» capítulo 40

4.4K 370 526
                                    

                  

Nia había regresado del viaje con su novio. Parecía que no le caían muy bien sus suegros, decía que eran muy religiosos y «anticuados». Hoy iríamos a conocer algunas galerías en Nueva York. Gracias a su escuela, tenía acceso fácil hacia ese tipo de lugares. Tomamos un tiempo para arreglarnos, y desde las nueve de la mañana salimos a desayunar junto con su novio. Èl era un tanto... ¿serio? Si creía que Luke lo era, al lado de Carter es la persona más social y habladora del mundo. Carter tenía auto por lo que nos ahorramos lo de los taxis y probablemente metros subterráneos –los cuales solían estar saturadísimos-.

Después de desayunar fuimos a visitar las galerías que se encontraban en Brooklyn. Las cuales sí eran unas cuantas.

"¿Y has pensado en dónde poner tu galería?", preguntó Nia.

"No realmente", rasqué mi cabeza.

"Nueva York podría ser un buen lugar".

"En Nueva York ya hay muchas galerías", habló Luke. "Necesita un lugar en el que el arte sea parte de su impacto social".

"«Impacto social»", se burló.

"Hablo en serio, aquí todo el mundo ve una pintura como si fuera un folleto de esos que te dan en la calle".

"Ay no es verdad".

"Claro que sí, sólo la gente con dinero gastaría en pinturas y en Nueva York, o eres muy pobre o eres muy rico".

"Tiene razón", dijo Carter.

"Shh", lo calló.

"Me gustaría más que fuera como una exhibición, es decir moverme a diferentes lugares para presentarlas y darme a conocer".

"Ahí tienes, eso suena bien", dijo Luke.

"¿Y después venderlas?", me encogí de hombros.

"Pues si alguien quiere comprar una, los cheques son bienvenidos", reí.

"Yo te compraré una, ¿tienes alguna vergonzosa de Luke?".

Miré de reojo a mi novio y él me miró con sus ojos entrecerrados.

"Quizá tenga una", él alzó sus cejas y empecé a reír. "Pero será muy cara, eso sí".

"Pago lo que sea".


Llegamos a la primera galería, era de una amiga de Nia que estudiaba junto con ella, era como una secuencia familiar. Sus bisabuelos solían exhibir sus pinturas, de ahí sus abuelos, después sus papás y ahora ella. Sí entrabas aún podías ver de las técnicas viejas de pintura de los cuadros de sus abuelos o bisabuelos.

Era un lugar pequeño, pero era tan conservador, todo estaba hecho con madera y tenía una iluminación tenue, y las pinturas estaban expuestas como si fueran fotografías viejas, era un lugar muy bonito. Había pinturas tan buenas, muchas de ellas eran retratos de personas desconocidas. Ya sean tomando un café o bailando, o incluso durmiendo, tenían un estilo único.

A dos calles quedaba otra galería por lo que fue sencillo ir a caminar. Esta era un tanto diferente, tenía un estilo abstracto, sin embargo la técnica del pincel era preciosa. Cada que pasaba por los pasillos me frustraba demasiado, por el hecho no tener la habilidad de hacer este tipo de estilos.


De igual manera hicimos un recorrido por las galerías de Brooklyn y zonas cercanas, puesto que días anteriores habíamos visitado los del otro lado de Nueva York. Para esta noche, Nia nos había conseguido boletos para una subasta y exhibición de pinturas y fotografías. Era un evento de gala por lo que mis cientos de pares de zapatos servirían de algo.

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora