén hizo que entrara un poco en calor.

Seguí metiendo ropa interior a la caja, ¿de dónde sacaba tantos bóxers y pantaletas? Ni siquiera yo tenía tantos. Metí mi mano al fondo donde pude sacar un sostén que estaba un poco atorado con la madera. Lo puse frente a mí, era un conjunto. Oh mierda.

No era un sostén, era un... ¿Bralette? Realmente no sabía el nombre, pero era de encaje y tenía tan sólo una flor cubriendo el pezón y cielos. Alguna vez llegué a tener una novia como Salsita, bueno no. La verdad era todo lo contrario, pero también tenía una obsesión, así como Salsita compraba flores y cosas raras, Alex se obsesionaba por comprar ropa interior. Fácil se compraba un sostén diferente todos los días. Claro que, bueno... Siempre tenían que pasar la prueba de calidad conmigo, sobre todo por el hecho que ella tenía unos senos realmente grandes. Sus regalos eran bastante sencillos, simplemente le podía llegar con lencería sexy y se emocionaba. Aquí salíamos ganando los dos.  

Miré la otra parte del conjunto, llevaba unas bragas –o más bien parecía ser una tanga-, a juego del mismo color. Era tan bonito y al mismo tiempo, sexy. Sexy en otro nivel, porque era de un color tierno y parecería una bebita y ugh tenía que verla usando esto. Tenía que usarlo, a parte tenía una etiqueta, aún no lo estrenaba. ¡Yo pido que lo estrene conmigo!

"¿Por qué jamás te has puesto eso?", pregunté. Ella se giró por su hombro y analizó el conjunto.

"Me lo regalaron", admitió. "Y bueno, no es algo que pueda usarse como diario".

"¿Sabes lo sexy que te verías con esto puesto?", pregunté. Joder y con su piel tan blanca y suave, y con ese rosa. Mierda Luke. Podría coger con ella en este instante.

"Igual de sexy que con mi conjunto de Bob Esponja", reí.

"Mierda Salsita", dejé el conjunto en la caja y me puse a ayudarle con sus vestidos. Pasaron varios minutos desde que había empezado y aún no terminaba. ¿Qué diablos? ¿De dónde carajos sacaba tantas cosas tan extrañas?

"¿De dónde mierda sacas tanta ropa tan extraña?", pregunté. Oh vaya, este era de cactus. Qué novedad.

"Sólo la voy encontrando. La mayoría de los vestidos los compré en una venta de garaje", no me sorprendía. "Sólo los mandé a arreglar".

"Qué diablos", tomé uno de los vestidos. ¿Por qué era tan largo? Esto no llegaba ni a la mitad del muslo.

"¿Qué?".

"¿Por qué no los hiciste más cortos?".

"¿Querías que pasara todos los días en detención?".

"Yo hice muchas cosas en detención", confesé.

Podía recordar mis días de adolescente, cuando pasaba por lo menos tres veces a la semana en detención. Claramente mis amigos tampoco se salvaban. Hubo una vez en la que me quedé solo junto con Treena. Ella era parte del «Quími-Club», una matada total. Bueno, yo también sacaba buenas notas, pero era diferente. Terminamos cogiendo detrás de los casilleros. A las siguientes semanas, había cambiado sus anteojos por contactos y sus suéteres largos por faldas. Lo que una buena cogida hacía.

No fue la primera ni la última vez que lo hicimos, claro también me daba mis lujos con otras chicas. Incluso una vez, Michael y yo llegamos a coger con dos chicas en el mismo salón. Yo con una y él con otra. No fue como una orgía o algo así. Él estaba por los casilleros y yo en el escritorio. Eran porristas, siempre era bueno coger con porristas.

"Cosas que no quiero saber. Recuerdo cuando empecé a ver, fui a comprar muchísima ropa con una amiga de la clínica y estaba tan emocionada. Ahora era libre elegir lo que usaría y ya sabes, lo que importaba más era la primera impresión. Iba a entrar a Sophomore y quería que todos dijeran: «la ciega» ya no es más ciega y wow se viste tan cool. Pero mi sorpresa fue que dijeron: «la ciega» ya no es más ciega, pero parece que se quedó peor con esa ropa".

Reí a penas, ay pobrecilla.

"Lo sé, es vergonzoso".

"¿Y qué hiciste?".

"Tomé mi mejor conjunto: Unos mocasines, con un shorts de cuadros y el peor suéter que puedes imaginar", oh por Dios. "Y al llegar les dije: ¿Saben qué? Váyanse al carajo, ya tengo mi vista de vuelta y es lo único que me importa".

No pude evitar sonreír.

"¿Me mandarás al carajo a mí también?", pregunté.

"Luke, vete a la mierda".

Por alguna razón eso me puso tan caliente, no podía evitar imaginarla con ese conjunto color rosa y diciendo eso. Uff, cumpliría uno de mis sueños más frustrados. Me le quedé mirando, mordí mi labio y ella dejó sus cosas sobre la caja. Me aveciné a ella rápidamente y atrapé su rostro entre mis manos para comenzar con un beso lleno de desesperación. Tenía tantas ganas de ella, de su boca, de su cuerpo. Estaba desesperado.

Tomé su cintura entre mis manos y la llevé a la cama donde ella levantó mi camisa para pasar sus dedos sobre mi espalda y hombros. Busqué la costura de su blusa para adentrar una de mis manos y sentir sus pechos por su sostén.

Eran tan bonitos y pequeños, no había manera que no me gustara tocarlos aunque sea con un pedazo de tela cubriéndolos. Ella tomó entre sus dientes el aro de mi labio y tiro fuerte de él haciéndome gruñir. Me encantaba que hiciera eso. De pronto sentí sus manos recorrer mi pantalón en busca de mi erección, le gustaba sentirlo, sabía lo que causaba en mí. Facilité el trabajo, desabrochando mi pantalón –por si quería meter la mano o algo-, al no hacerlo, pasé a mover mi pelvis lentamente sobre ella quien ya apretaba sus piernas. Mierda, eso sólo indicaba una cosa.  

"¿Sigues en tu periodo?", por favor que diga que no. Ella negó y sonreí frente a su boca, donde atrapé sus labios para mantenerla distraída mientras bajaba mi mano a través de su abdomen. Este se puso duro al sentir las yemas de mis dedos tocar el elástico de su pants. "Tranquila, seré bueno contigo".

"Luke", gimió y sonreí. Comencé a bajar mi mano hasta entrar en su ropa interior y sentir su piel cambiar de suave a áspera. Tenía unos cuantos vellos, estos apenas crecían por lo que se encontraban muy cortos. Me gustaba.

"Luke, no", pidió. Ya no hay nada que me detenga Salsita.

"Luke, sí", con un leve tacto logré que separada sus piernas y poder tocar. Puta madre, este era un regalo divino. "Estas tan mojada, oh mierda".

Y comencé frotar justo en su punto débil lubricándolo con su propio producto. Tenía una vagina tan linda, es decir, no la había visto aún pero con tan sólo tocarla, sabía que era bonita. ¿Será rosita? Oh cielos, estaba tan ansioso. Empecé a mover mis dedos un poco más rápido escuchándola gemir.

"¿Te gusta bebé? ¿Te gusta como muevo mis dedos?", ella incapaz de pronunciar una sola palabra asintió, lo estaba disfrutando como no tenía idea. "¿Te gustaría sentir mis dedos dentro de ti? ¿Quieres eso? ¿Que mis dedos te penetren profundamente?", ella no dijo nada, por lo que busqué la entrada y con mi dedo medio abrí un espacio.

Fruncí el ceño.

Esto era... Raro. Ella estaba cerrada, totalmente. Apenas entraba un dedo, ¿cómo era posible'

"Luke", pidió y empecé a moverlo de adentro hacia afuera sintiendo sus paredes estrechas. Era imposible que ella pudiera estar así, es decir... La única manera era que fuera... Virgen.

