Capítulo 30.4

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Daniel asintió sin mediar palabra y salió de la habitación dirigiendo una mirada inexorable a la mujer. David le indicó que se acercase y se sentó en una silla que por una fracción de segundo pensó que iba a romperse ante su peso. Un suave chasquido lo hizo levantarse rápidamente antes de que la silla rota le hiciese dar de espaldas contra el suelo.

El chico se llevó una mano al cabello y cerró los ojos. En ese momento tan sólo tenía que pensar en sacar a los suyos de allí, pero ¿qué pasaría con todas las demás mujeres de aquel lugar? ¿Cómo sabía que estarían a salvo? David elevó la barbilla mientras seguía pensando. Debía de haber alguna forma de sacarlas, pero era imposible hacerlo sin que los hombres de Maek sospechasen de él.

—¿Eres Cobra verdad?

La voz de la mujer lo sacó de ese recóndito lugar de su mente donde se había refugiado. El chico asintió con la cabeza, autoritario.

—¿Cómo te llamas?

—Carmen. —dijo ella apretando los dientes.

David elevó una ceja, inquisitivo.

—¿Cómo te llamas de verdad?

Ella le dedicó una media sonrisa. Aún notaba sus dedos marcados en su muslo. Una parte de ella había empezado a creer de verdad que quería sacarla de allí. ¡Una locura! ¡Eso era aquello!

—Carmen, aunque aquí me conocen como Mónica.

David se sorprendió al ver el atrevimiento de la mujer. Si David informaba de que la mujer daba su verdadero nombre a desconocidos sería castigada e incluso aniquilada. Dándose cuenta de que estaba ante una mujer fuerte, el chico dio un paso hacia delante.

—¿Cómo acabaste aquí?

Ella alzó la mirada, como si se acabase de dar cuenta de dónde estaba realmente y no se esperase esa pregunta.

—Me captaron en un aparcamiento subterráneo cuando salía de noche del trabajo.

David elevó ambas cejas cuando la mujer usó la palabra captar. Había algo extraño en ella y que le instaba a no fiarse al cien por cien. Carmen pareció darse cuenta y su semblante se oscureció un poco mostrando preocupación.

—¿Por qué quieres ayudarme?

La mujer recondujo el tema y David se acercó a ella y comenzó a desnudarla con repentina rapidez.

—Espera... —pidió ella, pero David le agarró la garganta con una mano y la inmovilizó.

¿Cómo había sido tan estúpido de no darse cuenta? Siguió quitándole la ropa hasta que la dejó desvestida de cintura para arriba. David se quedó mirándola con los puños cerrados, y luego comenzó a desvestirla de cintura para abajo. La mujer se quejó cuando él miró entre sus piernas, buscando algo y aparentemente muy molesto y cabreado. Sus ojos destilaban peligro cuando volvió a buscar los marrones de la mujer, quien había permanecido totalmente quieta ante la búsqueda de David.

—¿Dónde está? —vociferó él entre dientes asustando a la mujer completamente desnuda.

La expresión que el chico tenía en ese momento en su rostro la habían visto pocas personas. David fue capaz de ver como la mujer tragaba saliva y como sus ojos se humedecían. Él no sería capaz de hacerle daño, pero si sería capaz de matarla si viese que iba a echar a perder todo su plan. Y era algo que creía que tenía que hacer.

—No me hagas repetir la pregunta. —sentenció sin miramientos y sin bajar la vista ni una sola vez más hacia el cuerpo de la mujer.

—En mi oreja. —respondió ella al darse cuenta de que no tenía salida—. En mi oreja derecha.

David le apartó el pelo de una parte de la cara y observó su oreja. La mujer corrió a quitarse el pendiente y a entregárselo. Era un micrófono que había grabado toda su conversación. David sintió como toda su sangre corría con demasiada velocidad por su sistema sanguíneo.

—¿Por qué? —preguntó él iracundo sacando su arma del pantalón y apuntando con ella a la mujer.

Analizó el micrófono durante unos instantes para darse cuenta del modelo qué era. Era sólo una grabadora, no un transmisor, pero ¿por qué lo llevaba aquella mujer?

—Espera. —pidió ella alzando ambas manos—. Solo recibía órdenes. Abel sospechaba que Gabriel tenía algo que ver con la muerte de Maek y por eso me pidió que grabase todo lo que me decía una vez se emborrachase. Creía que Gabriel había hecho un pacto con Don Giovin para acabar con todos ellos y quedarse con la red de contactos. No te han oído. Lo que me has dicho, lo de huir, no lo saben. El micrófono no está conectado a ninguna parte, simplemente graba lo que hay alrededor y cada noche se lo doy a ellos. Lo siento, debería de habértelo dicho pero me daba miedo que quisieses dejarme aquí después de eso.

David siguió apuntándola con la pistola, dudando sobre qué hacer. La mujer seguía desnuda pero no trataba de cubrirse. Lo único que hacía era agarrar sus piernas y su vientre con las manos, tratando de calmarse. David cogió aire y tiró la diminuta grabadora al suelo.

—Vístete. —le ordenó con autoridad y severidad a la mujer mientras pisaba la grabadora y la rompía.

Tenía que quemarla en alguna parte y destruir toda evidencia de que él había estado en aquel lugar.

Ajena a sus pensamientos, la mujer acabó de vestirse y trató de controlar sus ganas de vomitar. Creía que estaba embarazada de dos meses y sabía que si se quedaba allí, lo mejor que podía pasarle era que vendiesen a su bebé en el mercado negro. Quizá incluso venderían sus órganos. Con temor, como por puro instinto, la mujer se llevó una mano al vientre y David la miró justo en ese momento. Él chico contuvo el aliento y abrió los ojos mientras miraba a la mujer. Era cierto que la había notado algo hinchada cuando inspeccionó su cuerpo, pero no había pensado que estaba embarazada sino que tenía algo de grasa o la barriga hinchada por cualquier intolerancia alimentaria.

—¿Estás...? —comenzó a preguntar dudando por primera vez.

El miedo invadió a Carmen. La mujer asintió con la cabeza antes de que él acabase la pregunta, y había tanta sinceridad en su rostro que David no dudó de ella. Ya había decidido qué tenía que hacer por ella. Por ella y por el bebé. Tenía que sacarla de allí. Antes de que llegasen los hombres de Baref avisados por Darren. Y Carmen, por primera vez desde que entró en ese infierno, sintió esperanza. 

Ahhhh, hola de nueeevo personitas preciosas!!! Lo más importante de todo, antes de comentar el capítulo o de leer vuestras opiniones, contadme que tal estáis??? Chicas decidme que estáis bien! El tema del coronavirus está fuerte en españa, pero por ahora en mi zona va todo bien <3 aunque se han suspendido todas las clases en todos los lugares hasta el día 30 ¿Cómo lo estáis viviendo vosotras? ESPERO DE CORAZÓN QUE ESTÉIS BIEN!!! Y ojalá todo pase rápido.

Y ahora, volviendo al capítulo, ¿qué os ha parecido? ¿os ha gustado? ¿qué os ha parecido la actitud de David? Os voy a estar leyendo después de actualizar Henna <3 El siguiente capítulo va a ser de Verónica y las chicas, y solo puedo decir que me he reído al corregirlo, así que creo que os va a gustar!!!! <3 

Ig: sarahmeywriter

Fb: sarah mey libros

BESOS Y ABRAAAAZOS ENOOOOOOORMES!!!!!! SOIS MARAVILLOSAS!!!! 






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