Rompí el sobre encontrándome con otro sobre. Estaba confundida. Abrí adecuadamente el segundo sobre y saqué dos recibos.

—leí su contenido en voz baja— Origen, Holanda. Destino, Tanzania. Fecha, doce de enero —vi mi nombre impreso en la boleta y la otra tenía el de Martin— ¿Un viaje a Tanzania? —pregunté en voz alta—

— Y eso no es todo, sigue leyendo.

Pasé los boletos y había un folleto mostrando una guía turística.

— ¿Safari? ¿¡Haremos un safari en África!? —esta vez grité mostrando cuan emocionada estaba—

No se lo había mencionado antes a Martin, pero hacer safari en África era otras de las cosas que sí o sí debía hacer antes de morir.

— Así es —me abrazó— Y... ¡Subiremos el Kilimajaro! 

Sonreí, tanto que me dolieron las mejillas y me aguanté las ganas de besar y decir cuanto lo amaba por el hecho de que mi mamá estaba presente y que la familia de él estuviera presente. Era algo incómodo, al menos para mí.

— Oh Dios... —no sabía que más decir, era uno de los mejores regalos de Navidad que me habían dado, muy aparte de tener a mi mamá y hermano de vuelta. Giré aún entre sus brazos y rodeé mis brazos por su cintura hundiendo mi rostro en su pecho— Gracias, bae. Te amo —murmuré solo para que él pueda escucharlo—

— Te amo más, pequeña —besó mi coronilla y descansó su mentón en mi cabeza—

Por la mañana del mismo día, los padres de Martin se llevaron a mi mamá y hermano a pasear, para que conozcan más el lugar y más tarde se los llevarían a su hogar. Por mi parte o nuestra parte, como sea, nos quedamos en casa ordenando y limpiando para poder recibir la visita de los amigos de Martin y más tarde la de su equipo.

***

Entramos a la habitación del hotel y lo primero que hice fue lanzarme a la cama. Estaba totalmente agotada.

— Hey, esa es mi cama —dijo Louis—

— Lo siento mucho.

Necesitaba una siesta. Apenas habíamos llegado a Dubái y lo único que quería hacer era dormir... De no ser por tener unos amigos tan jodidos que me arrastraron y sacaron de la cama para poder salir a hacer turismo en la ciudad.

— Los odio a todos.

— ¿Hasta a mí? —Martin me tomó por la cintura—

— Sí —le sonreí y él me respondió con un puchero—

No sé dónde estábamos pero teníamos una gran vista al Burj Khalifa.

— Wow.

Jamás, nunca en mi corta y horrible vida me hubiera imaginado estar frente a la torre más alta del mundo. Y estaba tan emocionada por ir pronto a Abu Dhabi.

Hicimos algo de turismo los días que estuvimos aquí hasta que llegó el treinta y uno de diciembre, precisamente horas antes de que el año se acabe.

Otra de las cosas que jamás pensé en hacer (al menos no por ahora) era pasar año nuevo en un concierto. Mucho menos en uno de mi ídolo y enamorado.

Y estaba pasando.

Faltaban cinco minutos para dejar el año viejo atrás y recibir al nuevo con nuevas sorpresas. Martin la estaba rompiendo —como siempre—, esta vez había decidido quedarme en el escenario con él, sentada a su lado para no ser vista desde el público.

Nos trajeron copas con champagne para poder hacer el brindis y en las pantallas traseras empezó la cuenta regresiva.

— Diez... Nueve... Ocho... —él contaba a través del micrófono, me observó y bajó el aparato— Amor, ven.

the dream of garrix ✧ [m.g.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora