» capítulo 29

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De acuerdo, era jueves, no había manera de que esta semana empeorara. Mañana sería mi cumpleaños. ¿Mis planes? La clínica. Mañana pasaría mi cumpleaños en la clínica. Leería cuentos a los niños y visitaría a mis amigos y les contaría muchas cosas a las enfermeras y ayudaría a alimentar a los ancianos y sería un cumpleaños excelente. Quizá me lleve a Stefany, seguro que también le haría bien estar un día en el hospital.

Después de aquel incidente con la puta y Luke, decidí olvidar por completo que eso había pasado. De ahora en adelante él sería un cero a la izquierda, no valía la pena llorar por un idiota como él. Si me quiere, me va a querer como soy. Sí no, pues que se vaya a la mierda, no le iba a rogar.

La mañana había resultado bastante bien, había comprado muchas flores nuevas, en camino a la empresa se me cruzaron unos perritos, eran preciosos. El dueño venía paseándolos, apenas eran unos cachorritos, cada que querían correr se tropezaban entre ellos. Rita me hizo un licuado de fresa con plátano y crema batida; todo iba a la perfección, empezar el día con fresas era señal de que sería un buen día.

Salí a entregar el papeleo, y aproveché para darles de una vez su correspondencia. Muchas veces también me daban cartas de regreso para que las dejara en el buzón o cuando viniera el cartero se las diera. Hoy me sentía bastante bien, de verdad. Podría seguir insistiendo, ¿quién necesitaba a Luke Hemmings en su vida? Nadie. Era una lástima, su amigo de verdad me cayó bien, y quedó en presentarme algún día a su novia. Que tristeza.

En fin hoy Liz me asignó el trabajo de actualizar el Instagram de BuzzFeed, puesto que Melanie había pedido permiso para faltar y la página no podía quedarse inactiva. No había visto a Luke en todo el día, ayer había venido, de hecho... Vino toda la semana, lo que a mi parecer se me hizo bastante extraño. Creía que estaba enojado con su madre, pero al parecer estaba más enojado conmigo porque ni siquiera los buenos me daba. Y no era como si yo empezara, quise suponer que era una persona educada que si ve a alguien cerca, dice por lo menos un «qué tal», o un «buenos días-tardes».

¿Qué pondría hoy en la página? Descargué por el iPad de la oficina los sneak peaks de vídeos. Una vez que los actualicé, escuché que alguien tocó la puerta. Era Justin.

"Hey, hola", dejé el iPad.

"¿Estás ocupada?", preguntó.

"Mmm... No realmente. ¿Necesitas algo?".

"A ti", arqueé una ceja. "¿Quieres salir en un vídeo?", entreabrí mi boca.

"¿Yo? ¿Hablas en serio?", pregunté.

"Será sencillo, vamos", pidió.

Apagué la computadora y sonreí grande. ¡Iba a salir en un vídeo! ¡Qué emoción! Ojalá fuera de perritos, o animales. ¡Ay qué emoción! Siempre quise salir en un vídeo, pero era muy penosa como para pedir salir en uno. ¡Al fin!

Bajé al segundo piso y me dirigí al set 1. En cuanto entré armaron «fiesta» por mi llegada. ¿Qué tenía de emocionante que llegara?

"Ya está aquí muchachos, cúbranle los ojos", dijo Ashly.

"¿Qué?", reí nerviosa.

"Siéntate", pidieron y me senté en una silla. De pronto me colocaron un poco de polvo para el brillo, acomodaron mi cabello y me colocaron un micrófono en el suéter. Esto se sentía tan raro. Me pusieron la venda y me sentaron en una silla.

"¿Cámara lista?", escuché.

¿Qué? ¿Tan rápido? Mierda, jamás he hecho esto.

"Tres, dos, uno y....".

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora