» capítulo 41

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"¿Te duele?", preguntó al darse cuenta que miraba a mi tatuaje.

"No", le sonreí apenas y bajé la manga de mi suéter. Miré a la ventanilla del avión, volábamos de Nueva York hacia Florida. Luke se encargó se reservar el hotel y mañana estaríamos por todo Disney World caminando.

"Me encanta como se ve al color de tu piel", confesó.

"¿Brilla mucho no crees?".

"Billy hizo un buen trabajo".

"¿No se llamaba Lorenzo?", reí.

"Sí, pero tiene todo para ser un Billy", fruncí el ceño. ¿Qué diablos? "Es gordo, casi calvo, barba larga y negra. Podría ser mitad pirata, pero su aspecto de metalero retraído con una fusión de Green Day lo delata".

Solté una carcajada, ¿de qué estaba hablando?

"Luke, qué diablos".

"¿Viste que tenía el rostro de su madre tatuado en su brazo? Mierda, eso es tan Billy. No me fijé si le hacía falta algún diente, pero hubiera sido perfecto".

"Que idiota", reí.

Antes de que el avión aterrizara tomé una foto y con el marcador escribí:

«Florida -17», junto con un corazoncito al lado.

Mi segundo avión y aún me aterraba el aterrizaje, se sentía horrible como si se fuera a estrellar o algo. Una vez que estuvo en tierra, esperamos unos minutos a que los demás bajaran y tomamos nuestras cosas para salir. Aún era de día, por lo que podríamos ir a comer algo y después a descansar al hotel. Mañana sería día de Disney y necesitaría todas las energías para sobrevivir el día entero.

Tomamos un Uber para un restaurante que BuzzFeed recomendó y que justamente estaba en Orlando. Era un lugar al aire libre, era muy bonito y había fuentes con pescadito ay.

"¿Podemos tener pecesitos?", pregunté.

"¿Pecesitos?", rió. "¿Para qué quieres peces?".

"Para verlos".

"Qué mierda Salsita", rodé los ojos. Bueno, a veces seguía siendo el mismo idiota que conocí.

Pedimos sopas de tomate y un filete de salmón con vegetales que estaba como comida del día en una pequeña pizarra. Estaba delicioso.

"¿Entonces qué planes para Florida?", preguntó. "Podríamos ir a Miami".

"Miami suena bien", confesé. "¿Y si vamos al club de strippers en Tampa? Ahí grabaron Magic Mike", él entrecerró sus ojos.

"Esa es una gran idea", reí.

"Quizá y podrían enseñarte un par de movimientos", él sonrió y meneó su cabeza de un lado a otro.

"No quieras pisar esos terrenos cuando no los conoces Salsita", arqueé mi ceja.

"¿Te crees lo suficientemente bien en la cama?", pregunté curiosa.

"Del uno al dos un dos".

Solté una carcajada.

"Según quién".

"Oh vamos, puedo sacar esas conclusiones con tan sólo ver cómo llegan".

Puse mis ojos en blanco, el señor ego acaba de tocar la puerta.

"¿Sabías que más del 50% de las mujeres fingen llegar para no hacer sentir mal a los hombres?".

"Auch", puso su mano en su pecho.

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora