Capítulo IV: Después de la entrevista (II/II)

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Made miraba la televisión de su pequeño departamento con una extraña sensación de deja vú. Emilia Wolf, en su programa entrevistaba a un hombre que afirmaba ser un vampiro y ese hombre era muy parecido a su amiga, Lía.

Tenía los mismos hermosos ojos de ese extraño color, el mismo tono de piel y el cabello negro creando el contraste tan particular.

Lía tenía un hermano, un poderoso empresario al que admiraba, muchas veces lo mencionaba cuando conversaban. ¿Podría ser posible que el hombre de la televisión fuese ese hermano?

Pensó entonces en buscar en las redes sociales y recordó que ella no tenía, ni Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni ninguna. Pero el vampiro daba las suyas. Tomó el móvil para buscarlo. Ahora se dedicaría a revisar sus perfiles, buscando... ¿qué?

¿Qué creía? ¿Qué ella era una vampira? ¿Su amiga soberanamente bella, la que nunca había visto durante el día? ¿La enigmática, que no sabía de dónde salió o que hacía? No sabía nada de su vida, ni siquiera dónde vivía, o si tenía una carrera. Tenía un esposo, eso sí lo sabía. Pero la conocía. Made sentía que conocía a su amiga como si llevaran juntas toda la vida, ella era...resplandeciente como el sol o tal vez la luna que es capaz de eclipsar al sol, misteriosamente brillante...y nocturna.

Si era verdad que fuese un vampiro, si en realidad estos existían, ¿importaría que Lía fuese uno de ellos? ¿Cambiaría en algo su amistad?

En Instagram había unos pocos posts, más bien de carácter corporativo, y algunas fotos del hombre que decía ser vampiro en cenas y actos de caridad con un aspecto algo diferente al que lucía en el programa, en ellas tenía el cabello absurdamente largo. Facebook no tenía y en Twitter, unos pocos twists también corporativos. No había rastros de Lía en ellos.

Made cerró los ojos y se acostó en el sofá. El rostro de Lía sonriendo se le apareció en la oscuridad de su mente. Mañana era su graduación y la había invitado. Tal vez le daba la sorpresa y se presentaba durante el acto, en el día. Tal vez todo lo que estaba pensando era producto de su fantasía, de la admiración que sentía por ella, del aura fascinante que la envolvía.

Max bajó las escaleras, sus padres permanecían en la sala con la televisión encendida

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Max bajó las escaleras, sus padres permanecían en la sala con la televisión encendida.

— Pá, ¿Qué pasó que Emilia Wolf es tendencia, los vampiros son tendencia? —dijo el chico con el celular en la mano— ¡O sea, no entiendo!

Sus padres se miraron, pero fue Lili la que habló.

—Que en la tele acaban de entrevistar a un vampiro. ¡Te lo perdiste!

—¿Qué? ¡Ay, por favor!, seguro que están promocionando una peli o algún libro como ese que le gusta a Estela, ¿Cómo es que se llama? ¿Resplandor, Anochecer?

—¡Igual te lo perdiste! —dijo la niña con suficiencia, subiendo las escaleras.

—Voy a buscar la entrevista en YouTube, capaz subieron algo.

El joven subió detrás de su hermana y antes de entrar en su habitación, su teléfono sonó con una llamada entrante, era Arnold. Max blanqueó los ojos. Su amigo estaba obsesionado con Tris y una historia traída de los pelos de que ella era una especie de monstruo. Su amigo se había obsesionado con eso desde el día en que salieron juntos, el mismo día en que Tris desapareció y solo dejó una nota. Pero Max tenía una teoría que podía explicar la huida de la chica y el extraño comportamiento de Arnold. Max creía que su amigo se propasó con Tris, ella huyó, avergonzada dejó esa escueta nota y él, para cubrir su mal comportamiento, inventó todo ese cuento.

—¿Qué pasó? —preguntó con voz cansina, Max.

—¿Viste la entrevista?

—No —le contestó el chico escéptico, esperando con fastidio que comenzara a hablar de sus teorías absurdas.

—¡Yo la grabé!

—Aja...

—Te la voy a pasar para que veas que lo que te dije es cierto, ella es un monstruo, un vampiro. Casi me mata ese día, Max. Tienes que poner ajo en tu ventana, en las puertas de tu casa, para que no regrese —la voz del chico era temblorosa, hablaba tan rápido que a Max le costaba un poco entenderle— Yo sé que ella vendrá por mí y tengo agua bendita...

—Ajá mira, eh, estoy un poco ocupado. Te llamo en un rato.

Max se lanzó en su cama después de cerrar la llamada. Abrió la aplicación de YouTube y buscó la famosa entrevista. No había nada más que la promoción de la misma. En Twitter una cantidad de comentarios de personas decían conocer vampiros y contaban sucesos sorprendentes como que se habían topado con jóvenes muy fuertes capaces de proezas o muy veloces o muy pálidos y misteriosos. Personas que desparecían sin dejar rastros, extraños eventos en los hospitales. Hasta médicos contando experiencias con pacientes.

Aunque no lo quisiera, pensó en Tris y en como salvó a su hermanita ese día.

Cuando el auto la atropelló, ella salió disparada varios metros y aunque quedó inconsciente, en el hospital no le consiguieron ni una sola herida. Ella siempre le pareció extraña, al igual que su historia del orfanato quemado. ¿Sería verdad que era un vampiro?

—¡No! Si fuera un vampiro el sol la quemaría, cosa que no pasó y nos habría chupado a todos. Si es un vampiro, ¿por qué no lo hizo? —Max hablaba consigo mismo— Además, no parecía vampiro. O sea, es linda y todo, pero bastante tonta y tímida. ¡No se supone que las vampiras sean así! Las vampiras son sexys, desenvueltas y lujuriosas y ella, pues ella, es...

Max siguió revisando su teléfono, pasando de Instagram a Twitter, viendo comentarios y publicaciones, las personas estaban enloquecidas con eso del vampiro.

Volteo al sentir un ruido en la ventana abierta de su cuarto, se asomó, miró hacia abajo y vio un gato blanco y negro que caminaba entre los cubos de basura. Volvió a entrar y se sentó de nuevo en la cama para continuar revisando las últimas tendencias en las redes.

Afuera, Hatsú había subido al techo. No es que le doliera saber que Max la creía tonta, ella también pensaba que lo era. Pero ver todo el revuelo en torno a esa entrevista le dejaba muy en claro que ahora menos que nunca podría regresar. 


*** El mundo está enloquecido con los vampiros, veamos si el plan de Ryu de insertarse en la sociedad sale como él quiere y la mayoría los acepta.

*** El mundo está enloquecido con los vampiros, veamos si el plan de Ryu de insertarse en la sociedad sale como él quiere y la mayoría los acepta

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La noche oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora