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Jadeó con un nudo en la garanta cuando vio a Jungkook entrar a la cúpula, siendo atendido rápidamente por Taehyung y una de las Ninfas, para que pudieran curarle y hacer que su brazo pudiera estar nuevamente en su lugar.
―Jungkookie, te dije que no te expusieras de más―le reclamó Taehyung en medio de pesadas lágrimas, abrazando al cansado elfo en el suelo, mientras le comenzaban a curar el brazo.
―Lo siento, precioso. Pero debo ser de ayuda.
Jimin negó con la cabeza y retomó la vista hasta el lugar de la pelea, en donde podía ver que muchos elfos y Yoongi estaban en problemas. Jimin se sentía muy impotente, porque él realmente no podía hacer mucho, al menos no dentro de su conocimiento, pero sabía que si su madre había dicho que tenía un plan, es porque realmente sabe que puede ser de ayuda desde la casa.
―Cariño, vamos al dormitorio, desde ahí vamos a ayudar―llegó YoungMi con la respiración agitada, tomando la muñeca de su hijo, quien seguía demasiado sorprendido como para poder moverse por su cuenta― ¡Taehyungie, ven tú también!
El pelinegro tenía sus ojos inundados de lágrimas, negando con la cabeza mientras se negaba a separarse de Jungkook, quien mantenía su frente apoyada en el hombro de su novio mientras era curado.
―Bueno, por favor llega cuando terminen de curar a Jungkook, por favor―le suplicó, haciendo que el menor asintiera, sabiendo que no tenía que ser egoísta en ese momento, sino que debía ser un apoyo.
Jimin fue llevado por su madre hasta la habitación de Namjoon y Jin, lugar en el que claramente ya había estado antes. La mujer dejó rápidamente algunas cosas sobre la cama, notando hasta ese momento que había un elfo en la habitación, quien se encontraba rompiendo un agujero en la pared, casi por debajo de la ventana.
―Bien, necesito que me prestes atención, amor―la Ninfa tomó el rostro contrario entre sus manos, siendo cuidadosa, pero apresurada―En estos momentos tu angustia es lo mejor que podemos aprovechar, aunque suene bastante feo. Debemos concentrarnos en ayudar a los que lo necesiten, como lo hicimos con Jungkook.
El elfo terminó de hacer el agujero, retirándose de la habitación para poder regresar a la pelea.
―Ven, acostémonos aquí―ambas ninfas se acomodaron panza abajo, arrastrándose hasta el agujero para poder quedar con un poco menos de la mitad del cuerpo fuera de la casa, claramente manteniéndose dentro de la cúpula, pero logrando tener contacto con el césped del exterior― ¿Ves a Yoongi?
Jimin comenzó a buscar, notando a su novio, quien tenía algo de dificultades contra los seres con los que estaba luchando. Apretó los puños y soltó un pequeño jadeo, asintiendo.
―Bien, lastimosamente nuestros poderes son limitados, pero podemos aprovecharlos. Haremos lo mismo que hicimos contra la Arpía, la asquerosa esa que se lanzó sobre Jungkook y luego intentaremos curar desde aquí ¿Me comprendes?
Jimin asintió rápidamente.
Mientras tanto, Suran se despertó de golpe sobre el sofá de la casa, jadeando fuertemente cuando sintió su cuerpo tener un ligero golpe, no comprendiendo qué había sucedido. Se levantó y vio que había varios elfos lastimados y Ninfas en proceso de curación, haciendo que colocara sus manos sobre su cabeza, sabiendo que había despertado tarde.
― ¡Hada Suran, vaya al refugio con las demás hadas! ―le pidió una de las ninfas que estaba ayudando a Taehyung para curar a Jungkook, a quien le faltaba poco para poder recuperarse completamente.
― ¿Vamos perdiendo o ganando? ―preguntó mientras se acercaba a la puerta principal, haciendo que la Ninfa hiciera una pequeña mueca.
―No lo sé, pero no creo que tengamos una gran ventaja en estos momentos.
Suran se apoyó en el marco de la puerta y jadeó al ver el desastre que había en el lugar, no comprendiendo porqué demonios las demás hadas estaban tranquilamente escondidas cuando podrían estar ayudando, aunque sea con apoyo a los seres que estaban de su lado.
―Tenía que despertar yo para poner orden a toda esta mierda―jadeó mientras estiraba sus alas, no poniéndose a pensar en ese momento cómo habían logrado que sus alas volvieran a la normalidad, porque no había tiempo para eso.
Voló rápidamente hasta el refugio, siendo cuidadosa con que ninguna de los seres malignos la vieran, porque podía terminar en desastre al no estar preparada para algún ataque. Comenzó a descender y logró pasar la protección de la cúpula, pasando por un pasillo de tierra y llegando hasta donde muchos seres se encontraban esperando.
― ¿Qué hacen aquí las hadas? Descansando mientras otros se parten el culo por ustedes―chilló indignada mientras veía a sus hermanas y algunos pocos hermanos, quienes se asustaron ante el grito que Suran había dado al llegar.
―Suran, nosotras no podemos hacer nada por ellos, somos débiles―dijo una de las chicas que siempre intentaba confrontar a Suran, específicamente la hada que dijo que ella quería aprovecharse de Yoongi―No tenemos nada que hacer allá.
― ¡Todas ustedes son una bola de hipócritas y aprovechadas! ―gritó con molestia, señalándolas con su dedo índice― ¡Siempre han criticado a Yoongi, le han llamado débil y un hada que no tiene las capacidades que todos creen que posee! ¿Y qué hacen ahora que tenemos una guerra? Se esconden como las malditas cobardes que son, porque saben que siempre han sido inferiores a Yoongi, pero al no tener que demostrarlo antes, podían hacerlo ver de menos y molestarlo―muchos jadeos de indignación se escucharon en ese momento― ¡Somos hadas, tenemos poderes, podemos ayudar si nos mantenemos en el cielo! Las hadas de viento podemos alejar, las de luz pueden quemar, las de agua ahogar y los de tierra derribar o atrapar ¿Es que no piensan, acaso?
Suran sabía que, probablemente, Yoongi les había dicho que se mantuvieran en el refugio. Pero así como estaba segura de eso, también estaba segura de que ninguna de esas hadas había siquiera intentado el ser de ayuda. Seguramente se habían ido corriendo al primer momento, sin intenciones de ser de ayuda, pero exigiendo que alguien hiciera algo por ellas, mientras todas se mantenían sentadas sin hacer nada de nada.
No les podía decir nada a los demás seres que se encontraban ahí, porque ellos tenían muchas limitantes y claramente no serían de mucha ayuda, pero las hadas no tenían ese problema.
―Yo no quiero morir―reclamó la misma chica, haciendo que Suran bufara.
―Bueno, pues te puedes ir muy a la mierda―le dijo con voz dura, haciendo que la hada apretara los puños―Las hadas que no se consideren unas inútiles, vengan conmigo.
Suran voló nuevamente por el pasillo de tierra, esperando que al menos dos hadas la siguieran, ya que tenía un plan, pero no funcionaría si solo era ella. Logró salir de la cúpula y dio media vuelta en su vuelo, viendo el refugio con el ceño fruncido, ya que no lograba ver a nadie acercarse.
― ¡Suran! ―escuchó un grito desde abajo, viendo a Jin en su lago― ¡Ven!
La hada comenzó a bajar.
―Tengo un plan y te necesito. El plan de empujar a los seres grandes no está funcionando y el Leviatán se está aburriendo, por lo que tengo pensado en sacarlo del agua y acercarlo directamente ¿Entiendes mi idea? ―la hada se mordió el labio inferior mientras asentía―Lo hacen volar con otras hadas y lo acercan para que pueda comerse a lo que tome, pero deben ser cuidadosas con no tomar a alguien incorrecto, aunque el Leviatán ha sido informado sobre los seres que debe comer. Él aguanta varios minutos fuera, después debemos regresarlo.
―E-Estoy de acuerdo, pero solo estoy yo―expresó angustiada, ya que no había visto a nadie salir del refugio.
― ¿Y todas esas hadas? ―señaló confundido el tritón, haciendo que Suran viera hacia atrás, notando que todas las hadas habían salido y ahora la esperaban.
Suran sonrió de lado, asintiendo.
―Bien, trae al Leviatán lo más cerca que se pueda, lo elevaremos un poco para secarlo y luego poder colocarle el polvillo, nos repartiremos para dirigir el cuerpo, porque esa cosa es demasiado larga y grande―Jin asintió, dándole una sonrisa igualmente para después hundirse nuevamente en el agua.
―Jin el tritón irá por el Leviatán, vamos a levantarlo y llevarlo por el campo para que pueda tomar a algunos de los seres más grandes―comenzó a dirigir Suran―Mientras tanto, comencemos a apoyar a los seres que nos necesitan. A las Arpías atáquenlas desde lejos y si no pueden solos, regresen al refugio mientras la Arpía se aleja ¿Entendido?
― ¡Sí!
―Soy una líder fenomenal, me adoro―comentó mientras soltaba una risita― ¡Vamos!
Suran comenzó a movilizarse por todo el lugar, intentando lanzar a los seres que estaban más cerca del agua, pero era bastante complicado para ella, en especial al ser solo una en esa área.
Gritó cuando sintió un tirón en su cabello, colocando sus manos sobre la cabellera mientras intentaba ver quién la estaba atacando, viendo el cuerpo de una de las Arpías. Se agitó para poder liberarse, recogiendo sus piernas para después dar una patada con ambas contra el torso ajeno, haciendo que el ser la soltara, tomando la oportunidad de empujarla y lanzarla hasta el agua, haciéndola hundirse con fuerza.
Sabía que los tritones y sirenas se encargarían, por lo que retomó el vuelo.
Logró ver a la distancia a Yoongi, quien tenía algo de dificultades, pero parecía tener algo de control. Cuando iba a acercarse a ayudar, una de las hadas de luz comenzó a acercarse antes, ayudando a Yoongi mientras ella incendiaba el cuerpo de los Cíclopes restantes, haciendo que todos se agruparan y alejaran. Una hada de agua iba apagando el fuego que dejaban en el césped.
Yoongi sonrió hacia arriba, recibiendo un guiño de Suran cuando pudieron unir miradas, el hada teniendo que concentrarse en el único Cíclope, quien era bastante insistente, para su gusto.
― ¡Suran! ―escuchó el grito de Jin, logrando verlo en el agua, siendo un pequeño punto entre el mar.
Jadeó con una gran sonrisa cuando el largo cuerpo del Leviatán comenzaba a elevarse entre el agua, viéndose ondulaciones largas que comenzaban a rodear a Jin, para poder comenzar el plan.
― ¡Es más grande de lo que pensé! ―gritó Suran mientras comenzaba a bajar, haciendo que Jin sonriera.
―Que no te escuche o se ofende―bromeó, llamando la atención de las demás hadas que estaban lejos, quienes dejaron lo que estaban haciendo para ir a ayudar― ¡Vengan!
Tritones y Sirenas ayudaron para poder levantar un poco al Leviatán, lo suficiente como para que las hadas de viento pudieran secarlo y las demás comenzaran a volar sobre el ser, dejando el polvillo suficiente como para que pudiera comenzar a elevarse.
― ¡Ahora tenemos que ponernos por debajo, para guiarlo! ―gritó Suran, ubicándose debajo de la mandíbula del Leviatán, las demás hadas siguiéndole, colocándose en toda la extensión del animal― ¡Deben seguirme o no funcionará!
Comenzaron a avanzar hacia el campo de batalla, sabiendo que tenían que encargarse primero de los seres que estaban siendo una molestia, siendo las Arpías quienes se aprovechaban de los pocos seres de aire que estaban de su lado, ya que los Lamasu hacían lo que podían, pero eran pocos en comparación a las Arpías.
Jungkook y todos los seres que se encontraban ahí, vieron con sorpresa la enorme serpiente, o lo que parecía una serpiente, volar sobre ellos.
―Ahora te jodes―susurró el elfo con una sonrisa, lanzándose de espalda al suelo mientras el ogro se dirigía hacia él nuevamente, por lo que silbó fuerte para que Suran pudiera verlo.
Cuando el ogro llegó, lo derribó con su arma e hizo que cayera panza abajo sobre él, aprovechando que sus piernas eran unos de sus mayores orgullos, apoyando sus plantas en la panza del ogro para después estirarlas rápidamente, haciendo que volara por los aires, siendo tragado de un mordisco.
Se levantó del suelo y logró ver a Namjoon en el suelo, por lo que comenzó a correr hasta él para poder ayudarlo y llevarlo a curación. No se encontraba ningún ser cerca, por lo que guardó el arma para poder llevarlo, sabiendo que ahora tenían mayor apoyo con esa clase de salamandra gigante que no podía ni ponerle nombre.
― ¡Hyung! ―lo llamó, tomándolo por los brazos para que pudiera levantarse, el hechicero sonriendo al ver al menor ahí―Aguanta, llegamos a la casa y te curan.
―Casi me muero y te quedas sin uno de tus padres postizos―bromeó, haciendo que Jungkook se desesperara un poco, tomándolo de las piernas para poder llevarlo al estilo nupcial, ya que así podía correr y llevarlo más rápido.
―Aún tienen mucho que enseñarme, así que no me jodas con eso.
Taehyung se acomodó panza abajo junto a su mejor amigo, apartando las lágrimas que nublaban sus ojos, sabiendo que esa experiencia era algo que jamás iba a olvidar y eso que no había terminado.
―Muy bien, tengo la teoría de que podemos curar desde aquí a algunos. Quizá si creamos las lianas o raíces de antes, podemos enviar la curación desde ellas, para que no tengan que venir corriendo ¿Me explico? ―preguntó la mujer, haciendo que ambos menores asintieran―Pero primero debemos lograr que tengan una oportunidad de escapar o al menos alguna ventaja, por lo que debemos atar a los seres grandes.
―Bien, empecemos―habló Jimin sin poder despegar la vista de su novio, quien no había llegado en ningún momento a recuperarse y se le notaba realmente cansado.
Jimin colocó sus manos sobre el césped y Taehyung las colocó sobre las del menor, casi ocultándolas por completo ante el tamaño. YoungMi observó los movimientos de los Cíclopes y colocó sus manos sobre las del menor, apretándolas ligeramente.
―Jiminie, tú nos diriges, nosotros te seguimos―le dijo la madre, haciendo que el menor se alterara.
― ¡Yo no sé hacer esto! ―comenzó a quejarse en preocupación, apretando las manos sobre el césped en medio de sus lloriqueos―L-Lo siento, dejaré de quejarme y lo intentaré.
YoungMi sonrió de lado, asintiendo.
Recordó que tenía que concentrase en su preocupación, porque como muchas cosas de su vida, se basaban en su angustia y pasarla mal, pero en ese momento debía aprovecharlo. Pensó nuevamente en lo que su madre le había pedido, sabiendo que tenía que pensar en las raíces o lianas atrapar a esa cosa que tenía agarrado a su novio.
De pronto, una imagen hizo que sus pensamientos se detuvieran por completo.
Un ser mucho más grande que el Cíclope, quien había caído finalmente, lanzó a Yoongi hacia el suelo y azotó su enorme pie sobre él, causando un gran agujero en el suelo mientras restregaba su pie sobre el suelo, pisándolo hasta hacer el agujero más profundo.
― ¡Yoongi! ―gritó angustiado, soltándose ligeramente de las manos ajenas, haciendo que su madre lo mantuviera en su lugar, colocando nuevamente la posición de las manos.
― ¡Lo vas a ayudar desde aquí! ―gritó su madre con angustia, haciendo que Jimin asintiera entre lágrimas.
Comenzó a pensar en las lianas que atraparían al Ettin, las mencionadas comenzando a emerger del suelo, llegando lo más rápido que podían hasta donde estaba el gran ser. Jimin apretó las manos cuando el Ettin tomó el cuerpo de Yoongi, quien no parecía moverse y comenzó a tirar de su cabeza y piernas, como si quisiera separar su cuerpo.
Una hilera de sangre comenzó a deslizarse por las manos del Ettin, quien tenía sonrisas en ambas cabezas.
― ¡No! ―gritó Jimin tan fuerte, que sintió que su garganta se había desgarrado.
El grito de Jimin hizo que no solo las lianas siguieran con su camino, sino que también logró que la tierra se elevara de golpe y una gran extensión de tierra mandara a volar al Ettin, inclusive logró derribar a las Arpías que se mantenían en el suelo atacando a Taemin.
En medio de la furia, Jimin apartó las manos de su madre y mejor amigo, apretando el césped que se encontraba bajo sus palmas y extendió otras lianas para poder tomar a Yoongi, quien había caído en seco ante el levantamiento de tierra que había mandado a volar al Ettin.
El ser intentó levantarse, pero Jimin logró que las lianas sacaran espinas grandes, fuertes y muy punzantes, por lo que comenzaron a enterrarse en la dura piel del Ettin, quien soltaba bufidos de dolor.
Jimin se separó de ambos y se levantó del lugar, corriendo hasta la entrada de la casa, en donde las lianas se encargaban de transportar a Yoongi. Las Ninfas le vieron con curiosidad, pero no dejaron de realizar su trabajo.
― ¡Yoonie! ―soltó en medio de un jadeo, lanzándose de rodillas sobre la entrada de la casa, recibiendo así el cuerpo de su pareja, quien no se veía en buen estado―Por una mierda, jodido animal imbécil―comenzó a maldecir ante su preocupación, soltando el cuerpo de su novio de las lianas, viendo que no se movía.
Lo atrajo a su cuerpo y lo abrazó, colocando un dedo por debajo de la nariz ajena, porque realmente no sabía cómo tomar el pulso correctamente y en ese momento no iba a consultarlo. No sintió respiración, por lo que comenzó a arrastrarse dentro de la casa.
― ¡Necesito ayuda aquí! ―chilló en medio de sollozos preocupados, haciendo que dos Ninfas se levantaran para poder ayudar, acercándose a Jimin―Curemos los tres, no respira.
Jimin intentó concentrarse lo mejor que podía, apretando los ojos mientras abrazaba el cuerpo de su novio, rogándole a cualquier cosa que pudiera ayudarle a que su novio estuviera mejor.
Desvió su vista hasta la puerta, notando a una gran serpiente volar por el lugar. Soltó suavemente el cuerpo de Yoongi y se arrastró hasta la entrada, viendo con la boca abierta a las hadas movilizando al ser desconocido, quien se acercaba al Ettin que había atrapado para que se lo comiera.
Todo se veía en orden, notando que su madre y Taehyung estaban ayudando a los centauros, por lo que retomó su atención sobre su pareja.
Levantó el cuerpo del hada y lo acomodó nuevamente en su regazo, notando que la sangre que salía pertenecía a distintas partes de su cuerpo, pero donde podía apreciarla más era en su nariz.
Sintió sus ojos llenarse nuevamente de lágrimas, limpiando con su mano la sangre de ese lugar, no importándole en absoluto el ensuciarse. Sentía la necesidad de hacer la sangre desaparecer, como si jamás hubiera salido.
En medio de llanto desgarrador, cerró los ojos y se inclinó hasta poder pegar su frente con la contraria, apoyado sus manos en el rostro ajeno, para seguir ayudando con la curación.
―Eres un idiota, te dije que te cuidaras―susurró bajito, sabiendo que no obtendría respuesta―Nunca me haces caso.
Lo que más le preocupaba era que no podía sentir la respiración de Yoongi, no se movía nada de nada y era algo que no quería terminar de comprender.
"Cuando algún ser no tiene luces en su aura, significa que está inconsciente o ha fallecido. Si estás cerca y el ser está inconsciente, podrás ver las luces muy suaves, pero podrás verlas"
Recordó las palabras que su novio le había dado cuando había descubierto que podía ver las luces sin ser demasiado complicado para él o sin tener alguna dificultad.
Si era sincero, no quería ver las luces de Yoongi, porque temía el no poder ver nada.
―Jimin...
Abrió los ojos ante la voz de YoungMi, quien lo miraba desde arriba, ya que él estaba en el suelo.
―Jiminie, Yoongi no tiene aura.
El castaño apretó ligeramente las mejillas del mencionado ante las palabras de su madre, no queriendo creer del todo lo que le decía.
―Está muerto, no podrán curarlo―la Ninfa se hincó junto al hada, comenzando a tomar el cuerpo, pero Jimin no se lo permitió, pegándolo contra el suyo.
― ¡Yo puedo curarlo, voy a curarlo! ―comenzó a gritar, negándose completamente a soltar a su novio, importándole muy poco el que debían apartarlo de él, no quería.
―Cariño, puedes curar, no revivir―negó YoungMi, intentando hablar suave para que su hijo comprendiera―Esto es demasiado, hasta para ti.
Jimin negó mientras soltaba sollozos lastimeros, alejándose de los brazos de su madre, quien intentaba quitarle a Yoongi.
―Amor, por favor entiende, no puedes tenerlo sobre ti―se acercó nuevamente, haciendo que el castaño comenzara a desesperarse, sintiendo la ansiedad recorrerle el cuerpo―Vamos a llevarlo a la habitación de...
― ¡No quiero, yo puedo curarlo! ―gritó demasiado fuerte, cansado de que su madre intentara quitarle a su novio de sus brazos y que no comprendiera lo que estaba sintiendo en esos momentos.
YoungMi jadeó cuando sintió cómo el suelo de la casa se había elevado rápidamente, viendo por la puerta cómo aquella elevación se había formado en un círculo alrededor de su hijo, estaba llegando hasta las orillas del mar y las que no tenían un borde, continuaron por el bosque.
Jimin pegó su frente al cuerpo de Yoongi, demasiado ocupado llorando como para darse cuenta de lo que pasó.
La Ninfa mayor se paralizó por un momento, comprendiendo qué era lo que haría que Jimin explotara finalmente.
―Taehyung―le susurró al menor, quien se acercó, asustado―Haz lo de las lianas y atrapa a los buenos, deja en el suelo a los malos―Taehyung no comprendía el objetivo, pero asintió, corriendo hasta la habitación de sus mayores.
Esperó un momento a que Taehyung pudiera llegar, sabía que podría hacerlo rápido, porque no iba a curarlos, solamente levantarlos.
En ese momento Jungkook soltó un grito al ser tomado por lianas de un árbol en sus piernas, cayendo al suelo y dejando caer a Namjoon, quien también había sido atado. Comenzaron a ser arrastrados a las alturas, el elfo notando que todos los de su lado estaban siendo atraídos.
― ¡¿Qué pasa?! ―gritó Namjoon mientras intentaba zafarse.
Jungkook, sintiendo cómo la sangre comenzaba a llegarle a la cabeza, logró ver a su novio con las manos apoyadas en el suelo, por lo que simplemente sonrió.
―No entiendo qué hace mi niño precioso, pero yo me quedo tranquilo.
Namjoon rodó los ojos, dejando de luchar para liberarse.
―Eres un ridículo cursi.
YoungMi logró escuchar los gritos y algunas preguntas, incluso las demás Ninfas de la casa se acercaron para ver, sorprendidas ante lo que podían presenciar. La mayor pensó que era el mejor momento de hacer algo.
―Jimin, no seas un terco y deja a Yoongi, ya murió, no podemos hacer nada más―Le habló bruscamente, temiendo el salir lastimada de la situación, pero quería seguir intentando―Déjalo ir.
Jimin despegó su rostro del cuerpo contrario, sus ojos mostrándose rojos ante el llanto, pero sumamente brillantes y de un color café más claro, sabiendo que sus horribles palabras estaban funcionando.
― ¿Qué estás diciendo? ―preguntó con la voz estrangulada, no entendiendo en absoluto― ¡Es mi novio, mamá! ¿Por qué estás siendo tan malvada? Él siempre quiso ayudarte y te defendió―le gritaba con total indignación y molestia, apretando el cuerpo de su novio en un abrazo, quien estaba completamente pálido y su cuerpo frío― ¡Me importa una mierda que seas mi madre, no lo dejaré ir tan fácil solo porque tú lo dices!
