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Dejé el edificio una vez que se hicieron las seis de la tarde, sabía que mi novia estaba ocupada en grabación por lo que no se daría cuenta cuando me fuera. Conduje todo el camino al departamento donde vi en el lobby a Ashton y Calum comprando un café en Starbucks.

"Hey", los saludé con una palmada en la espalda. "Lo siento, tuve que hacer unos registros y...", sacudí mi cabeza. "Bueno, no creo que les interese, vamos arriba".

Subimos hasta el décimo octavo piso y saqué las llaves para abrir la puerta.

"Bienvenidos", dije y ellos entreabrieron su boca.

"Mierda Luke", dijo Ashton. "Este lugar es genial".

"Les dije que terminaríamos eligiendo este"

Sentí las patitas de Leo colgarse de mi pantalón.

"Hey, ¿quieres comer?", caminé a la puerta debajo del fregadero donde saqué con un recipiente unas cuantas croquetas del costal y lo puse sobre su plato.

"Está tan gordito, diablos", dijo Calum quien estaba en cuclillas jugando con sus orejitas mientras comía.

"Te va a morder si no lo dejas comer", avisé y él rió.

"Ni ha de morder fuerte", se burló.

"Yo te avisé", lavé mis manos y las sequé con la toalla.

"Así que... ¿Para qué nos citaste tan temprano?", preguntó Ashton.

Abrí las puertas de la isla de la cocina y saqué las cajas de pastel para ponerlas sobre la barra. Ellos se me quedaron mirando.

"¿Hablas en serio?", preguntó Calum.

"Muy en serio, vamos, que tiene que estar hecho para antes de que lleguen".

"Luke, jamás has prendido un maldito horno", dijo Ashton. "Difícilmente creo que haces cereal".

Calum soltó una carcajada.

"Fui a un curso de cocina, ¿recuerdan?".

"Pero sólo ibas a comer", rodeé los ojos.

"¿Van a ayudarme a hacer esta mierda o se quedarán ahí jugando con el perro?".

Ellos se miraron.

"De acuerdo", sonreí y saqué un bowl y las cosas que indicaba la caja. Leche, huevos, mantequilla.

"Van a ser dos pisos, una de chocolate y otro de funfetti", leí en las cajas.

"Yo quiero el de chocolate", pidió Calum.

"Sí, ahí está".

Caminé al cuarto y fui por el iPad. La coloqué en su soporte para que se parara sobre la barra y busqué en YouTube tutoriales con ellos a mis lados.

"No, ese se ve muy corriente", dijo Ashton.

"¿Y este?", pregunté guiándonos en las fotos de las ventanillas.

"No, este", le picó Calum y se abrió un video de nueve minutos. Era un pastel de dos pisos hecho con harina de caja. Perfecto.

Saqué los moldes que compré cuando salí al banco por la mañana y comenzamos a preparar las harinas. Era un desastre total, a Calum se le fue una cascara de huevo, Ashton le puso mantequilla de más, y al meter la batidora eléctrica media caja de harina salió volando. ¿Por qué en el vídeo lo mostraba tan fácil? Gracias al cielo compré tres cajas de cada uno. Sería un pastel muy gordo. El piso más grande sería de chocolate y el de arriba de funfetti. Procedimos a engrasar los moldes y vaciar la mezcla en estos.