Salsita era virgen, oh Dios. No era sorpresa, de verdad un 70% de mi seguía sin creer que no lo era. Mierda, ¡esto era tan genial!, ella estaría tan apretada y la haría a mi medida, y podría presumir que Luke Hemmings fue quien le quitó la virginidad. Jamás le había quitado la virginidad a alguien, siempre he cogido con zorras. Aunque hubo un par de veces que cogí con vírgenes recién des-virginadas. ¿Suena lógico? Eran las mejores, se sentía tan bien.

Al menos teníamos algo en común, sería nuestra primera vez en algo. Pero por ahora, quería que se corriera con mis dedos o dedo. Bueno, necesitaba hacerlo. Comencé a moverlo de una manera en la que chocara con su «punto G» por dentro y pudiera correrse rápidamente.

"Vamos bebé, estas cerca, córrete para mí", esparcí un par de mordidas por su piel. Podía sentirla palpitar, estaba cerca, sus piernas comenzaban a tener contracciones y eso era bueno. Aceleré mis movimientos, ayudando a frotar con mi pulgar. Ella gemía fuerte, era como música para mis oídos.

"Sí, sí, vamos", pedí.

"Luke".

Oh dios, iba a llegar.

"Mírame Zazil-Ha", quité el cabello de su frente y ella abrió sus ojos, y vi como sus pupilas se dilataban al hacer mi último movimiento. Automáticamente apretó sus piernas y saqué mi mano de su pants, la vi apenas controlar sus espasmos.

"Lo has hecho bien", besé su frente la cual estaba ligeramente cubierta en sudor y me puse pie para caminar al baño. Miré mi mano, mierda definitivamente llevaba años sin tocarse, su flujo era tan denso. Probablemente como el mío por llevar esta abstinencia. Miré mi pantalón a punto de explotar, tendría que hacer esto rápido. Bajé mis pantalones y me senté sobre el retrete. Esto no me llevaría más de 5 minutos, de tan sólo escuchar a Salsita, pude haberme venido. Comencé a hacer lo mío intentando no hacer mucho ruido puesto que el cuarto estaba integrado al baño y realmente no quería que escuchara que estaba masturbándome mientras pensaba en ella. Siempre llevando el romanticismo a otro nivel.

Y como lo dije, no tardé cinco minutos, fueron como cuatro y medio. Gracias al cielo no hice un desastre, más que en mis manos. Esperé unos segundos a que todo se estabilizara y tomé papel para limpiarme. Puse todo en orden dentro de mi pantalón, lavé mis manos con jabón y salí del baño. Al abrir la puerta ella pasó a un lado de mí, incapaz de mirarle.

"¿Te ayudo?", pregunté entre risas y ella sólo cerró la puerta.

Y ahí venía el momento incómodo de la primera vez. Es decir, no me pasaba tan seguido pero ella era... Salsita. Tenía que pasar.

Miré cama un poco desordenada, por lo que me puse a acomodar las sábanas. Caminé nuevamente a su armario para seguir guardando sus pertenencias.

Cielos, era virgen. Tendría que esperarme, mi abstinencia no terminaría en cuanto nos mudáramos. Podía sentir esa depresión muy dentro de mí. Una mano no daba el mismo placer que dos piernas o una boca. Aunque su boca me gustaba. Ugh, ¿por qué nací siendo tan caliente? Tenía que parar esto ya. En situaciones como estas lamentaba tener puras novias tan fáciles y putas. 

Pasaron unos diez minutos cuando ella salió. Ahora estaba cambiada y había atado su cabello. Qué linda.

"¿Todo bien?", pregunté.

"Sí, ¿tú?".

"Excelente", hizo una sonrisa forzada.

"Que bien".

Esto era más complicado de lo que pensaba, ¿qué clase de cosa habré hecho para tener una novia como Salsita?

Después de dejar las cosas de Salsita al departamento, dejé que fuera acomodando para ir por el resto mis cosas. Para mi suerte, mi madre estaba en la casa, acababa de llegar del trabajo. Ahora escucharía su sermón.

"Vi que Rufi empacó algunas cosas tuyas", habló.

"Así es".

Ella apretó sus labios y comenzó a lloriquear. Oh Dios, ya iba a empezar.

"¿Cuándo fue que creciste tanto?", preguntó.

"No lo sé madre, ¿hace unas semanas?".

"¿Qué haré aquí sola?", preguntó.

"Ya puedes invitar a tus amigas y embriagarse mientras hablan de sus esposos divorciados".

"Pero si recuerdo cuando eras de este tamaño", indicó con su mano un poco más abajo de su ombligo.

"Voy a estar bien mamá, ella me necesita".

"Podrían venir aquí, hay mucho espacio".

"Ella no se sentiría cómoda con eso, vamos".

Mi madre apretó sus labios y miró al suelo. Rodé los ojos. Caminé hacia ella y la rodeé con mis brazos.

"No me iré para siempre, aún te veré todos los días".

"Lo sé, es sólo que no pensé que este momento fuera a llegar tan rápido".

"Ni yo", admití.

Subí mis cosas al auto, y tomé un par de fotografías de mi cuarto. Me despedí nuevamente de mi madre y tomé caminó para mi nueva casa. ¿Qué tan raro sonaba eso?

Eran cerca de las seis cuando llegué al departamento unas personas me ayudaron a subir mis cosas. No eran tantas, puesto que ya casi todo lo tenía empacado de la vez que me fui de la casa. Al llegar les agradecí con un par de billetes y entré, Salsita tenía su musica en la bocina por lo que se escuchaba en toda la casa. Extrañamente lo único que escuchaba estos días era Jonas Brothers. No tenía problema con ello, tenían buenas canciones.

Después de acomodar un poco decidimos dividirnos el trabajo para avanzar más. En realidad el hecho de tener todo amueblado y equipado nos facilitaba demasiado el mudarnos. Acomodé algunas cosas en la cocina y sala, y abrí una caja con fotografías. Me había encargado de imprimir varias fotos nuestras para tenerlas en la casa. Sobre todo de ella, me gustaba mucho cuando sonreía, o cuando peinaba su cabello con risos, ya que normalmente lo llevaba con sus ondas naturales, o lacio. Acomodé las fotos en los marcos que compré y los acomodé en los estantes o mesas donde estaban los floreros o lámparas. De igual manera tuve la confianza de tomar su caja de fotos y buscar entre ellas. Era una cosita tan linda de pequeña. Había fotos desde familiares –inclusive en algunas salía su madre, pero eran realmente pocas, puesto que la dejó a temprana edad-, con amigos, había muchísimas en la clínica. Hubo una que llamó mi atención, ella llevaba un gorrito, estaba más pálida que el talco y tenía todo alrededor de sus ojos oscuro –era demasiado raro verlo, porque sus pupilas eran de un color blanquecino, plateado. Eran de un color raro-, parecía que ya no tenía cabello. Pero tenía una sonrisa grandísima en su rostro, y por alguna razón me cautivó.

Saqué otra fotografía, ella en esta estaba aún más pequeña probablemente por aquellos de los ocho o siete, llevaba su «ropa» de hospital, y estaba sentada sobre las piernas de su papá mientras lo abrazaba con sus manos de las cuales salía un par de tubos o mangueras. Se miraba tan linda. Seguro no le molestaría que pusiera esta, a parte, diablos. Su papá sí que se miraba bien esa edad, ya veo de donde salió. Saqué otra con su mejor amiga, ambas tomaban el sol, con sus gafas oscuras y traje de baño frente a una piscina.

Las puse en sus respectivos marcos y saqué una fotografía que siempre mantenía en mi tocador, Jack estaba en ella, tenía alrededor de unos cinco años, estaba vestido de Batman –siempre mi superhéroe favorito-, mientras él vestía de tortuga ninja, llevábamos nuestra canastilla de calabaza en nuestras manos. Mi madre la había tomado antes de que la señora Wilson llegara por nosotros para ir a pedir dulces junto a los otros niños del vecindario. Me encantaba esa foto, podía recordar como él y yo peleábamos para conseguir más dulces.

Terminé de acomodar nuestras fotos y unos minutos después la vi observando la que tenía con su padre. Llegué detrás de ella y recargué mi mejilla en su cabeza.

"No sabía qué foto poner, puedes cambiarla si no te gusta esa".

"No, está bien, está perfecta".

Ella se le quedó viendo unos segundos más y solté un ligero suspiro.

"Apuesto que te extraña mucho".

"Lo sé, mi viejo".

"Ánimo",  besé su cabeza y ella dejó la fotografía.

"¿Sabes qué es lo peor de todo esto?".

"¿De vivir juntos?".

"No, de mi papá. Que de ahora en adelante, todos mis cumpleaños serán una mierda, porque se cumplirán también los años en el que murió".

Bueno, eso apestaba.

"Entonces no cumplas años ese día", ella arqueó sus cejas y me miró como un loco.

"¿Cómo?".

Me encogí de hombro.

"Elige otro cumpleaños, no sé. ¿Qué día te gusta? El 16 de julio está ocupado".

Ella rió. Era bastante fácil, quiero decir... Quizá en su acta de nacimiento diga que cumple años el 4 de Diciembre, pero podría decirle a todo el mundo que cumple otro día. No era la gran cosa, todo era mental. A parte, la persona que la trajo a la vida la dejó, ella tenía el derecho de elegir otro cumpleaños. De «volver» a nacer.

"No lo sé Luke".

"Mañana será un día bonito, ¿te gusta mañana? ¿Qué tal suena 20 de Diciembre?".

Mierda, estábamos a 20, faltaba tan poco para navidad y aún no lograba conseguir su regalo.

"Suena bien, supongo".

"De acuerdo, entonces mañana será tu cumpleaños".

"Pero no puedes hacer eso".

Claro que podía, era su vida.

"Sí puedo. Mañana será tu cumpleaños y no digas más".

"De acuerdo, mañana será mi cumpleaños", rió.

Y tenía un gran plan para celebrarlo.

Llevábamos el carrito repleto, ella se emocionaba tomando especias, recipientes, vegetales, frutas, semillas. Incluso había pedido carnes. Fue hasta el pasillo de los dulces donde metimos cajas con chocolates, cacahuates en mil presentaciones diferentes, galletas, y metí cajas de pastel -porque nos gustaba hacer pastel-, diferentes frostings y decoraciones. Mañana tendría que distraer a Salsita en todo el día, o por lo menos en la tarde. Le organizaría una fiesta de cumpleaños, la mejor que alguna vez podría tener. Pero para ello, tenía que tenerla lejos del departamento. Y sólo había una persona capaz de tenerla distraída durante horas: Michael Clifford.

Era la única manera.


Saqué mi teléfono para enviar un mensaje a nuestro chat:

«Mañana fiesta en nuestro departamento, corran el mensaje».


A los segundos me respondieron:

Fuck balls ha enviado un mensaje.

(Sí, ese era Calum)

¿Mañana? ¿Tan rápido?

Ball sack ha enviado un mensaje.

(Este era Michael)

¿Ella lo sabe?

Shit bag ha enviado un mensaje.

(Este era yo)

Mmm, necesito ayuda con eso. ¿Puedes tenerla fuera por unas horas?

Dick head ha enviado un mensaje.

(Y finalmente Ashton)

Oh, podría llevarla con Bryana.

Shit bag ha enviado un mensaje.

Esa también es buena idea.

Ball sack ha enviado un mensaje.

Yo me encargo ;).

Fuck balls ha enviado un mensaje.

Sólo porque quieres estar con ella.

Shit bag ha enviado un mensaje.

...

Fuck balls ha enviado un mensaje.

Ah, olvidaba que Luke estaba aquí.

Dick head ha enviado un mensaje.

LOL

Ball sack ha enviado un mensaje.

Vete a la mierda Calum.

Fuck balls ha enviado un gif.

Dick head ha enviado un gif.


Oh Dios, ya iban a empezar.


Shit bag ha enviado un mensaje.

¿Puedes o no?

Ball sack ha enviado un mensaje.

Pasaré por ella al trabajo.

Fuck balls ha enviado un gif.

Shit bag ha enviado un mensaje.

Ustedes dos lleguen al departamento a las 7.

Dick head ha enviado un gif.

Fuck balls ha enviado un gif.


Oh Dios.

Cerré el chat.

"¿Todo está bien?", preguntó ella al ver que prestaba atención al teléfono.

"Sí, sólo hablaba con Ashton, ya sabes, lo normal", miré al carrito. "¿Ya es todo?".

"Al parecer".

"De acuerdo".

Caminamos a la caja donde comenzamos a poner las cosas sobre la banda. Era demasiado, me causaba conflicto que ella tuviera que pagar todo. La señorita cobró las cosas, eran alrededor de 120 dólares. ¡120!, no iba a dejar que la mitad de su salario se fuera en esto.

"Van a ser 124.86 dólares", saqué mi tarjeta de crédito.

"No", me miró con ojos asesinos. "Quedamos que yo pagaría esto.

"No voy a dejar que la mitad de tu semana te lo gastes en un día".

Resopló.

"Luke, no seas ridículo, ni siquiera es un tercio de mi semana", negó.

"Pero...".

"Cállate".

La señorita rió y ella sacó unos billetes de su cartera.

"Ya has gastado bastante en mí".

"Nunca es suficiente".

Subimos las bolsas al auto y regresamos a casa para llegar a acomodar todo y preparar algo de cenar en lo que buscaba entre las pinturas de mi novia para colgar algunas.

"Hey, deja ahí, no veas. Salte de mi estudio".

"¿Qué tiene?".

"No las veas".

"¿Qué tiene?".

Ella se encogió de hombros.

"Hay algunas que guardo para la galería".

Ah cierto, su galería.

"¿Y no puedo verlas?".

"Obviamente no, hasta que las exponga".

"Qué ridícula Salsita", negué y me senté en uno de los bancos de la barra.

"¿Ya regresamos a los tiempos de bullying extremo hacia mí?".

"Todos los días es tiempo de bullying para ti".

Preparamos macarrones con queso acompañados con pan con mantequilla en la plancha, se sentía raro. No lo sé, en cierta manera, aún no creía real esto. Ella y yo, juntos. Viviendo solos, con una gran vista y un departamento grandioso. Sí, era como un sueño.

Al finalizar dejamos los platos en el lavavajillas y en lo que ella elegía sus pinturas para colgarlas, me di una ducha caliente. Salí del cuarto con la pijama puesta y le vi batallando para colgarlas, le ayudé a colocarlas y me recargué en su cabeza.

"Ahora está perfecto".

Ella sonrió.

"Se ven bien", asentí y ella me abrazó, besé su cabeza y escuché que bostezó.

"¿Por qué no te das un baño para que puedas descansar mejor? Debes estar exhausta".

Asintió.

"Sí, me duele un poco la cabeza".

"¿Quieres una pastilla?".

Negó.

"No, sólo necesito dormir".

"Entonces te espero".

Ella tomó su pijama limpia y entró al baño. No tardó mucho en bañarse, mientras tanto me ponía de acuerdo con los chicos sobre mañana. Sería algo grande, definitivamente.

Zazil-Ha salió con su pijama puesta y su cabello cepillado, lo había secado a penas. Hice un espacio en la cama, ella recargó su cabeza sobre mi pecho abrazándome, mirando fijamente por la pared de cristal. Como todas las luces de la ciudad se veían.

Apagué la luz de la lámpara y pasé mi brazo detrás de ella.

"¿Cómo te sientes?".

"Mucho mejor".

"Me alegra".

Ella se acercó y besó mis labios.

"Te quiero Luke".

"Y yo a ti".

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