Airplanes » l.h

» capítulo 38

"Luke ya no vas a escapar de esto", solté. "Han pasado semanas y aún no cumples la apuesta".

"Dios, es absurdo", negó. "¿Qué tiene de emocionante verme entregar cartitas?".

"También es hacer el papeleo de la mañana, ir por café, hacer pedidos, sacar copias...", continué.

"De acuerdo, de acuerdo", estacionó el auto afuera de BuzzFeed. "Está bien".

"¿Lo cumplirás?".

"Sí", sonreí grande y besé su mejilla, arrugué mi nariz al sentir la picazón de su barba. No pude evitar rascarla.

"¿Te pica?".

"Un poco, está muy larga", admití.

"Quizá deba quitármela".

"No", él me miró. "Me gusta".

Sonrió y bajamos del auto. Saludamos a Diana y Eric y subimos al elevador.

"De acuerdo, entonces llegarás y encenderás la computadora y sólo abres el correo, la sesión se inicia automáticamente y luego vas a leer...", me interrumpió.

"Salsita, sí he visto lo que haces", rió.

Mordí mi labio.

"Lo siento".

"En mi oficina, dentro de mi cajón está mi agenda, ahí están mis cosas pendientes por hacer, puedes guiarte sólo en eso".

"Bien".

Las puertas se abrieron y nos miramos.

"Espero que no sufras tanto", dijo entregándome su llave.

"Lo mismo digo", tomó la mía y nos dirigimos a nuestras respectivas oficinas.

Abrí la puerta de su oficina y no pude evitar reconocer el aroma impregnando de su perfume. Pasé a subir las 'persianas y me asomé para ver en mi oficina. Él miraba mis flores con atención, sin darme cuenta llevaba una sonrisa en mis labios. Era un hombre tan hermoso y lo mejor de todo es que era mi hombre.

Caminé al escritorio y me senté en su silla, me moví de un lado a otro. Jamás me había sentado aquí, o bueno sí. En sus piernas, pero claramente no era lo mismo. Podía sentir el poder y la superioridad. ¿Qué tan lindo sería tener una oficina así de grande y lujosa? Ahora comenzaba a entender porque a veces se comportaba como una perra con las personas. Abrí su cajón y saqué su agenda. Si algo odiaba de Luke, era la manera en que siempre mantenía todo en control. Desde las de su escuela hasta su vida por fuera. En su teléfono llevaba miles de recordatorios y e n la escuela tenía un horario de las cosas que tenía qué hacer, sus carpetas estaban perfectamente bien ordenadas y limpias y sus trabajos en tiempo y forma. Era un maldito nerd disfrazado en una rata callejera.

Su carpeta tenía tantas cosas apuntadas y en horas específicas. A las diez tenía que transcribir una carta, a las once revisar los saldos de las tarjetas, a la una tiene marcada la hora de comida. Oh aquí estaba yo: "3:00 pm – Molestar a mi novia".

Claro, ya entendía todo, lo bueno que es a las tres, imagínense si fuera a las dos, no coincidiría con su horario. Quizá atrase sus cosas, qué trágico sería. Tenía tantas horas libres, ¿qué hacía en esos ratos? ¿Ver porno? Quizá y ponía Netflix y secretamente veía DareDevil sin mí. Quizá por esa razón sabe tanto y se excusa de las páginas y/o spoilers que salen en internet.

Comencé a hacer la carta puesto que a comparación de él yo tardaría todo el día. Pudieron pasar dos horas y aún no veía actividad de Luke. Opté por salir y entrar a la oficina. Él estaba viendo fijamente al escritorio donde tenía los papeles acomodados.