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» drug addict alcoholic?

"No puedo creerlo Luke, esto es inaceptable", dijo mi madre frente a mí. Rodé los ojos y sólo seguí su paso al auto. "Primero te multan por exceso de velocidad a las tres de la mañana y tu carro aparece en el corralón, y ahora me mandan a hablar de la escuela por uso de narcóticos y falta de respeto a la autoridad. Por Dios, estás en maldita universidad Lucas, en universidad. ¿Qué necesidad hay de tener que hablar con el director?"

"Siempre ha pensado que eres caliente, seguro te mandó a llamar para que fueras a su oficina y le sacaras...", ella me interrumpió horrorizada al imaginar tal imagen por su cabeza.

"Basta, ¿de acuerdo? Basta", dijo enfadada. Sacó de su bolso la llave de la camioneta y abrió para que entráramos. Una vez que cerró la puerta metió dos de sus dedos a su saco y sacó un cigarrillo de marihuana.

"¿De dónde carajos has sacado esto?", lo abrió y lo deshizo. Puse los ojos en blanco y miré a la ventana.

"Mamá por favor, ¿cuántos años tienes? ¿80? Eso de consigue hasta afuera de tu trabajo", ella abrió su boca exaltada y sentí mi mejilla caliente. Fruncí el ceño al ver su mano cerca de mí. "¿Qué te sucede?"

"¿Qué te sucede a ti? ¿Tienes mierda en la cabeza?", dijo directa. No la recordaba tan enojada desde que me gradué de la preparatoria y rompí las ventanas de la escuela.

"Sólo quiero divertirme, ¿está bien?", ella encendió el auto y negó.

"¿Divertirte? Luke, te estas volviendo en un alcohólico drogadicto".

"Al menos tengo algo en común con papá...", dije apenas y un silencio grande se apoderó del auto.

"Tu padre no es nada como tú Luke", admitió y me encogí de hombros. Tenía tanto sueño.

Anoche fue una de las noches más locas que he tenido. 12 horas sin parar. Calum llevó un par de kilos de hierba, Keith consiguió la poca coca que pudo, y había montones de alcohol, del mejor. Obviamente mandé a pedir más para mis amigos. Pude haber cogido por lo menos con al menos unas tres putas.

Mi último recuerdo fue estar a punto de venirme con Zuleica en la sala cuando escuché las sirenas y corrí al auto con mis cosas. Por pendejo me siguieron y terminé en la estación de policías. Gracias a un par de billetes pude salir pero... Mi carro quedó dentro.

En fin, conseguí un aventón en medio de la carretera que me dejó en la entrada de la universidad probablemente a las cinco de la mañana. Después de comprarle un par de porros a un hombre, me recargué en uno de los árboles del campus a esperar a que las clases comenzaran para entrar, o no. Mi teléfono estaba totalmente muerto, probablemente como mi alma también.
Al ver el amanecer me coloqué mis lentes de sol cuando miré al rector llegar. Escondí un poco mi cigarrillo y lo vi bajarse del auto con su maletín. Era tan obeso, ¿cómo podía usar ese traje?

Eran las 6:45 de la mañana, no cargaba conmigo nada para mi clase de las siete. Acomodé un poco mi camisa y caminé hacia mi aula. Hoy era miércoles de japonés. Ayer falté a martes de español. Mi carrera no era algo que me pudiera beneficiar mucho económicamente, quiero decir... Ni siquiera pensaba estudiar. Pero me pagan para que lo haga. Supongo que tenía que buscar algo fácil y no tan aburrido como Idiomas. Cada día de la semana repaso un idioma diferente.

Lunes de alemán, martes de español, miércoles de japonés, jueves de italiano y finalmente viernes de francés. Era bastante complicado a decir verdad, más cuando faltaba, pero algo se me quedaba siempre. Con estos dos años, casi tres de estar escuchando cada clase, estaba bastante seguro de poder defenderme en cualquier país con la lengua hablada. Si decido continuar con el siguiente programa, comenzaría con portugués, hindi, coreano y árabe.