Jimin volvió a pegar su rostro en el cuerpo de Yoongi, soltando sollozos fuertes y dolorosos, haciendo que YoungMi corriera hacia las demás Ninfas, guiándolas a todas hasta la cocina.
― ¡Seres hijos de puta! ―comenzó a gritar Jimin con furia― ¡Quiero que se mueran todos!
La elevación se volvió mucho más pronunciada que la anterior, rompiendo la madera que era el suelo de la casa, llegando con mucha rapidez al campo de batalla, en donde los seres grandes intentaban alcanzar a los que se mantenían en las puntas de los árboles.
Las lianas y raíces comenzaron a alargarse rápidamente, tomando a todo lo que estaba en el camino, apretando con mucha fuerza. Jungkook vio que había algunas Arpías en el cielo aún, por lo que tomó su arco, el cual casi caía de su cuerpo y apuntó una flecha a las que lograba ver, disparando con agilidad y logrando que cayeran, siendo atrapadas también.
Los gritos de Jimin se escuchaban hasta donde el elfo estaba, las lianas apretando con tanta fuerza y dureza, que las partes de los cuerpos comenzaban a separarse, como si las lianas fueran un material sumamente filoso que podía romper cualquier cosa, haciendo que todos vieran con sorpresa la escena.
Las hadas se encontraban en el agua, siendo cuidadas por los tritones y sirenas, todos admirando la escena con total sorpresa, muchos no comprendiendo qué era lo que estaba pasando.
― ¿Esto significa que algo le pasó a Yoongi? ―susurró Suran mientras se apoyaba en el hombro de Jin, sollozando con total pesar, al no sentir sus alas agitarse ante la cercanía de su mejor amigo.
―Sea lo que sea, haremos que esté bien nuevamente, ten eso en cuenta―intentó confortarla mientras la abrazaba por la cintura, no pudiendo despegar sus ojos de lo que sucedía en el campo, preocupado por el estado del hada.
Dentro de los refugios se había sentido aquel movimiento extraño, los que se encontraban ahí habían logrado ver algunas raíces salir de golpe, por lo que se asustaron un poco. Las celdas de Tzuyu y la hada mayor no habían sido la excepción.
― ¿Qué son esos gritos? ―preguntó la mayor ante el primer movimiento, haciendo que Tzuyu se pegara a su separación, intentando ver algo, aunque eran en vano.
―No lo sé―susurró confundida―No creo que sea un ser prohibido el que grita.
― ¿Crees que estén perdiendo? ―hizo una mueca ante la pregunta de su mayor, ya que no sabía qué responderle.
―No lo sé.
La hada mayor suspiró, sentándose en el suelo mientras intentaba adivinar algo por el sonido.
Un nuevo movimiento, uno mucho más agresivo que el primero, hizo que una zona de la pared que dividía la celda se cayera, la hada mayor corriendo rápidamente para salvarse de la caída, jadeando en medio de un susto.
Frunció el ceño al ver que ese lado no estaba protegido por cúpula, solo las tres paredes contrarias.
―Voy a salir―habló mientras comenzaba a correr hasta la zona que había quedado libre, escalando los trozos de tierra que se habían acumulado.
― ¡Hada mayor, no salga! La van a matar en el primer segundo―intentó detenerla Tzuyu, apegándose a la cúpula, sabiendo que en su caso, las cuatro paredes estaban cubiertas, por lo que no podía salir.
―No me interesa, si te soy sincera―se encogió de hombros―Todo esto fue mi culpa, yo quise hacer las cosas por mí misma desde antes de que comenzara a desconfiar de Yoongi, ese trozo de cúpula se abrió mucho antes y por mi egoísmo de hacer todo por mí misma, todo terminó así―habló, logrando colocar sus pies sobre el pasillo, dándole una mirada a la menor―Sabes que puedo ayudar a una vida, así que iré a ver si puedo ser de utilidad.
― ¡Usted no merece morir! ―le gritó Tzuyu de nueva cuenta, haciendo que la hada se detuviera un poco.
―Si alguien ha perdido la vida por esto, sí lo merezco.
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¡Nos leemos prontooooo!✨