Submundo

Mutación

Daemon

Estaba ya harto de todo esto, solo quería poder sentarme en mi casa a ver televisión esperando que mi anuncio en el periódico de abogado disponible surtiera efecto, estaba harto de la vida que teníamos hacía ya tanto tiempo, maldito Harry.

-Oigan ¿No notan algo extraño en el suelo?- Roger señaló la masa debajo de nosotros, parecía apuntar en una dirección, como si todo el suelo intentara moverse hacia un punto en concreto.

-Oh no- Dijo Cindy, todos nos sorprendimos al escucharla -Esto no es bueno, tenemos que detener a Harry, rápido- Apresuramos el paso, caminábamos en dirección a la sala de control, Cindy parecía estar mucho mas apresurada que ninguno de nosotros, ver aquel acontecimiento la había preocupado demasiado, así que probablemente fuera algo malo.

Algo me detuvo, nos detuvo a todos, fue el sonido de un golpe muy fuerte, pero no era el de un Juggernaut, no parecían puñetazos sino solo pisadas, eran constantes, como si estuviera caminando.

-¿Qué es eso?- Preguntó Ryan confundido.

-No lo se pero si sus pisadas suenan mas fuerte que los puñetazos de un Juggernaut debe ser grande, muy grande- Respondió Edwin.

-Odio este lugar, terminemos con esto lo antes posible por favor, me pone muy nervioso estar parado sobre esta mierda de carne y a oscuras- Dijo Roger, todos estuvimos de acuerdo y avanzamos con mayor prisa. Los pasos en la lejanía, en dirección hacia donde parecía apuntar el suelo, continuaban, y parecían cada vez mas rápidos.

Al fin llegamos a una puerta, Cindy se detuvo por lo que pudimos asumir que ese era nuestro destino. Las puertas se abrieron frente a nosotros, Harry nos estaba dejando pasar, no teníamos nada que perder y a eso habíamos venido así que avanzamos hacia la puerta.

Ryan

Sentí un escalofrío al pasar, pero una vez dentro todo era diferente, todo el ecosistema que cubría casi todas las instalaciones había quedado atrás, allí dentro todo se sentía seguro, incluso mas que en la habitación de Cindy, ¿Estaría la cura en el aire? Edwin no parecía verse afectado para nada por respirar así que podía asumir que no, ademas Cindy no les había recomendado que se pusieran las mascaras.

Al fin llegamos al lugar donde nos esperaba Harry junto a unos cuantos científicos, probablemente todos ellos fueran evolucionados por lo que nadie de nosotros bajó la guardia.

-Ryan, estoy tan feliz de poder verte, has crecido tanto- Dijo Harry indicándome que me acercara, no se que por qué motivo lo hice, bajé la guardia y comencé a caminar hacia él, una vez a su lado puso una mano sobre mi hombro -¿Te molesta que hablemos a solas?- Volteé para ver a Cindy, ella se encogió de hombros, indicándome que hiciera lo que me diera la gana. Volví la mirada a Harry y negué con la cabeza.

-No, no me molesta, adelante- Sonrió complacido y me guió hacia una habitación conjunta a la sala de control, sus científicos se quedaron junto a mis amigos, esperaba que no se desatara ningún conflicto. La puerta se cerró y las luces se encendieron, era una pequeña cocina, ahora que lo pensaba este lugar me recordaba vagamente a Black Mesa, aquellas instalaciones de un famoso videojuego antiguo, me traía muchas memorias del mundo pasado.

-¿Cafe?- Harry se estaba preparando uno, recordé que en las instalaciones aun había electricidad, no podía negarme a un lujo como ese, lo añoraba tanto como a la televisión, los horarios, el ruido de la ciudad, todo ese conjunto que nunca faltaba en una mañana normal. Bueno, supongo que lo normal ahora era esto, y un día como ese sería lo mas raro que podría pasar. Harry dejó una taza en la mesa frente a mi junto con un recipiente con azúcar, otro lujo que ya había olvidado. Nuestra dieta en la mansión estaba compuesta principalmente por comida enlatada y raciones militares, de vez en cuando cocinábamos algo, usábamos los arboles de los alrededores como combustible para el fuego, aquello atraía Ghouls pero había situaciones en las que nos daba igual enfrentarlos por la oportunidad de llevarnos algo caliente al estomago.