» capítulo 22

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Hoy era el primer día de audiciones, todos estábamos de arriba para abajo. Las personas comenzaron a llegar desde las doce del día, ni siquiera salí a mi hora de comida. Estaba junto con Ashly, Quinta, Gaby, y pues los más viejos en esto de los videos, como los Try Guys y eso. Al entrar al estudio 4, me tocaba darles unas hojas a las personas para que las llenaran con sus datos y al final les hacia un pequeño gafete para llevar el control de las tomas que les harían.

Me alegraba que aún no llegara Luke, después de lo que pasó ayer, dudaba poder verlo a la cara igual. Todo había sido tan raro y repentino, como si de un momento a otro hubiera perdido la cabeza y en lo única que estuviera pensando fuera sólo él y todas las cosas que me dijo. Cielos, no. Tenía que alejar este tipo de pensamientos de mi cabeza, no me traerían nada bueno. A noche ni siquiera pude ver a mi padre igual, me sentía la persona más culpable y sucia del mundo. Ni un buen baño retiró la sensación de mis manos. Aún podía sentir la firmeza entre ellas, la fricción, la adrenalina, todo. Honestamente pensé que lo tendría más pequeño.

Quiero decir, no es como si supiera de miembros, pero seguro el de él era uno bueno. Luke tiene ese tipo de cara de «te voy a azotar» pero al bajar sus pantalones no había mucho qué decir. Después de esta experiencia confirmé que:

1. Tiene cara de te voy a azotar.

2. Y si había mucho que decir.


El viernes traerían las cosas de Luke a la oficina y también mencionó algo de que vendría uno sus amigos. Estaba emocionada por conocerlos a cada uno de ellos. Aunque a uno de ellos lo conozco, pero ni fue muy grato el momento. A veces quisiera presentarle a mis amigos, pero por alguna razón se daría cuenta que tienen alguna enfermedad discapacidad. Moría de ganas de que Stef lo conociera. Así sería más fácil hablar mal de él, ah.

Eran las cinco menos cuarto de la tarde, Luke ya debería estar aquí, pero realmente no le correspondía estar en las audiciones. Bueno, ni a mí, pero necesitaban ayuda. Posiblemente este sacando presupuestos o haciéndole mandados a su mamá.

No pasaron más de 30 minutos cuando vi salir del elevador al muchacho más hermoso del mundo. Era imposible olvidar sus pestañas largas. Él se acercó a mí y me regaló una cálida sonrisa.

"Hola", saludó y sonreí grande. "¿Me recuerdas?", preguntó sacando del bolsillo de sus jeans en volante verde que le había entregado en la calle.

"Claro, ¿cómo hacerlo?", apreté mis labios y busqué un formulario para que lo llenara. "¿Puedes llenar esto?".

"¿Puedo?", respondió y reí sonrojada.

"Tienes qué", escuché la voz de Luke llegando a mi lado con una silla. ¿Qué diablos? ¿De dónde había salido?

"Oh, tú", rió el castaño. "¿Qué tal el dedo?", alzó el pulgar.

"¿Terminaste de llenar la hoja?", preguntó y puse mi mano en frente. ¿Qué estaba haciendo?

El castaño miró a Luke y luego se giró a mí.

"¿Tendrás una pluma que me prestes?", preguntó y metí la mano en el cajón. La jefa había mandado a hacer plumas de BuzzFeed para regalarlas.

"Puedes quedártela", el chico la tomó.

"Gracias", sonrió y fue a sentarse a una de las sillas.


Rápidamente me giré a ver a Luke.

"Eso fue grosero", él frunció el ceño.

"Claro que no".

"Se preocupó por ti y tú mandándolo al diablo".

Airplanes » l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora