Sacrificio

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Tony

-Ryan, mira- Elizabeth corría en dirección a nosotros, venía desde la misma dirección en la que se encontraba la carpa medica, eso quería decir que nos había buscado allí. Y por la forma en la que corría el Coloso se había cruzado con ella, Dwayne estaba allí dentro, lo mas probable es que hubiera ya fallecido.

Ryan salió a recibirla, ambos se abrazaron y volvieron al escondite, entre unos arboles y arbustos, un pequeño hueco. Pero había suficiente espacio para tres adultos y dos niños.

-No podemos quedarnos aquí, si el resto del grupo falla y los Colosos ganan entonces solo esperaríamos a que tarde o temprano nos aplastaran por accidente, o a morir de hambre y sed- Ryan tenía razón, teníamos que pensar en la peor situación posible, y buscar soluciones.

Los pasos del Coloso se escuchaban aún por la zona en la que la carpa medica se encontraba, Elizabeth nos comentó lo ocurrido, Dwayne estaba muerto, y no tenía idea de como estaba la situación afuera, teníamos que ir a ayudar.

-Pero si todos los coches fueron destruidos en el estacionamiento, los demás los están usando para llevar a los monstruos a la trampa, no tenemos en que escapar-

-No es del todo cierto Elizabeth, mi coche esta junto al cobertizo de armas, le pedí a Patrick que no se lo llevaran y no tuvo ninguna pega en aceptarlo, después de todo había coches de sobra, es el único que yo sepa que no se encontraba en el estacionamiento- Aquel coche era muy valioso para mí, no quería dejar que cualquiera lo usara y Thomas había estado de acuerdo, tenía que agradecérselo cuando terminara todo este caos.

-Vamos entonces, no perdamos el tiempo, pero con cuidado, si nos descubre antes de que lleguemos al coche estamos muertos sin duda alguna- Ryan siempre con una determinación que asombraba, después de todo él era quien más dificultades tenía para moverse, sería el primero en caer si nos perseguía el monstruo. Aun así no dejaba caer su moral y ponía pecho a todas las situaciones.

Jonathan y Daisy estaban aterrados, no se separaban de Elizabeth por nada, entorpeciendo sus movimientos, y Ryan cojeaba con su pierna derecha. Sin duda alguna debíamos rezar por no ser descubiertos.

Comenzamos a escuchar los pasos en dirección hacia nosotros, estabamos demasiado expuestos, lo unico que teníamos era la puerta de la mansión pero... ¿Valía la pena entrar allí? Los demas no lo dudaron, se dirigieron a la puerta rapidamente, y entraron, los seguí por supuesto. Pero sabía que el monstruo nos había visto cerrar las puertas.

-¡Jonathan no!- El niño se soltó de Elizabeth y corrió hacia su cuarto, estaba tan aterrado que quería encerrarse en su mundo y no salir de allí por nada -Daisy porfavor quedate aquí- La niña asintió y abrazó mi pierna, Ryan estaba mirando a traves de la ventana, dio la alarma al ver aparecer al Coloso en dirección a la puerta y fuimos hacia la cocina.

Elizabeth

-Jonathan tenemos que irnos, papá te está esperando abajo- El niño comenzó a llorar y a abrazar su almohada gritando que quería que su padre lo buscara, intenté hacerlo callar para que no nos escuchara el monstruo pero no se detenía. En el piso de abajo escuché la puerta despedazarse y el gruñido del Coloso dentro de la mansión, retumbando en las paredes y el techo, y Jonathan no dejaba de llorar.

Podía escuchar al monstruo debajo de nosotros, su respiración y forma de andar tan torpes, por un momento pensé que estaba confundido por escuchar el ruido y no encontrarnos, pero luego me di cuenta de la verdad. Corrí hacia el niño y lo tomé en brazos, salté hacia atrás justo a tiempo para evitar que el puñetazo del monstruo nos diera, nos estaba atacando desde abajo.

-Johnny por favor callate, el monstruo te escucha llorar- El pequeño comenzó a callarse, aunque de vez en cuando soltaba un llanto que otro, aun así el Coloso ya sabía donde estábamos, la escalera estaría vigilada, saltar por la ventana sería demasiado peligroso, si me rompía una pierna entonces estaría aun peor que aquí arriba, ¿Debía tomar el riesgo?

Ryan

Elizabeth aun estaba allí arriba, y el Coloso la buscaba a ella y a Jonathan, no a nosotros. Salí de mi escondite con la ballesta en la espalda, la llevé a mis brazos, la tensé y puse un virote.

-Ryan, después de lo que vimos en el pueblo, la forma en la que derribaba casas a los golpes, ¿De verdad piensas que un virote de ballesta puede hacerle algo aparte de cosquillas?-

-Las cosquillas siguen siendo mas que no hacerle nada, así que aprecio tu apoyo Tony, puedes quedarte con Daisy, yo voy a rescatar a Elizabeth-

-En tu estado no...-

-Ni en el tuyo, ni en el de Elizabeth, somos todos humanos, no vamos a sobrevivir a mas de un golpe de esa cosa no importa en que condición nos encontremos- Tony suspiró y se puso de pie.

-Daisy quedate escondida, Ryan voy contigo- Sonreí y asentí, caminamos al hall de la mansión, donde el Coloso estaba esperando a que bajaran ellos. Nos escondimos detrás de la pared. Pensando en que hacer para llamar su atención y permitirles a ellos bajar.

-¿Se te ocurre algo Tony?-

-Si... Este es el plan, vamos a separarnos, voy a llamar la atención del Coloso para que vaya tras de mi, sacarás a Daisy del escondite y Elizabeth y Jonathan bajarán-

-Es el peor plan que se te ocurrió, esa idea no tiene sentido si te mueres-

-Creí que te gustaba el ajedrez Ryan, entonces ¿Cómo es que no puedes pensar en esto como un tablero? Siempre vas a perder piezas, eso es algo que tienes que asumir desde antes de jugar, pero si hay algo que puedas hacer para salvar a tus piezas mas importantes entonces lo harás, aunque eso signifique sacrificar a un peón-

-No eres un peón estúpido, eres mi amigo-

-Y Elizabeth es tu novia, Jonathan es solo un niño, y si decides ser tu el señuelo entonces Elizabeth quedaría devastada, soy la mejor opción- Sentí ira e impotencia, porque Tony decía la verdad, pero él había sido uno de mis primeros compañeros desde que todo comenzó, habíamos pasado por tantas cosas que no quería considerar la idea de sacrificarlo como a una pieza de un estupido juego.

-No me vas a hacer esto Tony, no te vas a morir, vamos a salir los cinco de esta mansión de mierda y vamos a buscar juntos a Edwin, y si algun dia el mundo vuelve a la normalidad entonces seras el padrino de mi hijo- Ya no tenía sentido lo que decía, solo buscaba excusas para convencerlo de que se quedara, aun sabiendo yo mismo que era la mejor salida posible. Sus ojos estaban llenos de lagrimas, noté que los mios también, se acercó a darme un abrazo de agradecimiento por todo lo que había hecho por él, pero no lo recibí. Si no lo abrazaba para despedirlo entonces no se iría.

-¿Donde quedó el Ryan tan inteligente que siempre nos salvaba de los apuros? El que estaba dispuesto a sacrificar lo que sea para obtener un mejor resultado-

-Esta aquí, solo que ahora tiene lazos que no quiere cortar-

-Oye, cuando todo esto termine tomate una Corona con Ed en mi nombre ¿Quieres?- Idiota, negué con la cabeza y levanté la vista.

-¿Una sola? Vales mas que eso Tony- Él medico sonrió y me dio una palmada en el hombro, dejó su escondite y fue hacia la puerta, el Coloso estaba de espaldas así que era incapaz de verlo, le lanzó un pedazo de escombro y este se dio vuelta furioso.

-¡¡Elizabeth, Jonathan, bajen ahora!!- Se dio la vuelta y comenzó a correr, el monstruo soltó un rugido y lo siguió. A los pocos segundos Elizabeth llevaba a Jonathan en sus brazos y bajaba la escalera, tomé a Daisy de la mano y salimos corriendo en dirección contraria a Tony, hacia su coche.

-¿Ryan?- Elizabeth sabía lo que había ocurrido, no le respondí, necesitaba silencio, un momento de silencio por Tony.


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