» stressed out

4.7K 433 258
                                    

Me rindo, ya. No puedo más. Putos exámenes de mierda, ¿por qué existían los exámenes finales cuando ya haces otros cuatro anteriormente? En todos había salido bien –bueno, los primeros no tanto-, pero tenía una buena nota en cada uno. ¿Por qué hacerlo difícil y juntar conocimientos de no lo sé, cinco meses en uno solo? ¿Así cómo? ¡¿Así putas cómo?!

El día de ayer había hecho el de alemán, me fue terrible. Venían palabras fueras de mi vocabulario, o sea, ¿qué tal si estuviera frente a alguna persona importante en Alemania y me llegase a preguntar algo con esa palabra? ¿Qué mierda le diría? «Was meinen Sie? Ich weiß nicht, die Worte». (¿Qué dices? No conozco las palabras). ¡Sería inaceptable!, un total desastre. Al llegar a la oficina Salsita me vio en esas condiciones moribundas por lo que unos minutos después llegó con mi helado favorito –cookies and cream por siempre-, casi me ponía a llorar del estrés y la ternura combinada.

Hoy había tenido español, fue muy fácil, justo como esperé que fuera. El maestro Torres puso todos los exámenes parciales en uno solo. Siempre hacía eso, por eso casi no estudiábamos. Mañana tendría japonés, me tenía por el suelo, ese día de la semana que falté afectó varios aspectos en mi conocimiento. Sobre todo Kan ji, no es algo que aprenda de sólo copiar apuntes. ¿Cómo pretenden que alguien se recupere o que saque buenas notas con una suspensión? Eso los ponía peor.


Repasaba algunos símbolos en mi libreta, no sólo era escribirlo, sino saber lo que cada uno significaba. La espalda me dolía de estar en la misma posición desde hace dos horas. Me puse de pie caminé por la oficina, repasaba en voz alta cada uno de los símbolos y el significado. Me senté en el sofá y recargué mis hombros sobre las rodillas. La cabeza comenzaba a punzarme y no quería ponerme de malas en este momento, o al menos no aquí. Cerré mis ojos masajeando mis sienes y escuché una vocecita debajo de mí.

"Hola", abrí mis ojos y la vi asomándose entre mis brazos, sonreí apenas y me senté de manera correcta.

"Hola Salsita".

"¿Cómo vas?".

"Quiero creer que bien", me estaba yendo pésimo. El estrés iba a matarme en cualquier minuto.

"Aw, te va a ir bien", dijo alentándome mientras me abrazaba.

"No estoy muy seguro de este".

"No empieces con tu negatividad de mierda", wow Salsita, dijiste una mala palabra. Ella cruzó sus brazos.

"Qué bonita te vez así".

"¿Enojada?".

"Mandona", confesé y estiré mis brazos, jalándola para mis piernas. Ella se sentó y la abracé de la cintura para recargar mi cabeza sobre su pecho. Este latía fuerte, me gustaba mucho escucharlo.

"¿Qué tienes?", preguntó en un susurró tierno.

"Estoy cansado".

"Oh vamos, apenas hiciste tu segundo examen. Dices que en español te fue bien".

"Sí, pero estoy cansado de esperar".

Estaba cansado de esperar a que el tiempo pasara, de hacer lo que es «correcto» y no precisamente para nosotros, sino para nuestros familiares y conocidos. Quería ganarme a su padre, quería que confiara en mí y que supiera que era un buen muchacho. Que era la persona correcta para su hija, que le tenía respeto y que haría lo que fuera necesario para mostrarle que Salsita era alguien importante para mí. En cuanto alcé mi barbilla para verle a sus ojos y que me sonriera, supe que todo lo que esperaba valía la pena. Que no importaba cuando tiempo tuviera que pasar para que de verdad fuera mía.

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora